Baba Yaga muestra a una familia que se muda a un nuevo departamento a las afueras de la ciudad, en lo que parece ser una pequeña comunidad junto a un bosque en la que los niños desaparecen y nadie parece recordarlos.
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).- Los cines reabren sus puertas esta semana tras varios meses cerrados debido a la pandemia, siguiendo todas las recomendaciones para garantizar la seguridad e higiene de quienes disfrutan de ver una película en la pantalla grande. Entre la selección de películas que forman la cartelera en este regreso está Baba Yaga, una cinta rusa dirigida por Svyatoslav Podgaevskiy y Nathalia Hencker.
¿De qué trata? Baba Yaga muestra a una familia que se muda a un nuevo departamento a las afueras de la ciudad, en lo que parece ser una pequeña comunidad junto a un bosque en la que los niños desaparecen y nadie parece recordarlos. En la familia hay una bebé recién nacida por lo que contratan a una niñera que logra engañar a los padres, sin embargo, el hijo mayor nota el compartimiento extraño de la niñera y trata de advertirle a sus padres, pero estos no le creen.
Baba Yaga llega a las salas de cine como una propuesta que muestra parte del folclor y las historias rusas, retoma el personaje de Baba Yaga, una bruja que vive en las profundidades de un bosque, entre las versiones se cuenta que pasaba de cuidar a niños a comérselos como platillo principal en la cena. En la cinta retoman la idea de esta bruja de los cuentos de hadas para presentarla de una manera diferente: joven y como una niñera.
La historia de la película es algo que puede resultarnos común en el género de terror: los niños desaparecen y los adultos, que podrían estar bajo un hechizo, no se dan cuenta de que sus hijos no existen más, pero los niños sí lo notan, en especial Egor que junto a sus amigos tratará de salvar a una persona muy importante para él.
La cinta inicia bien, ya que atrapa la atención del espectador, sin embargo, pareciera que poco a poco va cayendo en los mismos recursos que vemos en las películas del terror y esto hace que se pierda la intriga que se siente en un inicio a pesar de los giros en la trama. Los niños se esfuerzan en su actuación, aunque la que resulta mejor es la de la niñera.
El punto a rescatar de esta cinta es que presenta una perspectiva y estilo diferente, un buen diseño de producción, destacan los colores e iluminación que se usa en distintas partes de la película y que ayudan a diferenciar las dimensiones en las que los niños se encuentran.
Baba Yaga es una cinta que no espanta al espectador pero con elementos que vale la pena apreciar; una propuesta rusa interesante para la reapertura de los cines.