Estos compuestos pueden disolverse en aceites, por eso se acumulan en el tejido graso de los delfines. Como otros mamíferos marinos, los mulares pueden transmitir los químicos a sus crías durante el embarazo y la lactancia.
Ciudad de México, 13 de septiembre (RT).- Los niveles de mercurio encontrados en el canal de la Mancha en la piel y grasa de delfines mulares, conocidos también como “delfines nariz de botella”, están entre los más altos registrados jamás, afirman científicos en un reporte publicado este jueves en Scientific Reports.
El “coctel tóxico” de mercurio y otros contaminantes orgánicos, algunos de los cuales han estado prohibidos durante décadas, encontrados en grasa subcutánea y piel de varios ejemplares son perjudiciales para los mamíferos, afirman investigadores y recoge AP. Esto debilita el sistema inmunitario y puede incluso afectar al sistema reproductivo de la mayor colonia europea de delfines nariz de botella.
Los científicos de Francia y Bélgica que realizaron la investigación aseveran que los delfines hallaron los tóxicos dentro de la cadena alimenticia. Muchos de los productos químicos, que incluyen también los denominados PCB (bifenilos policlorados) usados como refrigerantes y lubricantes, han sido prohibidos desde la década de 1970 y 1980, sin embargo, persisten en el entorno.
Estos compuestos pueden disolverse en aceites, por eso se acumulan en el tejido graso de los delfines. Como otros mamíferos marinos, los mulares pueden transmitir los químicos a sus crías durante el embarazo y la lactancia.
La profesora asociada de la Universidad de Lieja (Bélgica), Krishna Das, sostiene que las concentraciones elevadas de PCB “pueden alterar la reproducción de mamíferos marinos, lo que lleva a una disminución del número de recién nacidos, lo que afecta la renovación de la población”.
Esta investigación llama la atención sobre el estudio de marzo de este año de la Facultad de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami Rosenstiel, que mostró niveles de mercurio y arsénico en la sangre de grandes tiburones blancos presentes en la costa de Sudáfrica.
Aunque aún no está claro qué nivel de dichos químicos es dañino, en altas concentraciones representan un enorme riesgo para la salud de los animales marinos.