Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo/The Huffington Post).- No es que falten razones para mantener a un felino cerca, pero en caso de requerir sustento científico, aquí hay más de cinco razones basadas en estudios para estar seguros que su presencia siempre será benéfica.
Hasta las personas que se inclinan por la especie canina conocen los beneficios de tener mascotas. La ciencia demuestra que los animales pueden ayudar a prevenir alergias en los niños, evitar infecciones respiratorias, mejorar el estado de ánimo e incluso aumentar la autoestima.
MANTIENEN SANO EL CORAZÓN
Según un estudio realizado en 2008 por investigadores del Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota, los dueños de gatos tienen menos probabilidades de morir de un ataque al corazón. Tras monitorear a casi 4 mil 500 personas (tres de cada cinco participantes tenían gato) durante un período de 10 años, los investigadores pudieron determinar que los dueños de gatos experimentaban una reducción del riesgo de muerte por ataque al corazón del 30% en comparación con los participantes que no tenían gatos. Otro estudio de 2009 también llegó a la conclusión de que tener gatos está asociado a una disminución del riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
RONRONEOS TERAPÉUTICOS
Los estudios señalan que el ronroneo de los gatos ayuda a reducir el estrés del dueño, así como su tensión arterial. Además, los gatos pueden producir vibraciones de entre 20 y 140 hercios al ronronear, una frecuencia considerada beneficiosa para una gran variedad de enfermedad, según la Scientific American.
VIDEOS DE GATITOS
El año pasado, investigadores de la Universidad Loma Linda de California descubrieron que con sólo ver 20 minutos de vídeos divertidos se reduce el nivel de cortisol de forma considerable y contribuía a mejorar la memoria a corto plazo de los participantes más mayores. Otra investigación asociaba la risa a un corazón y un sistema inmune más fuertes.
BENÉFICOS PARA AUTISTAS
A los niños y adultos con autismo a veces les cuesta comunicarse con el mundo de su alrededor. No obstante, se ha demostrado que la terapia con animales es una herramienta muy útil de aprendizaje, ya que muchas personas autistas sienten una conexión con los animales más fuerte que las demás personas. Un estudio realizado en Francia en 2012 analizó a 40 niños autistas y a sus mascotas y descubrió que los niños se sentían más tranquilos y podían socializar con más facilidad que los que no tenían mascota. Relacionaron este cambio con un incremento de producción de la oxitocina, una hormona que puede ser generada al acariciar a los gatos y que aumenta los sentimientos de confianza y amor.
Iris Grace Halmshaw, la niña británica de cinco años que aparece en la foto de arriba, fue diagnosticada de autismo en 2011. Su gata Thula la ha ayudado a ganar la confianza suficiente para hablar con las personas de su alrededor, además de como fuente de inspiración en sus pinturas, otro componente de su terapia.
ANTIDEPRESIVOS
La relajación de acariciar a un gato en tu regazo no sólo apacigua tu estrés. Se sabe que esa compañía tangible mejora el estado de ánimo y sirve como distracción positiva para los que luchan contra los trastornos de la depresión. Más allá de su compañía, las mascotas contribuyen a seguir una rutina, mantener la responsabilidad y la actividad social en días que nos costaría más hacerlo. Aunque todas las mascotas nos pueden ayudar a superar una depresión, los gatos son especialmente tranquilos y pacíficos, y estas características pueden ser contagiosas para sus dueños.
COMPAÑÍA
Hasta el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades reconoce que uno de los mayores beneficios de tener mascota es su capacidad para calmar nuestro sentimiento de soledad. A veces son quienes mejor saben escuchar después de un día complicado, y su cara cuando aparece su humano por la puerta recuerda que siempre hay alguien emocionado por verlos. Según investigadores de las Universidades de Miami y Saint Louis, las mascotas pueden cumplir las necesidades sociales de una persona al igual que la compañía de otros humanos.