Casi diez años después de que el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa declarase la guerra contra el narcotráfico, el Gobierno cayó en los mismos errores que hicieron crecer a diversos cárteles. Así se explican especialistas la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación, una antigua célula del Cártel de Sinaloa que ha logrado llamar la atención de las autoridades estadounidenses para ser catalogada como uno de los grupos del narcotráfico más poderosos del mundo. Y que ahora parece retar al mismo Estado por el control de algunas zonas. ¿Cómo logró este cártel ganar tanto terreno?
Ciudad de México, 13 de septiembre (Ciudad de México).- La corrupción entre autoridades de los tres niveles de Gobierno permitió la expansión de la célula criminal que inició como un brazo armado del Cártel de Sinaloa para combatir a Los Zetas, y ahora tiene presencia en al menos nueve entidades del país. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) representa el fracaso de la lucha contra las drogas durante este periodo de Gobierno, acusaron académicos y activistas.
Apenas hace unos días diversos medios de comunicación reprodujeron lo que se suponía un audio del líder del CJNG, Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes, en cuyo breve mensaje subordinaba con una serie de insultos a un mando policial, identificado como “Delta 1”.
Pese a que la Comisión Nacional de Seguridad negó haber autenticado el audio, especialistas no dudan que la colusión entre el grupo delictivo y las autoridades exista, de esta cuenta su rápida expansión por el territorio nacional.
La profesora la de la Universidad de Texas en Brownsville Guadalupe Correa-Cabrera refirió que el avance del CJNG, que nació en el 2010 y que ahora exporta drogas para al menos cuatro continentes (Asia, América Latina, África y Europa), se debe a la protección del Gobierno. Una tendencia que ha sido histórica, en la que una agrupación criminal crece de la mano con una administración.
“Lo vimos con el Cártel de Tijuana, con el señor de los Cielos, el Cártel del Golfo de Juan García Abrego y sus vínculos con administraciones, en particular la de Carlos Salinas de Gortari”, detalló.
A nivel de terreno, el CJNG funciona de la mano de autoridades policiales, pese a que el Gobierno de Jalisco ha encabezado depuraciones de policías que reprueben los exámenes de control y confianza. El año pasado, las autoridades estatales anunciaron que concederían una revaluación a mil 800 elementos de los 4 mil 415 que habían sido reprobados en una primera oportunidad.
En la capital del estado,Guadalajara, el Alcalde Enrique Alfaro acusó a SinEmbargo el mes pasado que al menos 100 policías habían sido depuestos por el Ayuntamiento, ya que “habían cruzado la raya entre los buenos y malos”.
El profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Juan Salgado Ibarra explicó que los cárteles son son organizaciones que necesitan tener control territorial y de las vías de comunicación para hacer su trabajo. Por lo que es evidente la colusión. Un fluctuante mercado de las drogas ha puesto al CJNG entre los gigantes de la producción y distribución de metanfetaminas.
De acuerdo con información del Departamento de Estado de los Estados Unidos la venta de mentanfetamina se realiza en porciones de kilogramos, al igual que la heroína; mientras que la cocaína se distribuye por toneladas.
Estados Unidos no escapa de las ventas de este cártel. De acuerdo con el reporte de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de julio 2015, se ha registrado influencia del CJNG en el estado de California, en las ciudades de Reno, Sacramento, Orange, Riverside, San Ysidro (un distrito de la ciudad de San Diego).
El Departamento de Estado ofrece 5 millones de dólares por información que derive en el arresto del líder de la estructura Nemesio Oseguera.
EJÉRCITO A LAS CALLES
La estrategia de sacar el Ejército a las calles para combatir de manera frontal al narcotráfico no ha mermado la violencia, ni la incidencia de los grupos delictivos como el CJNG, apuntó el General en retiro José Francisco Gallardo Rodríguez.
Para que el Ejército pueda atender asuntos de seguridad interior, explicó Gallardo, se hace necesario que el Presidente de la República ponga en marcha el procedimiento del artículo 29 de la constitución. Éste prevé el estado de excepción bajo un tiempo determinado y con la autorización expresa del Congreso.
“En México vivimos un estado de excepción de facto”, aseguró Gallardo, ya que la presencia del Ejército en los patrullajes se ha prolongado de forma permanente. Lo que ha derivado en violaciones a los derechos humanos.
Hechos violentos han servido para apoyar la idea de que los soldados deben estar en las calles. Uno de ellos fue la tragedia del 1 de mayo del 2015, cuando un helicóptero de las fuerzas armadas fue derribado en el municipio Villa Purificación con un lanzacohetes de granada. Dejando ocho militares y una Policía federal muertos. Las autoridades atribuyeron el hecho al CJNG.
Y más reciente fue el derribo de otro helicóptero, del Gobierno del estado de Michoacán, en Huanaca, mediante un disparo de un rifle de asalto. En donde murieron tres policías y el piloto.
Gallardo expuso que en el segundo caso, de haber pilotos con más pericia, no hubiera sucedido el incidente. Aun así, el Estado se basa en los hechos para justificar la utilización de las fuerzas armadas para patrullar las calles.
“Lo que estamos viendo es que el Gobierno perdió la brújula en el tema de seguridad. Lo que hay que hacer es regresar al Ejército a sus cuarteles. Segundo, hacer responsable a la autoridad de que forme una policía nacional como dice la Constitución”, dijo el General en retiro.
Descartó que la iniciativa de ley presidencial para aprobar el Mando Único, en el que las policías de los municipios pasan al control del estado, sea la solución para la ola de violencia que azota el país. En principio porque vulnera a los municipios, que son la estructura del Estado según la Constitución, acotó.
VACÍOS DE PODER
El CJNG ocupó los espacios que dejó la intervención del Gobierno Federal en Michoacán en el 2014, coincidieron especialistas. En la entidad destacaba la operación de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios.
Sin embargo, el eventual trabajo del entonces Comisionado para la Seguridad de Michoacán Alfredo Castillo Cervantes no consideró el fortalecimiento de las autoridades locales, las cuales quedaron vulnerables frente a un eventual regreso de los grupos del crimen organizado a la entidad, una vez terminada la intervención federal.
La Procuraduría General de la República, a través del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), señaló el año pasado que el CJNG se había extendido, además de Michoacán, a Guerrero, Morelos, Veracruz, Nayarit, Guanajuato y Jalisco.
En enero de este año el Presidente Enrique Peña Nieto se jactó de haber abatido o capturado a 99 de los 122 capos que habían sido puestos como objetivos durante su administración. Sin embargo, el descabezamiento no acabó con el narcotráfico.
“La estrategia sí debe tener por supuesto una persecución fuerte y seria a los capos. Pero además de eso se debe basar en atacar inteligencia financiera y los intereses económicos de los cárteles”, apuntó Salgado.
El profesor del CIDE detalló que los cárteles funcionan como negocios. Y están estructurados para regenerarse en caso de que caiga una de las cabezas. De esta forma, los cárteles seguirán operando, mientras que el Estado no desmantele sus aparatos financieros.
En septiembre del año pasado Estados Unidos sancionó a cinco empresas por vínculos con el CJNG, y Los Cuinis, una banda aliada bajo las ordenes de Abigael González Valencia, cuñado de Oseguera; y en el reciente abril las sanciones de congelamiento de cuentas y vetos recayeron sobre siete empresas.
“Nos hemos comprometido a exponer e aislar a cualquier empresa, en Guadalajara y en cualquier otro lugar, que actúe en nombre de esta rica y poderosa organización criminal mexicana y su líder Abigael González”, dijo John E. Smith, Director Interino de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC), en Estados Unidos.
Por otra parte, la captura de capos ha fragmentado a los grandes cárteles y permitido la aparición de pequeñas células criminales que han diversificado sus actividades delictivas, advirtió Salgado. Disparándose así los índices de incidencia delictiva.
En los primeros siete meses del año hubo 11 mil 257 averiguaciones previas por homicidios dolosos. Una cifra que supera a los mismos meses del 2014 y 2015. De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
¿Qué cambió en los últimos diez años en la lucha contra el narcotráfico? Correa-Cabrera apuntó que sólo el manejo mediático. El CJNG ha puesto en duda lo que la autoridades han avanzado en esta materia.
“Calderón se centró mediáticamente en la lucha contra el narcotráfico. En esta administración menos, se ha tratado de desviar la atención hacia otras áreas como las reformas, porque la inseguridad no cesa”, expuso la profesora de la Universidad de Texas.
