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VIDEO FUERTE: El torero Gonzalo Caballero recibe una grave cornada en el Día de la Hispanidad

13/10/2019 - 8:55 am

ADVERTENCIA: IMÁGENES FUERTES.

A consecuencia de las lesiones, Gonzalo Caballero, que es el novio de Victoria Federica, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, fue sometido a una cirugía que duró alrededor de dos horas bajo anestesia general.

Madrid, España, 13 de octubre (RT).- El torero Gonzalo Caballero resultó gravemente herido tras la cornada que recibió mientras trataba de matar a su segundo toro durante una corrida que se celebró este sábado con motivo del Día de la Hispanidad en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid.

Cuando el madrileño, de 27 años, se arrojó sobre el animal para enterrarle el acero, recibió una fuerte cornada y segundos después también sufrió varios golpes más. Caballero quedó en el suelo, incapaz de levantarse, y fue llevado a la enfermería de la plaza.

Los médicos informaron que recibió la cornada en el muslo izquierdo en dos trayectorias: una de 30 centímetros y la segunda de 25 centímetros, que le seccionó la vena femoral.

A consecuencia de las lesiones, Caballero, que es el novio de Victoria Federica, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, fue sometido a una cirugía que duró alrededor de dos horas bajo anestesia general.

Horas más tarde, La Plaza de Las Ventas compartió en su cuenta de Twitter el parte médico del torero, el cual detalla que fue intervenido en el hospital San Francisco de Asís, en donde su estado se reporta como muy grave.

CORNADAS EN LAS VENTAS 

Hace poco más de un mes, el pasado 8 de septiembre, el torero mexicano Arturo Macías resultó herido por el primer toro de una corrida que se celebró en Las Ventas, el cual le propinó una cornada en el gemelo derecho, por la cual tuvo que ser intervenido en la enfermería de la plaza.

El percance sobrevino en las postrimerías de la faena de muleta a un toro, de la ganadería de Pallarés, que tuvo tan pocas fuerzas como escaso fondo, embistiendo al paso y costándole también un mundo pasar, frenándose siempre en la mitad de cada muletazo.

En uno de esos parones el animal hizo por el torero, y fue en la huida hacia las tablas cuando lo prendió por el gemelo, levantándolo e hiriéndole certeramente, pues enseguida fue izado por las cuadrillas para llevarlo a la enfermería mientras brotaba un reguero de sangre, que tiñó de rojo el rosa de la media.

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