Cada año en el Distrito Federal, cerca de 16 mil perros son conducidos a la muerte por sus propios dueños. Estos animales son entregados para su sacrificio en los centros de control canino de esta ciudad, situación que empeora en los meses de abril y mayo, pues miles de mascotas de compañía son abandonados en las calles; fueron el regalo perfecto durante la época navideña e incluso en el Día de San Valetín. Pronto dejaron de ser cachorros y han perdido su gracia, las responsabilidades y los gastos crecen para justificar el desamparo por parte de los tutores.
Hace un año se analizó aprobar una iniciativa para el implante de un microchip a los animales de compañía en la Ciudad de México que fomentaría un mayor control y la tenencia responsable de animales. Estaba prevista entrar en vigor en enero pasado, pero nunca lo hizo. La falta de acuerdos y la postergación por parte de los legisladores han evitado que el problema del maltrato animal y el desinterés de los dueños siga en aumento. Existen sanciones, pero se trata de una regulación que no se respeta ni se hace valer.
Ciudad de México, 3 de mayo (SinEmbargo).– El abandono es uno de los tres problemas principales en el tema del maltrato animal -le siguen lesiones y después muerte-, un destino que propicia en los animales fatales consecuencias: perros y gatos terminan en los centros antirrábicos luego de ser capturados y mueren ahí electrocutados, envenenados o a golpes, de acuerdo con el último informe emitido por la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Se estima que existen 6 millones de perros en la Ciudad de México, con una tendencia al aumento, de los cuales sólo un millón tiene hogar. El abandono de perros y gatos en vías y áreas públicas repercute no sólo en problemas para el animal, sino también para las personas y el medio ambiente.
“En la mayoría de los casos, las causas de los problemas de bienestar animal se deben a la percepción errónea que la gente tiene acerca de que los animales no son capaces de sufrir, sentir dolor, y padecer estrés”, señala el más reciente dictamen que expide la Ley para la Protección y Bienestar de los Animales del Distrito Federal.
En 2014 se analizó aprobar una iniciativa para el implante de un microchip a los animales de compañía en la Ciudad de México. Como parte de la regulación de tenencia responsable de animales, los propietarios implantarían un microchip tras adquirir a la mascota para poder identificarlos en caso de extravío.
Sin embargo, la iniciativa nunca entró en vigor, como estaba previsto para enero de 2015, pero por diferentes observaciones que se le realizó, ese dictamen continúa varada en la ALDF.
ÉPOCA DE ABANDONO
En los meses de diciembre, enero y febrero se sabe que es la temporada donde más se venden y adquieren animales de compañía para regalo, sin embargo la cúspide del abadono se presenta en abril y mayo, y la Ley de Protección de los Animales en el Distrito Federal establece que es un acto cruel y degradante y el artículo 30, fracción 8 prohíbe hacerlo, y el artículo 56 veta el abandono de animales en vías y lugares públicos. La persona que incurra en este acto, recibirá una multa desde 82.86 pesos hasta 41 mil 430 pesos y de 66 mil 288 a 165 mil 720 al realizarlo en vía pública.
Una de las razones por la cual se da el abandono es la irresponsabilidad de las personas de adquirir un perro o un gato sin estar conscientes de las obligaciones que de ello emanan para tener un animal en excelente estado. Esta situación es el resultado de la compra inmediata e impulsiva de los padres para darle gusto a los hijos, a los animales de compañía tienen la connotación equivocada de representar un juguete.
“Los padres de familia tienen responsabilidad porque le inculcan al niño que lo puede adquirir cuando quiera, por impulso o berrinche, pero no se les educa de que es un ser vivo que necesita no sólo alimento y agua. Es un reflejo de una cultura de reciclaje, compro un perro, lo boto, no me gustó, lo desecho y es algo que se hace también con las personas mayores”, declaró en entrevista con SinEmbargo Mónica Pineda, de Gente por la Defensa Animal (GEPDA).
Y aunque las sanciones existen, afirma que es una regulación que no se hace valer, porque las instancias encargadas “no están listas”, pero que si la ley se aplicara correctamente, se reduciría el abandono.
Otro tema es la entrega de los animales a los centros antirrábicos en donde terminan por lo menos 30 mil perros sacrificados al año, de los cuales 14 mil son abandonados en la vía pública y el resto entregados por sus propietarios.
La ley, no estipula nada sobre las personas que incurren en este acto de abandono.
“Lo van y sencillamente lo entregan al antirrábico porque no es ilegal entregar a tu perro por propia voluntad a que lo maten y como dicen: muerto el perro se acabó la rabia”, denunció Norma Huerta Zarate, presidente y fundadora de la asociación Mundo Patitas.
Las nuevas modificaciones al dictamen aprobado por el pleno de la ALDF busca un mejor fin para los animales de trabajo como los perros guías que al terminar su vida laboral son sacrificados o soltados indiscriminadamente por «ya no servir», según la Diputada local por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), María de los Ángeles Moreno.
Huerta Zárate argumenta por otro lado que no sólo los perros guía merecen ser desechados, sino que cualquier perro y que se debería implementar una sanción de por vida a quien entregue su perro al antirrábico con intención de deshacerse del animal de compañía.
“Por un lado tenemos muchas leyes que pretenden defenderlos, pero por otro está la puerta abierta de que si no quieres a tu mascota vas, lo matan sin ningún costo y ninguna sanción. Deberían decir que lo matan porque no es ilegal, pero prohibir volver a tener un perro en la vida o por 5 años”, expresó la protectora y rescatista de animales de compañía en el Distrito Federal.
MICROHIP
La idea del dispositivo presentada por el diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Orlando Anaya González, fue objetada y rechazada por el Jefe de Gobierno y el veto no ha sido superado por la Asamblea Legislativa por lo que nunca entró en vigor.
Es un tema controversial, afirman activistas, pero era una medida importante para que los dueños y no los animales tengan que pagar –incluso con su vida- la tenencia irresponsable de animales de compañía.
El costo del microchip para las mascotas sería de 20 pesos máximo para que fuera accesible a toda la población. Aunque al adquirir a un animal de compañía de alguna raza específica o algunos dueños se encargan de implementar dicho microchip, todavía no es obligatorio realizarlo en la Ciudad de México, pero sí tiene ventajas.
En otras partes del mundo como en Inglaterra, el gobierno tomó medidas contra los perros abandonados o perdidos en situación de calle que le costaba 33 millones de libras por año. Inglaterra tomó medidas «más fáciles» para reunir a los animales con sus dueños, pues buscan reducir la cantidad de animales en caridades y en dependencias de gobierno al promover la tenencia responsable.
En febrero 2014, se estableció que todos los animales de compañía de más de 8 semanas de nacidos tenían que tener microchips implantados a partir del 6 de abril del 2016, con la única excepción de que algún veterinario establezca que un animal no es apto para portar el dispositivo.
El gobierno implementó en establecimientos la colocación del microchip sin ningún costo y en caso de que algún animal de compañía permanezca sin el dispositivo, se le instará a realizar la colocación o de otra manera será perseguido con una multa de 500 libras.
El bajo costo generalizado también puso en duda la calidad del dispositivo que se implementaría bajo la piel del animal.
“Algunos microchips son males necesarios, porque va en contra de la naturaleza ponerle un objeto extraño a un animal es un poco denigrante, pero de alguna manera tiene que regularse esta situación”, argumenta Norma Huerta.
En Estados Unidos, estos diminutos dispositivos del tamaño de un grano de arroz se utilizan para ubicar a los perros extraviados y se siembran normalmente en el omóplato del animal de compañía. También contiene información como número de registro y de teléfonos que se guardan a la hora de obtener el chip, según la marca y algunos llegan a durar hasta 25 años.
«Los microchips proveen protección extra en caso de que la mascota pierda su collar o sus placas. Proveer a tu animal de compañía con ambos accesorios puede asegurar una reunión en caso de que lo impensable ocurra y el animal se pierda», explica la organización internacional protectora de animales The Humane Society de Estados Unidos (HSUS, por sus siglas en inglés).
“Se verá más adelante por qué el costo para el gobierno le resultó elevado, hay que ir paulatinamente en ese asunto. No hay una iniciativa por ahora y no se ha publicado porque no fue aceptado, ahí está la idea y quizá en un futuro se adopte”, dio a conocer la Diputada local María de los Ángeles Moreno.
Norma Huerta afirma que también se malinterpretó la idea, pues las personas confundieron el término de “tenencia” responsable sumado a la implementación del chip y justo se había aprobado el aumento al IVA en el alimento para mascotas.
“Como tenencia de automóviles y la gente pensó que era un tipo de impuesto por tener animales de compañía y la gente no quiso ni oírla porque acababa de pasar lo del impuesto al alimento de los animales”, señaló Huerta.
«TENENCIA» RESPONSABLE
“El abandono no es sólo en la calle. También en la azotea, el patio o zotehuela, se debe ampliar también la reforma al código penal ya que el único delito establecido es a los animales que tienen lesiones o mueren por ello, pero si no hay pruebas físicas de maltrato como inanición, no pasa nada”, refirió la Presidente Fundador de Mundo Patitas AC.
Actualmente no existen políticas públicas eficientes que se enfoquen en combatir el maltrato y sobrepoblación de animales, denuncia Mónica Pineda de Gepda.
“Más allá del maltrato y o abandono, un perro o gato en vía pública también contribuye a la misma sobrepoblación en el país, por ese propietario irresponsable porque ese perrito se va a reproducir, va a tener a sus crías en la calle y es un problema sin fin que va a escala”, declaró la activista.
El artículo 54 de la Ley de Protección y Bienestar Animal del Distrito Federal establece que el responsable del animal de compañía tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para que no escape o ponga en riesgo el bienestar y seguridad de otros animales, seres humanos y bienes.
Locatel brinda por ahora el registro de animales de compañía en la Ciudad de México a través de su Línea especializada donde se puede hacer durante las 24 horas de todos los días del año. Además que ofrece orientación Médica Veterinaria de lunes a viernes de 10 de la mañana a 7 de la noche.
Al finalizar el proceso de registro, los responsables de los animales obtendrán un número que se debe añadir en un placa añadido a un collar y el número telefónico 56581111 para reportar incidentes.
El responsable del animal de compañía debe colocarle permanentemente una placa u otro medio de identificación con los datos de la persona, según establece el Artículo 55 de la ley.
La Ley de Cultura cívica de la capital también establece una sanción administrativa a quien saque a su animal de compañía a la vía pública sin correa que va desde 1 a 10 días de salario mínimo con arresto de 6 a 12 horas.
Gracias a este registro, en caso de extravío del animal de compañía se puede dar aviso a Locatel que alertará a través de sus cuentas de redes sociales y notificará novedades sobre el hallazgo de la mascota.
VACÍOS LEGALES
Varios de los puntos que ambas activistas coinciden que faltan en las legislaciones actuales, a pesar de que la diputada María de los Ángeles Moreno calificó el dictamen como una “ley de vanguardia” generada en la Ciudad de México y que incluso podría servir como modelo para la legislación en otros estados, e incluso a nivel federal.
Venta de animales: Aún no se logra la prohibición de esta actividad, la cual representa un problema que produce sobrepoblación y por lo tanto, la matanza de animales en los centros antirrábicos.
Animales en la calle: O en situación de abandono que se encuentran en la vía pública, pero que no hay políticas que asegure su bienestar y protección. «¿A ellos quién los va a llevar a esterilizar, a vacunar? ¿Quién los lleva? ¡Nadie!», exclama Norma Huerta de Mundo Patitas.
La sobrepoblación canina y felina en las áreas públicas constituye un problema de tipo ambiental ya que estas especies en estado de abandono representan una de las principales razones de depredación y extinción de especies silvestres en el Valle de la Ciudad de México.
Prohibición de la electrocución: Como método de sacrificio en los centros antirrábicos en el país. El dictamen aprobado propuso la eliminación de esta práctica para matar animales de compañía en atención a que no garantiza una muerte sin dolor ni sufrimiento.
Esterilización y castración obligatoria: Para las personas que tienen animales de compañía en casa, la activista propone un incentivo como descuentos en el recibo del pago del predial cada que realice alguna esterilización.
Animales en rituales: el nuevo dictamen no contempla la adquisición y el uso de animales para ceremonias religiosas o con otros fines donde se realizan sacrificios de seres vivos.