Nombre: Jorge Rangel.
Originario: Coahuila.
Profesión: Ingeniería Industrial en el Instituto Tecnológico de Saltillo.
Ocupación: Músico, artista visual y sonoro, y promotor cultural independiente. Actualmente es becario del PECDA en el área de artes digitales por el proyecto Super 8 y es parte de los proyectos musicales id machine, Héctor Zárate Experimentrío y Los Decadentes de Linares.
Ciudad de México, 3 de mayo (SinEmbargo).– Comúnmente el norte del país no es una referencia cultural debido a una gran cantidad de factores entre los que figuran los estereotipos. Sin embargo, en esta región se gestan proyectos artísticos interesantes que, desafortunadamente no tienen la difusión necesaria. Jorge Rangel es originario de Nueva Rosita, Coahuila y en los últimos años ha incursionado principalmente en la producción artística. No obstante, su formación como ingeniero le da un giro mucho más técnico a su obra, sobre todo si se compara con los formatos tradicionales de arte en el país.
Su experiencia con el código de programación ha sido parte importante en los proyectos de Rangel. Sin embargo, también señala la importancia de la enseñanza y el aprendizaje de éste lenguaje por el cual funcionan las computadoras, sobre todo a temprana edad.
–¿Cuál es la importancia de aprender y enseñar código?
–Lo más importante es la forma en que te enseña a pensar, a enfrentar los problemas, más que el aprender código en sí. Claro, a menos que el joven se dedique a programar cuando esté grande. Entonces, la sintaxis en sí es importante también. Pero la forma en que aprendes a enfrentar los problemas al programar se aplica a todo. Lo que haces es dividir cualquier problema en partes más pequeñas, enfrentarte a ellas una por una y luego, con base en las soluciones específicas integrar una solución para el problema general. Creo que eso se aplica a tocho en la vida. Ahorita en el resto del mundo es un tema importante.
–¿Razonamiento deductivo?
–Sí. En México, obviamente, no agarra vuelo, pero en Estados Unidos se lo están tomando muy en serio. Y hay un montón de lenguajes de programación pensados para jóvenes.
–Está fuerte con la promoción
–Sí, le están entrando duro. Mientras tanto, en México, los cursos de computación siguen siendo para que aprendas a usar Word y PowerPoint.
En México hay estudiantes a nivel que a menudo dan la campanada en concursos internacionales de programación. El problema es que la gran mayoría aprende a programar hasta que entran a la universidad y no antes. Por otra parte, lo políticos involucrados en la educación pública no ven aplicaciones prácticas en la programación y simplemente no les interesa incluirla dentro de los programas existentes.
Yo me pregunto por qué... Es raro, porque la programación entra en la categoría de disciplinas pragmáticas a ultranza que tanto encantan a los mexicanos. Pero, por otra parte, la política mexicana está conformada por viejitos mentales. ¿No será una actividad demasiado cerebral para la sociedad mexicana? Una sociedad que, de entrada, no lee.
–Tiene sentido lo que dices, aunque se escuche malinchista.
–En México hay muchas más opciones para estudiar ingeniería en sistemas que para estudiar ciencias computacionales, por ejemplo. La aplicación en lugar de la investigación. La técnica en lugar de la ciencia.
–Es más probable que le den el visto bueno a un distribuidor vial que puedes ver en una maqueta, por ejemplo, a explicar el proceso de programación de algo (cualquier cosa).
–Claro, y es que en ese sentido es una disciplina muy abstracta, me he topado con gente que no capta la idea de que una computadora es algo que programas, que hay gente que vive de hacer que tú puedas interactuar con una máquina que sólo entiende de ceros y unos. Y eso en parte tiene que ver con la accesibilidad de las computadoras.
–Como esas personas que sólo conducen un coche y que no saben que necesita mantenimiento.
–Exacto, eso mero. Me encanta que las compus sean fáciles de usar pero sí puedo ver como a nuestra generación le benefició el haber aprendido a usarlas en una época en que no eran del todo intuitivas... Tenías que aprender. Claro, si nos vamos más atrás la tendencia sigue: muchas personas en los ochentas aprendieron a programar porque para usar una Commodore 64 tenías que saber BASIC a huevo. No bajabas programas de internet, comprabas revistas donde los programas venían impresos y tú los transcribías si querías usarlos.
–Es una consecuencia de la cultura mac, por así decirlo. La interacción se vuelve un reflejo más que raciocinio.
–Es curioso, porque Apple surgió de la filosofía del hacking, del poder meterte con el hardware que comprabas. La primera computadora de Apple venía con un diagrama de los circuitos internos y un manual de programación. Ahora vienen con un papel donde te dice en qué botón se prende y ya.
–Si tuvieras que explicarle a un político sobre la importancia de enseñar código en el país, ¿cómo le venderías la idea?
–Creo que lo más sano sería no explicárselo y poner una escuela de programación particular. Pero, si tuviera que hacerlo... Probablemente le hablaría del razonamiento deductivo y la educación que te da el pensamiento algorítmico al momento de resolver problemas. Le daría una lista de áreas donde la programación es importante, desde lo típico, como programación de aplicaciones comerciales e industriales, hasta lo que menos se sabe, como programación artística o netamente científica (no necesariamente destinada a la aplicación técnica). Realmente es difícil porque sabes que no estás enfrentándote a simple ignorancia, sino a una ideología entera.
Para ver la obra de Jorge Rangel visite los siguientes links: http://music.jrangel.net y http://blog.jrangel.net