El Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar y diversas organizaciones civiles realizaron una función de Roma titulada “Del cine a la realidad, hablemos de derechos y justicia para las trabajadoras del hogar”. Allí vieron “varios Méxicos”, y lo poco que hemos cambiado. “Estos hechos son discriminación normalizada y estructural. La discriminación y el maltrato son cotidianas para nosotras las trabajadoras del hogar. Somos objeto de humillaciones, groserías, acoso y ofensas sin poder hacer nada por necesidad”.
Ciudad de México, 13 de diciembre (SinEmbargo).– En el Centro Universitario de Capacitación Cinematográfica (CUEC) terminó una de las proyecciones programadas de Roma, la multipremiada película del cineasta Alfonso Cuarón. Las convocantes en los comentarios finales insistieron en que el filme retrata “varios Méxicos” y que de los años 70 -época en que se desarrolla la película- a la fecha, poco ha cambiado.
Quienes señalaron esto son las mujeres que hasta hace una semana no eran reconocidas en la Constitución como sujetas merecedoras de seguridad social, un derecho laboral básico.
Entonces, de ese México que ellas padecen, surgen para poner un alto a la invisibilidad del trabajo del hogar y esa lucha ya lleva 20 años.
El Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), el Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (SINACTRAHO) y diversas organizaciones civiles organizaron una función de Roma titulada “Del cine a la realidad, hablemos de derechos y justicia para las trabajadoras del hogar”.
Norma Palacios, representante del SINACTRAHO, dijo antes de la proyección que la lucha que inició hace 20 años en ningún momento dio un paso atrás porque estaban convencidas de que la justicia ante la desvalorización su nuestro trabajo llegaría.
A la par del estreno de Roma, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró anticonstitucional el artículo que dejaba sin obligación de dar seguridad social a las trabajadoras del hogar. También, el Gobierno de México anunció que apresuraría la ratificación del Convenio 189 de la OIT que fortalece los derechos laborales de este sector.
“Las trabajadoras del hogar realizamos un trabajo desvalorizado aunque sea fundamental para vida cotidiana de millones de personas. Sin nosotras no podrían realizarse funciones públicas o privadas de hombres y mujeres, que además confían su patrimonio, la seguridad y el cuidado de personas e incluso la seguridad de sus hijos”, dijo Norma.
Agregó que por lo general los empleadores restan valor a su trabajo al referir que son parte de la familia o lo ven como una ayuda.
“Estos hechos son discriminación normalizada y estructural. La discriminación y el maltrato son cotidianas para nosotras las trabajadoras del hogar. Somos objeto de humillaciones, groserías, acoso y ofensas sin poder hacer nada por necesidad”, sostuvo.
Las opiniones en torno a Roma de parte de otras trabajadoras giraron en torno a que lo que se ve en la película es lo que actualmente ellas viven y por eso lo que quieren hacer con la proyección de la película es que se concientice sobre el problema y que Roma sea solo una fotografía del pasado.
Norma dio las gracias a Yalitzia Aparicio por interpretar a una trabajadora del hogar, “esa trabajadora del hogar que siente el abandono, el maltrato y el dolor y el amor a la familia”.
Al salir de la sala, María Isidra Yáñez, Secretaria Colegiada del Sindicato, comentó a SinEmbargo que Roma retrata los años 70, pero que todo sigue ocurriendo: la violencia, el maltrato y la precariedad.
Y entre sonriendo y llorando dijo que es imposible no sentir emoción al ver la película porque ella se ve ahí, empezando a trabajar a los 14 años tras abandonar Puebla.
Habló de vivir sin oportunidades en provincia; de venir a la Ciudad de México y encontrarse un monstruo; de repetir el día a día cada actividad en la casa; de cuidar a los hijos propios y ajenos; de llevarlos al médico; de que falten guarderías, de no tener seguridad social.
Todo eso, el día a día de una trabajadora del hogar.
“Tenemos que hacer que Roma sea solo una fotografía del pasado y por eso seguimos trabajando varias organizaciones, para que cambie la realidad, pero no nada más para las trabajadoras del hogar, sino para la sociedad. Tenemos que hacer conciencia para una mejor calidad de vida y un trabajo justo”, sostuvo.
María de la Luz Padua, Secretaria General Colegiada del sindicato, recalcó que Roma es una película que revela una de las realidades de México, que a pesar del paso del tiempo, perdura la misma situación.
“Yo soy hija de una trabajadora del hogar, yo también lo soy. Lo que vi en la película lo viví yo de niña y también lo viví como trabajadora.
No cambia mucho la situación y eso es lo importante que refleja esta película. Es importante la conciencia que empecemos a hacer todos. La igualdad en tanto a los derechos debe ser responsabilidad de todos”, comentó en entrevista.
Y consideró que el filme es una oportunidad para desencadenar esa reacción de conciencia en “todos los Méxicos que se viven”.
Norma, previo a la proyección, cerró su comentario con unas palabras que resultó evidente que fueron seleccionadas con cuidado para dejar claro el mensaje de las trabajadoras:
“Roma es la oportunidad de entender los distintos Méxicos, el que nos toca vivir y otro en el que no estamos haciendo algo bien para empezarnos a nombrar como trabajadoras del hogar y entender nuestros derechos. Nuestra historia cambiará cuando empiecen también ustedes a cambiar en casa”.