Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo).– Cada año, cientos de miles de animales son envenenados y asesinados en diferentes pruebas que sirven a la industria en el mundo para diseñar alimentos, medicinas y cosméticos, entre otras. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 24 de abril como el Día Internacional del Animal de Laboratorio, mismo que coincide con la fecha de nacimiento de Lord Lodwing, quien presidió un comité inglés creado en 1875 y que lucha en contra de la experimentación con animales.
La Unión Británica por la Abolición de la Vivisección (BUAV, por sus siglas en inglés) estima que en promedio 115 millones de animales son usados y asesinados en nombre de la ciencia todos los años, mientras que el Reino Unido es uno de los países que más pruebas de este tipo lleva a cabo.
En México se establecieron especificaciones para la producción, cuidado y uso de animales de laboratorio en la Normal Oficial Mexicana NOM-062-ZOO-1999, implementada desde 2001 con la responsabilidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La mayoría de las leyes estatales, que refieren al bienestar animal y sancionan el maltrato, indican que la investigación con animales debe tener únicamente fines científicos, lo que significan procesos rigurosos con personal especializado y certificado en cuestiones de calidad.
El primer paso para terminar con estas pruebas con animales es la educación de las personas y es exactamente lo que Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) y otros activistas defensores de los derechos de los animales realizan en México, explicó Amanda Nordstrom, investigadora asociada del Departamento de Laboratorio de Investigaciones de PETA, en entrevista con SinEmbargo
“Estas pruebas arcaicas fueron prohibidas en la Unión Europea y en Israel, también terminaron en India por lo que estableció un escenario en la comunidad internacional para seguir estas vedas de experimentación para productos en el mundo. Países en América del Sur empiezan a prestar atención a este tema, pero las leyes y regulaciones varían de acuerdo a cada país”, declaró Amanda.
En Sao Paulo, Brasil, la ciudad anunció en 2014 que prohibiría pruebas en animales para el desarrollo de productos cosméticos,luego de que el Gobierno brasileño hizo experimentos de esos productos en animales.
–¿Cuáles son las industrias que realizan más experimentos en animales?
–En todo el mundo, la mayoría de estas pruebas se realizan para fármacos, químicos y sus ingredientes.
El trabajo que se da en América Latina para hacer un progreso en los derechos de los animales es gracias a los grupos que realizan campañas a favor de sus derechos como crear consciencia sobre el tema.
Muchos países de América Latina no requieren realizar pruebas en animales, pero lo permiten. Las compañías que no realizan experimentación animal deciden vender ahí sin comprometer los principios éticos de la empresa o el daño a especies”, explicó Nordstrom.
La investigadora y experta en el tema de la experimentación animal reconoció que el Colegio de Cirujanos de México sostuvo un encuentro en 2014 en la que los especialistas de cada estado de la República asistieron y fueron capacitados para operar TraumaMan, un simulador quirúrgico para sustituir el uso de animales.
PETA, el mayor grupo de personas unido por los derechos de los animales en el mundo y fundado en 1980, donó 30 simuladores en 2014 a México y el país aceptó formalmente reemplazar el uso de animales muertos en cursos de cirugías de traumas en todo el país, lo cual representa una mejora para los doctores y para salvar vidas de los animales.
–¿Cuántos animales están expuestos a esta situación en el mundo?
–Ya que la mayoría de los países no requieren que las compañías mantengan y den a conocer estadísticas del número de animales usados y asesinados en pruebas, sólo se puede hacer una estimación. Tan sólo en China, más de 300 mil animales son usados en pruebas crueles cada año, de acuerdo con la organización. Podemos decir que al menos cientos de miles, si no millones, de animales envenenados en todo el mundo cada año.
Amanda Nordstrom aseguró que estas pruebas se siguen realizando por hábito o por ignorancia, ya que muchas compañías todavía eligen a los animales como sujetos para experimentar productos en países en los que aún no se prohíben estas prácticas.
La experta reconoció, sin embargo, que el creciente número de países que prohíben estas pruebas en animales, más compañías se sumaron a invertir en métodos humanitarios, modernos y que no usan animales.
3M, Revlon, Unilever, Estee Lauder, Clorox, Axe, Band-Aid, algunos productos de L'Oreal, Braun, Chapstick de Pfizer, Clairol, Clinique, Coppertone de Bayer, Dove, Dolce & Gabbana, Donna Karan, Gillette Co, Olay, Pantene y Post-It son algunas de las marcas y productos que PETA identifica que realizan pruebas en animales.
“PETA exhorta a los países de América Latina a seguir el ejemplo de Sao Paulo para prohibir la experimentación de nidales para cualquier fin. Llamamos a los activistas en todos lados a rechazar productos de compañías que realizan estas prácticas y a contactar a su gobierno para pedirles que prohiban las pruebas en animales”, finalizó Nordstrom.
ANIMALES Y PRÁCTICAS
El Reino Unido es uno de los países que más pruebas lleva a cabo de este tipo con el uso de 4.11 millones –de los cuales 2.95 no usan anestesia–, le siguen Canadá con 3.38 millones y Estados Unidos con 1.28 animales para estas pruebas, de acuerdo con La Unión Británica por la Abolición de la Vivisección (BUAV, por sus siglas en inglés).
Las pruebas que más se realizan son de toxicidad, control de medicamentos o enseñanza. Para los exámenes toxicológicos se realizan irritación de patas y ojos, tests de fiebre en conejos y reacciones por botox en roedores.
Algunas de las especies más utilizadas, por ejemplo en Reino Unido, son peces, con 501 mil 841 ejemplares, 138 mil 287 aves, 3 mil 554 perros, 2 mil 202 primates no humanos y 109 gatos.
Los primates son usados para investigar ciertas patologías y enfermedades humanas como el SIDA, la enfermedad de Parkinson y hepatitis. También son usados para tratar desórdenes psicológicos como depresión y ansiedad, más aparte los toxicológicos, de dientes, abuso de drogas, vacunas y clonación.