Ciudad de México, 10 de abril (SinEmbargo).– Los osos polares podrían enfrentar hambrunas por la reducción del hielo donde habitan ya que, de acuerdo con un nuevo estudio, esta especie no será capaz de adaptarse a los alimentos de tierra.
«Los desajustes tróficos entre los depredadores y sus presas aumentan ya que el cambio climático provoca el desacoplamiento de las relaciones fenológicas», explica la investigación realizada por Linda Gormezano de la Universidad de Nueva York, además que un reporte publicado en el diario Fronteras en Ecología, por varios científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El estudio surgió a partir de una teoría en que los osos podrían sobrevivir de alimentos en tierra fija y no de los océanos, como planteaba un estudio realizado por el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York en 2014.
Sin embargo, los científicos temen que los osos polares no lograrían adaptarse finalmente, más que por aproximadamente seis meses.
El cambio climático está impactando a la región de la bahía de Hudson más rápido que cualquier otra parte del Ártico de América del Norte y como consecuencia los osos polares en el oeste de esa Bahía ya experimentan los efectos. Se trata de una coincidencia fenológica con su principal presa que son las focas.
Estos osos polares se basan en sus reservas de energía acumulada para cazar crías de foca en primavera. Como el cambio climático provoca que el hielo en esa bahía se derrita más rápido, los osos podrían tener menos tiempo para cazar crías de foca en el hielo, según las proyecciones.
«Este fenómeno provocaría que tendrían reservas de energía más pequeñas para sobrevivir durante periodos más largos en tierra. Como resultado, la condición de los animales podría deteriorarse y disminuir la eventual reproducción y supervivencia, a menos que se utilicen fuentes de energía alternativa», señala el estudio.
Al realizar análisis sobre su aliento, los resultados sugieren que la energía que gastan en tierra para perseguir animales y cazarlos, les causaría cansancio y su energía no les alcanzaría, además que el alimento no sería suficiente para compensarla.
El hielo donde habitan los osos polares disminuye cada vez más, ya que en 2014 alcanzó su récord mínimo en temporada de invierno y hasta ahora existe poca evidencia de qué tanto podrían lograr adaptarse los osos polares.
Además que la investigadora explica que se deben estudiar los efectos que tendrían las actividades de caza de los osos polares en tierra con otras especies.