En La guerra que nos ocultan, editado por Planeta, el autor, junto a sus colaboradores Félix Santana y Miguel Ángel Alvarado, revelan cómo los registros de actividades telefónicas posteriores al asesinato de Julio César Mondragón Fontes la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero los guiaron hasta lo más hondo de un país que tergiversa la realidad.
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).- Sí estuvo el Ejército. Sí el rostro de Julio César Mondragón fue desollado. Sí está la industria minera detrás del crimen de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Estas son las convicciones que guían al escritor e investigador Francisco Cruz, quien junto a sus colaboradores Félix Santana y Miguel Ángel Alvarado, se valió de documentos clasificados y de los testimonios de los familiares directos del joven que apareció con el rostro desollado, para investigar y aportar nuevos elementos al crimen de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Para los autores, el contexto económico en donde reinan las grandes corporaciones mineras –se ha encontrado uranio, aseguran- se topó de bruces con la larga e histórica lucha sindical y estudiantil que dieron voz y voto a Guerrero.
El Ejército, en este escenario, sería la mano ejecutora de los inversores a quienes molestan los movimientos sociales tradicionales de la región. Se trata de las multinacionales mineras que han hecho suyo el cinturón de oro que va desde Tlatlaya, en el Estado de México, hasta Mezcala, en el corazón de Guerrero, con espíritu de saqueo e impunidad, afirman los investigadores.
“Cuando empiezas a investigar encuentras que hay un plan sistemático para eliminar a todos los luchadores anti-mineros”, dice Francisco Cruz en la entrevista con sin embargo, grabada por el equipo de televisión que comanda Sandra Sánchez y que ofrecemos en esta nota.
Los crímenes extrajudiciales, la violación a los derechos humanos, la destrucción de evidencias y las investigaciones amañadas amenazan, como nunca antes, la estabilidad social del país demuestran en esta investigación “que somos un país controlado por los militares y que el Presidente Enrique Peña nieto es un incapaz”, asegura Francisco Cruz.
“Vivimos un proceso militarista” donde el Ejército obra como factor determinante en los conflictos internos y no para la defensa de una presunta agresión externa, afirma.
¿Qué hay detrás de la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Iguala? ¿Cómo entender la trama de impunidad y represión que involucra a autoridades estatales y federales, a las fuerzas armadas, a mineras transnacionales y al crimen organizado en México? ¿Cuál es la guerra que nos oculta el gobierno?
De eso trata el libro La guerra que nos ocultan.