En febrero de 2015, Alejandro González Rodríguez, alias “El Maníaco”, asesinó a su pareja sentimental Addis Lizeth Saldívar Rangel en Guadalajara, Jalisco. Hasta el día de hoy, el homicidio de Liz sigue impune pues la autoridades locales no han logrado capturar al presunto culpable.
Desde 2015 y hasta el primer trimestre de 2018, en Guadalajara, la capital jalisciense, se han registrado 380 feminicidios, de acuerdo con cifras de Cladem, Organización No Gubernamental.
Por Sugeyry Gándara y Zulema Oviedo
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).– Han pasado ya cuatro años sin justicia para Addis Lizeth Saldívar Rangel, una joven de entonces 31 años que fue asesinada por su pareja sentimental, Alejandro González Rodríguez, alias “El Maníaco”, en Guadalajara, Jalisco.
Mientras el caso de feminicidio de Addis Lizeth está en impunidad, su familia ha tenido que vivir, además, la ineficiencia y corrupción de las autoridades locales que obstaculizan la investigación, también la muerte de su padre Darcy, quien era abogado y falleció en octubre de 2017 buscando justicia para su hija.
Desde 2015 y hasta el primer trimestre de 2018 en Guadalajara, Jalisco, se han registrado 380 feminicidios, de acuerdo con cifras de Cladem, Organización No Gubernamental (ONG).
Addis Lizeth era psicóloga especialista en niños “y era muy entregada a su trabajo, le gustaba mucho tratar con los niños y todos la querían. Tenía muchas ilusiones de poner su propio gabinete, tocaba el saxofón –le gustaba mucho la música– y también era un poco seria con el mundo, pero siempre dispuesta a ayudar”, rememora su hermana Selene Saldívar Rangel.
Un 10 de febrero de 2015, justo un día después de su aniversario de pareja, Alejandro González truncó sus sueños y dejó a su familia y a sus pacientes sin Liz. “El Maniaco” la golpeó y la asfixió hasta asesinarla y dejó el cuerpo de Liz tirado en el piso detrás de un sofá. Además robó sus pertenencias más valiosas, cerró con llave la casa en la que vivían juntos desde hace casi dos años y luego huyó.
EL CASO
La familia de Addis Lizeth conocía a Alejandro desde hace varios años. Fue compañero de Selene en la secundaria y, tiempo después, a través de Facebook, conoció a Liz con quien empezó a salir durante dos años antes de que decidieran irse a vivir juntos.
Selene no tenía buenas referencias de Alejandro por parte de algunos de sus compañeros de la escuela y por lo tanto nunca estuvo de acuerdo con la relación que tenía con su hermana, porque “él ya tenía una vida y mi hermana era soltera, no tenía hijos y ni nada”, dice. “El Maníaco” ya era padre de una niña que hoy tiene 18 años y de otro niño de 8 años, pues supuestamente se había casado dos veces.
Un año antes del asesinato de Liz, la familia se enteró que lo apodaban “El Maníaco” porque “se drogaba, fumaba y tomaba y tenía conductas violentas”, cuenta Selene.
La casa en la que habitaban era de los padres de Alejandro y todos los días, antes de ir a trabajar, Liz llevaba a casa de Hilda, su madre, a “Perri”, su perro Schnauzer, para que se lo cuidara.
La mañana del martes 10 de febrero, Liz no llevó a “Perri” a casa de sus padres y más tarde su jefa llamó a su madre para preguntar por ella, pues tampoco había llegado a trabajar. Pasaron tres días hasta que Hilda acudió preocupada al domicilio de la pareja para averiguar qué era lo que estaba pasando.
“Cuando mi madre fue a la casa no vio el carro y todo estaba muy cerrado. Estuvo tocando sin una respuesta. Fue a casa de los padres de Alejandro a preguntar y ellos, nerviosos, insistieron que ahí debían estar. Mi mamá se regresó y escuchó a ‘Perri’, pensó que ya llevaba días encerrado”, narra Selene.
Ese momento fue cuando la madre de Liz se alarmó y los padres de Alejandro autorizaron que se llamara a un cerrajero para poder ingresar a la casa. “Pero cuando el cerrajero se asoma por la ventana ve detrás del sillón una pierna y le dice a mi mamá: ‘no señora yo no puedo abrir porque ahí hay una persona tirada’”, relata la hermana de Liz.
Entre lágrimas, Selene recuerda que su hermano Edgar fue quien entró y vio el cuerpo de Liz. “Me dijo que no le dijera a mi mamá porque mi hermana ya estaba muerta”.
El cuerpo de Liz se encontraba en descomposición “ya estaba hinchado y se veía que tenía varios días ahí”, dice Selene. La familia realizó los trámites para que fuera llevado al Servicio Médico Forense (Semefo).
Addis Lizbeth fue asesinada por Alejandro en la madrugada del 10 de febrero.
“Cuando pasa esto, yo salí y les pregunté a sus padres por el paradero de Alejandro y la mamá muy nerviosa me dijo que un día antes había ido a la casa: ‘nos dijo que se peleó con Liz y tenía un golpe en la rodilla’”. Sin embargo, los padres de “El Maníaco” se fueron sin ser interrogados por el Ministerio Público (MP).
LOS ANTECEDENTES
Selene recuerda que días antes del asesinato de su hermana, Liz le había comentado que ya quería dejar a Alejandro y regresar a vivir a casa de sus padres. “Estaba angustiada y sobre todo tenía la necesidad de volver a casa porque yo la vi que ya no estaba contenta, había perdido aquella luz que le caracterizaba. Yo creo que ella le ha de haber dicho a Alejandro que se iba y él se puso violento”, añade.
El día que las autoridades llegaron al domicilio de Addis Lizeth y Alejandro, una vecina le contó a Selene que “él seguido la violentaba y que noches anteriores se había escuchado mucho ruido violento y que mi hermana pedía ayuda muy desesperada. Me dijo que ella llamó a una patrulla la cual nunca llegó”.
Selene dice que “también me contó que seguido la golpeaba y la violentaba y solía haber problemas con frecuencia. En muchas ocasiones [la vecina] llegó a ver que él la traía del cabello ,pero nunca intercedió porque él era muy violento: lo conocían desde hace años junto con sus padres”.
La última vez que Selene vio a su hermana fue el día que la acompañó a festejar su aniversario con Alejandro; sin embargo sólo permaneció un rato porque ya percibía la situación como incómoda.
“En cuanto él [Alejandro] empezó a notar que yo era como diferente, comenzó a mal aconsejarla y apartarla de su familia”, relata Selene. Sin embargo, Liz siempre fue muy unida con sus hermanos, que incluso cumplían años en el mismo mes.
LOS PADRES Y LAS AUTORIDADES
Selene quien es abogada, dice con coraje que han tenido muchos problemas con las autoridades de Jalisco para que se aplique la justicia, pues “El Maníaco” sigue prófugo a pesar de que hace poco más de medio año –dos años después del asesinato– ella y su padre lograron que las autoridades giraran una orden de aprehensión en su contra por el feminicidio de Addis Lizeth.
Sin embargo, “todos en la colonia nos dicen que sus padres lo tienen escondido en una casa que estña más lejos de aquí, pero van y lo visitan. Incluso lo han visto en la zona Metropolitana [de Guadalajara]; o sea, él anda aquí como si nada, libre de toda culpa. A nosotros nos cambió toda la vida”, denuncia Selene.
La hermana de Liz relata el largo proceso que se enfrentaron ella y su padre –quien también era abogado– para que lograran la integración de la averiguación previa. “Mi padre y yo anduvimos haciendo todo porque la justicia nunca nos ayudó”.
Selene denuncia que los padres se han encargado de bloquear de caso para que “El Maníaco” no sea aprehendido. “Cuando logramos que la Juez lo consignara, unos conocidos nos informaron que durante todo este tiempo [los padres de Alejandro] tenían a alguien que los apoyaba para que no se le diera procedimiento a la averiguación”, dice.
En otra ocasión un policía encargado del caso “le vendió la información a los padres de ‘El Maníaco’; les dijo que había una averiguación previa y al tener la dirección de él [Alejandro] el policía le dijo que lo estábamos buscando y [los padres] lo cambiaron de lugar para que no fuera atrapado”.
Darcy, su padre, murió en octubre de 2017.
“Siempre estuvo peleando, murió en busca de justicia para mi hermana porque las autoridades no han hecho nada y todo lo que se ha logrado es gracias a mi padre”, destaca Selene.