Ciudad de México, 19 de abril (SinEmbargo/HuffPost Voces).– La publicidad a veces supera su objetivo básico –vender– y se convierte en una excusa para desatar emociones, capaz de conmover a miles de personas. Son ya casi 10 millones de personas las que han visto en todo el mundo una de esas piezas que son más que una marca. Se trata de la campaña My dad's story: Dream for My Child [La historia de mi papá: sueño para mi hija], subida a YouTube por la aseguradora estadounidense MetLife.
En las imágenes se observa a un padre soltero junto con su hija. La vida parece feliz. Él la lleva a pasear, al colegio, de compras, a un restaurante... Hace de todo para que nada le falte. Sin embargo, la pequeña siente que algo no va bien. Se percata de que su padre oculta algo, está cansado y sólo finge. Es entonces que la co-protagonista del video decide escribir una carta, una especie de redacción del colegio, un papel sencillo en el que relata que sabe que su papá no es millonario, que está cansado, que no tiene trabajo. "Él miente por mi culpa", dice la niña. Restan las miradas, la identificación entre padre e hija, el abrazo y las lágrimas de los espectadores.