Se equivocó Andrés Manuel. La inesperada irrupción de Xóchitl Gálvez Ruiz como virtual candidata del Frente Amplio por México a la Presidencia de la República le movió el tablero de la sucesión presidencial. Pareció desquiciarlo. Y decidió meterse de lleno personalmente en la contienda, con toda la fuerza de su popularidad y los recursos que implica su situación como Jefe del Estado Mexicano. Es decir, optó por ser él el candidato… sin estar en la boleta.

Su reacción fue impulsiva: sin respeto alguno por la Ley y a pesar de reiteradas amonestaciones de la autoridad electoral, lanzó una ofensiva personal contra la senadora hidalguense, para tratar de descreditarla de entrada. Usó por supuesto todos los medios oficiales a su alcance para deslizar la idea de que ella o sus empresas se habrían beneficiado con contratos del gobierno. Luego mandó a su esbirro, Víctor Hugo Romo, a acusarla de vivir en una casa irregular, que incluso podría ser demolida. Le sacaron el tema de su informe profesional, que contendría contenidos plagiados de otros documentos.

O sea, el Presidente y su partido recurrieron a lo que los estrategas electorales llaman “campaña negra” para socavar las posibilidades de un candidato. La diferencia es que usualmente se echa mano de ese recurso hacia el final de la contienda, que es cuando suele ser más eficaz  –a veces crucial–,  y ahora se hizo antes de que comenzara.

Y ese fue el error: blindaron a Xóchitl.

Las acusaciones en su contra tuvieron su efecto, claro está; pero ya se gastaron. Difícilmente podrían ser empleadas nuevamente, sobre todo porque a final de cuentas carecen de sustento. Más que denuncias resultaron ataques.

El aparente desplome de la aspirante presidencial de la oposición en las últimas semanas es parte de la misma estrategia; pero resulta que en realidad Xóchitl se ha consolidado en las preferencias electorales, al grado de tener en diversas encuestas (Mitofsky,  Massive Caller, México Elige) entre 30 y 40 por ciento de las preferencias, ¡antes de iniciar formalmente la campaña!

Particularmente significativos son los resultados del ejercicio llevado a cabo por la empresa México Elige, según los cuales la distancia entre Xóchitl y la candidata oficial, Claudia Sheinbaum Pardo (que tiene ya a su disposición todo el aparato del estado mexicano) es de apenas 10.8 puntos porcentuales. La morenista alcanza el 50.9 por ciento en la intención del voto, mientras la aspirante del Frente Amplio por México tiene 40.1 por ciento.

Hay que precisar que México Elige ha sido una de las encuestadoras más certeras. En el caso de la pasada elección de gobernadora en el Estado de México fue la que estuvo más cerca del resultado final. Tuvo un error mínimo de 0.5 por ciento con respecto al resultado oficial, mientras otras empresas fallaron hasta por 20 puntos.

Al margen de las mediciones de opinión, lo que podremos constatar en las próximas semanas es una candidata opositora mucho más asentada y sólida, que arrancará desde un nivel absolutamente competitivo. Más allá del huipil, la frescura, las leperadas  y las ocurrencias, tendremos que ver a una Xóchitl Gálvez que nos sorprenda por la coherencia, claridad y viabilidad de sus propuestas, dotada como está de un carisma que contraste con la frialdad desabrida de su adversaria.  Tendrá que ser la suya a la vez una campaña alegre, divertida, capaz de hacer reverdecer la esperanza.  Lo veremos.

Al blindaje que involuntariamente le aplicaron ya el Presidente y sus subordinados a la abanderada del Frente Amplio, deberán ahora los partidos y sobre todo las organizaciones sociales que la apoyan dotarla de una coraza a prueba de los embates del partido-gobierno, rencarnación del viejo PRI asumida ahora por Morena y su Presidente.

Se van a ir con todo contra ella.

La andanada de ataques que resistió Xóchitl a partir de que anunció su intención de ser candidata a la Presidencia de la República, en junio pasado, puede dar idea de lo que le espera a lo largo de la campaña formal, incluida por supuesto su seguridad personal como algunos han advertido.

Me parece que difícilmente encontrarán ya temas negativos de los cuales asirse para golpearla, como lo hicieron en los meses pasados. No será raro entonces que recurran a la abierta difamación e inclusive a la fabricación de delitos, en lo cual son especialistas. Utilizarán como lo han hecho todo el aparato del estado, en cuanto a recursos, estructura y medios, para denostarla y ridiculizarla y así tratar de descalificarla.

Ya ahora mantienen toda una campaña en ese sentido en los medios de comunicación del Estado, como los canales de televisión 11, 14, 22, TV Educativa, y el Canal del Congreso; el Centro de Producción de Programas Informativos Especiales (CEPROPIE), las 17 estaciones radiofónicas del IMER en el país y el Sistema Público de Radiodifusión de Estado Mexicano (SPR),  que no debieran por ley ser utilizados para fines electorales del partido oficial.

Esa estrategia encabezada por el propio Presidente de la República tratará de minimizar como ahora las posibilidades de la candidata opositora, que prácticamente sin hacer nada más que plantarse frente al tabasqueño ha sido capaz de meter en pánico al oficialismo todo. Y conste que esto apenas empieza. Válgame.

DE LA LIBRE-TA

DESOBEDIENTES. Dice  el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas que la Defensa Nacional no obedece las órdenes del Presidente de abrir a los investigadores toda la información sobre la “guerra sucia”.  Tampoco parece muy obediente la Marina, que contradiciendo instrucciones presidenciales contrata a cinco mil elementos de empresas privadas para la vigilancia del AICM. AMLO por su parte recalca que las fuerzas armadas sí lo obedecen, lo que ya suena… ¡a amenaza!

 @fopinchetti

Francisco Ortiz Pinchetti

https://www.sinembargo.mx/author/franciscoortiz

Fue reportero de Excélsior. Fundador del semanario Proceso, donde fue reportero, editor de asuntos especiales y codirector. Es director del periódico Libre en el Sur y del sitio www.libreenelsur.mx. Autor de De pueblo en pueblo (Océano, 2000) y coautor de El Fenómeno Fox (Planeta, 2001).

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