Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).–Los pericos y guacamayas de México están seriamente amenazados de extinción. La principal causa es el tráfico ilegal para el mercado de mascotas junto con la destrucción de su hábitat natural.
En México existen 22 especies de pericos y guacamayas, de las cuales todas excepto una se encuentran oficialmente en alguna categoría de riesgo: 11 especies en peligro de extinción, 6 amenazadas y 4 bajo protección especial. En el 2010 se publicó una nueva clasificación para las especies de pericos, que aumentó el número de especies en peligro de extinción de 6 a 11.
Esta cifra implica que el 50 por ciento de todas las especies mexicanas están en riesgo de desaparecer a corto plazo. Las aves se distribuyen en 26 de los 32 estados de la república y seis especies son endémicas en México, es decir solo habitan dentro de nuestro país y en ningún otro del mundo.
Las especies endémicas de México son: la cotorra serrana oriental, el perico de cabeza lila, el perico de cabeza roja, el periquito catarina, el perico verde o quila y el perico de Socorro.
Cada año más de 78 mil pericos son capturados ilegalmente y de estos, el 77 por ciento muere antes de llegar a un consumidor, lo que significa que 60 mil pericos mueren. La organización Pericos y Guacamayas México creada en 2009 dio a conocer que 8 de cada 10 pericos muere en proceso de captura, acopio, transporte, distribución y venta.
"O visto de otra manera, significa que por cada perico que compra un consumidor, mueren 4 pericos en el camino desde la captura hasta la venta", explica la organización mexicana.
En octubre de 2008 se prohibió la captura y comercialización de pericos y guacamayas mexicanas, de las 22 especies mexicanas para protegerlas.
Juan Carlos Cantú explicó que el tráfico ilegal de pericos y guacamayas se sostiene por la demanda de los consumidores, sin embargo, la mayoría de los mexicanos desconoce las especies que habitan en el país y las amenazas que enfrentan; en muchos casos, las personas no saben que son parte de una cadena de tráfico ilegal al comprar estas aves y que son el último eslabón de esa cadena.
“Es una forma muy simple: no comprando pericos ni guacamayas silvestres en México. Está prohibido y el hecho de que uno deje de comprar estos animales, ayuda a disminuir la demanda. Uno ayuda a detener el tráfico ilegal”, explicó Juan Carlos Cantú, Director de Programas de la organización Defenders of Wildlife de México.
Cantú también exhortó a las personas a denunciar ante las instancias correspondientes los lugares que vendan a algunas de estas aves en tiendas. La venta de estos animales conlleva una pena de hasta 12 años de prisión.
“Es común encontrar gente que vende animales en la calle, en los cruceros o por internet, en tianguis”, dio a conocer Juan Carlos Cantú.
La mayoría de pericos y guacamayas silvestres que se venden actualmente provienen de tráfico ilegal a pesar de que se intentó regular la captura de estas aves en el país con distintas leyes. En general, el tráfico ilegal de las aves disminuyó alrededor de 12 por ciento desde 2008 al 2015, de acuerdo con el vocero de Defenders of Wildlife de México.
Las especies que se recomienda no adquirir son la guacamaya roja, guacamaya verde, cotorra serrana occidental, cotorra serrana oriental, perico corona lila, perico cabeza amarilla, perico nuca amarilla, perico cabeza roja, perico cabeza azul, perico yucateco, perico cachete amarillo, perico frente blanca, perico catarina, periquito frente naranja, periquito verde, periquito centroamericano, periquito azteca, loro orejirrojo, periquito barrado y perico de socorro.