Revolucionaria Institucional desde 1973, laboró con Salinas de Gortari, quiso ser Presidenta de México aliada con el PAN y se dice antirreeleccionista. Pero Beatriz Paredes, por “comodidad institucional”, no ha fijado una postura clara frente a la figura de Alejandro Moreno, dirigente del PRI.
Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).– La Senadora priista Beatriz Paredes Rangel, echa a un lado de la elección presidencial por el propio dirigente Alejandro Moreno, se dice una convencida antirreeleccionista tanto en su partido como en el sistema político mexicano. Sin embargo, contrario a su abierta postura contra la Reforma al Poder Judicial y contra la solicitud de renuncia a la Ministra presidenta Norma Piña, no se ha pronunciado firmemente sobre Alejandro Moreno, quien capturó al PRI.
–¿Cómo evalúa la postura de la Senadora Beatriz Paredes, exdirigente histórica del PRI, frente a la figura de Alejandro Moreno?– se le cuestionó a Miguel Ángel Romero, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) que ha escrito durante años sobre el PRI.
–La postura que ella está manejando con respecto a ‘Alito’ es una postura muy cómoda, institucional. Beatriz Paredes tiene un papel relevante porque fue de las pioneras en la política como mujer, fue líder de la Comisión Nacional Campesina, un espacio donde básicamente los hombres son los que dominan el espacio; luego Gobernadora de Tlaxcala y es una política longeva, no hay nadie en el PRI que tenga tantos años en la política como ella, que empieza en sus años de juventud en los setentas, con Luis Echeverría Álvarez. Lo ha venido haciendo así porque una de sus características principales es la no confrontación; ella no se confronta con nadie que tenga el poder, la base de su secreto de mantenerse siempre en las posiciones relevantes es tener una inteligencia para no confrontar. Es una inteligencia que la aplica para provecho de ella. Nadie discute que es una persona preparada, que es una gran polemista en el Senado, debate y argumenta bien, pero a lo largo de su historia nunca ha polemizado más allá de lo que no le conviene.
En efecto, una de sus recientes frases tras ser excluida de la carrera presidencial por “Alito” fue: “soy ajedrecista, no boxeadora”.
En su participación en la Mesa de Estatutos días previos a la 24 Asamblea Nacional del PRI, Paredes presentó una moción para no modificar el artículo 178 que prohibía la reelección de la presidencia y secretaría general a nivel nacional y estatales. A pesar de que el partido nació con el principio de la no reelección “para evitar la concentración de poder en cacicazgos”, como ella escribió en el documento, la propuesta fue rechazada dado el control del grupo de “Alito”. Ya el domingo 7 de julio en la Asamblea, a la que la legisladora no acudió, se aprobó la elección consecutiva de las dirigencias.
“Como si ella no supiera que el 95 por ciento de los delegados son afines a ‘Alito’, como han sido siempre en todas las épocas los encuentros en la preparación de una asamblea. Ella lo que está haciendo con ese discurso es convalidando de manera formal la decisión”, observó el académico.
Paredes Rangel, que en 2022 se destapó como aspirante a la Presidencia de la República, no contendió por un cargo legislativo para la 66 Legislatura (2024-2027). No buscó reelegirse. De hecho, mira con simpatía la iniciativa que presentará la Presidenta electa Claudia Sheinbaum sobre eliminar la reelección en cargos legislativos. Y, aunque algunas encuestas la muestran como favorita para ser la próxima dirigente del PRI, dice no estar interesada en volver a serlo como en 2007-2010.
“Mi ciclo en la vida parlamentaria ha concluido. Estaré haciendo política como ciudadana, estaré participando activamente en la vida pública y también me voy a concentrar en algo que siempre ha sido mi segunda vocación, que son las letras y el arte. Voy a escribir”, declaró recientemente a Milenio.
Paredes tiene un posgrado en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Barcelona.se define como amante de los libros y la música; es cantautora, de hecho, del disco “El loco afán” (2003).
Es decir, consciente de las crisis internas de los partidos de oposición incluyendo el suyo, está pensando en su retiro político. Para el analista político Miguel Ángel Romero Miranda, debió haberse retirado desde hace muchos años para dejar el espacio a nuevos cuadros priistas, pero siempre ha sido un “prototipo de priista de los setenta”.
Lo único claro es que en junio de 2022 fue una de las priistas que se reunió con Alejandro Moreno por la “adversidad” que desde entonces atravesaba el partido. Sin embargo, tras este 2024 en que el PRI obtuvo menos votos que Movimiento Ciudadano, y en que Alito se inclinó por una candidata panista, esta vez Paredes no firmó el desplegado de exlíderes priistas que recientemente pidieron la renuncia de Moreno y rechazaron su intento de reelección. Solamente, de manera muy cómoda, generaliza su rechazo a la reelección en el PRI y en el sistema político mexicano.
En contraste, su compañero de bancada y líder de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), Carlos Aceves, ha sido más claro. No acudió a la 24 Asamblea Nacional y días antes declaró que el PRI “ya es un partido de cuates, de una camarilla”, a través de Juan Carlos Velasco, Secretario de Acción Política cetemista.
El miércoles 10 de julio, al salir de la sesión en el pleno del Senado, se le pidió a la Senadora Beatriz Paredes para este Close Up unos minutos para responder dos preguntas: si ya se retirará de la política y el porqué de su postura cómoda frente a Alito.
La priista respondió: “no, me están esperando, te las debo”, y continuó su camino hacia la oficina del PRI en la Cámara Alta, donde estaba el coordinador de la bancada de diputados Rubén Moreira, brazo derecho de Alito y a favor de su reelección.
Ese encuentro entre legisladores priistas se dio horas antes de la reunión por Zoom para definir el método de elección de la directiva 2024-2028 y la emisión de la convocatoria.
PAREDES, LA DIRIGENTE PRIISTA
En San Esteban Tizatlán, una localidad de Tlaxcala con zona arqueológica, Beatriz Paredes nació en 1953, pero creció entre Huamantla y el entonces Distrito Federal. Su padre Higinio Paredes fue un campesino, marinero y Senador por Tlaxcala, y su madre Bertha Rangel –con quien vivió en la capital mexicana– fue quien le contagió su gusto por el arte, principalmente por la música y el teatro.
Quería estudiar composición musical en Veracruz, pero egresó como socióloga por la UNAM por su vena política manifestada desde que reclamó un fraude en la primaria por “distorsionar” las reglas en un proceso electoral, algo que recuerda lo vivido durante la elección interna del Frente Amplio por México.
“Mi vocación no estaba a la par de mi personalidad política. Había sido jefa de grupo en la secundaria, (auxiliar de su profesor de matemáticas), fui representante de la generación de la preparatoria, había ganado el concurso estatal de oratoria… tenía una personalidad política, yo no me daba cuenta”, compartió en entrevista con Denise Maerker cuando fue candidata a la jefatura de Gobierno del DF.
A los 21 años, por invitación de su tutor político, el Gobernador tlaxcalteca Emilio Sánchez Piedras, arrancó su larga carrera legislativa en el Congreso de Tlaxcala, donde posteriormente fue electa Gobernadora para el periodo 1987-1992 con más del 90 por ciento de los votos. Desde 1973, en tiempos de Echeverría con quien cenó cuando era Diputada local, inició su fiel militancia en el PRI.
Tras ser la primera Gobernadora mujer de Tlaxcala, el Presidente Carlos Salinas de Gortari la propuso como Embajadora de México en Cuba y a su regreso al país le encargó una subsecretaría en Gobernación, así como incorporarse a la campaña del candidato presidencial en 1994 cuando fue electo Ernesto Zedillo tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
“Es una política que ha transitado desde Echeverría y en el conflicto Salinas-Zedillo ella salió sin mancha. Era subsecretaria de Salinas, no tuvo problemas”, evocó el académico de la UAM.
Como priista de antaño, ha pasado por diversos cargos dentro del PRI juvenil, local y nacional, e incluso es socia de la Confederación Nacional Campesina (CNC), el brazo sindical agrícola del partido. “Vengo del sector campesino”, ha dicho. Frente al sexenio panista de Vicente Fox, asegura haber sido oposición desde la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
En 2007, en su segundo intento y con un PRI expulsado de la Presidencia de la República, fue la primera priista que llegó a la dirigencia nacional por una votación directa de los militantes. Recibió al partido como tercera fuerza política. Reconociendo la crisis en la que en ese entonces también estaba, escribió en 2008:
“(El partido) tendrá que abandonar sus lastres: lograr que no se asocie automáticamente PRI con corrupción. Que sus figuras negativas no deterioren su imagen general. Y superar sus riesgos, sobre todo los de la balcanización, el mercantilismo y la frivolidad en la política”.
Dieciséis años antes de que la reelección fuese permitida en el PRI a favor de “Alito”, Paredes propuso:
“Tiene que resolver sus desafíos: sostener su identidad ideológica como el partido orgullosamente heredero de la prosapia revolucionaria, pero capaz de comprender la realidad de la sociedad mexicana de las primeras décadas del 2000 y las expectativas del México del siglo XXI; ubicarse dentro de la esfera progresista y democrática, en el ámbito de la socialdemocracia, reinterpretando los principios que siguen siendo válidos de sus antecedentes y asumiendo la agenda progresista del orbe, en lo que corresponda; vincularse a la nueva generación y volverse opción para la juventud mexicana. Tener aptitud de realizar alianzas. Un partido que sea percibido por las mayorías ciudadanas como la alternativa para desarrollar a México en condiciones de equidad, justicia y democracia. Que dé certidumbre”.
No lo hizo. Sus líderes y gobernadores siguieron protagonizando casos de corrupción y desvío de dinero público; y el PRI se unió electoralmente con Acción Nacional para alejarse de la ciudadanía y acercarse del todo a la cúpula empresarial.
Paredes culminó su dirigencia del partido en 2011. Hasta ese momento de su carrera, lo único para lo que no había logrado ser electa era para Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, cargo por el que contendió en 2006 frente a Marcelo Ebrard. En 2012, a la par de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, volvió a intentarlo.
“El centro del poder político desde siempre, el núcleo de la recreación cultural, la fascinación que ha ejercido el Distrito Federal sobre toda la población del país es la de una madre generosa a la que acudes en busca de ayuda, de enseñanza, de consuelo”, declaró durante su arranque de campaña en mayo de 2012 en el Auditorio Nacional, en compañía del candidato presidencial Peña Nieto.
Pero volvió a perder frente al perredista Miguel Ángel Mancera, hoy compañero en el Senado.
DESECHADA POR SU PARTIDO
Aunque su fuerte ha sido la carrera legislativa que empezó a los 21 años, Beatriz Paredes se destapó en octubre de 2022 como aspirante a la Presidencia de la República por la coalición PRI-PAN-PRD, justo un año después del accidente automovilístico que le fracturó el tobillo y que –tras varias cirugías– hasta la fecha la obliga a caminar con bastón y desplazarse en silla de ruedas eléctrica.
Feminista confesa, buscó ser la primera mujer Presidenta de México. Durante el registro de su aspiración en el PRI para participar en el proceso interno del Frente Amplio, el dirigente Alejandro Moreno la calificó como “una gran mexicana, una gran priista compañera de partido que queremos mucho”. La abrazó. Casi dos meses después la traicionó a favor de la panista Xóchitl Gálvez.
–Un hombre (Alejandro Moreno) decidió sobre el futuro que tú podrías haber tenido respecto a una candidatura presidencial… no te consultaron– le planteó la podcastera La Chávez en marzo de 2024, cuando Xóchitl Gálvez ya estaba en campaña.
–No me informaron, pero no creo que haya decidido él –acotó la Senadora priista–. Creo que este es un tema de grandes intereses, yo no pienso que la política sea un asunto de carácter individual. Hay como estadios en la política, están los inicios y luego las grandes ligas. En las grandes ligas esto es un tema de grandes intereses. Mi apuesta, cuando decidí participar en el proceso interno, era convencer a los partidos de nuestra alianza que una candidata o un candidato de centro izquierda era más funcional en esta competencia que un candidato o una candidata de centro derecha. Funcional competitivo porque desde mi perspectiva el electorado que no comparte la propuesta de la 4T ya está muy consolidado, y ese electorado va votar en contra. Pero hay un electorado en duda que, desde mi perspectiva, es más progresista que conservador y desde esa lógica, desde mi perspectiva estratégica, era mejor una candidata de centro izquierda; por eso me postulé. Y por la hipótesis de que muchos priistas votaron en 2018 por Morena. No fue suficiente mi argumentación, este análisis, no pesó lo suficiente entre quienes estaban incidiendo (…) Se optó por otra lógica, una lógica más mercadotécnica, una candidatura más fresca, menos vinculada a lo que pudiera reconocerse como un político profesional; en el fondo fueron esos dos modelos. Lo demás es anécdota.
–Pero en esa anécdota, ¿cómo afrontaste que no tenías información previa (encuestas que no la favorecían mencionadas por Alito)?, ¿no genera algún tipo de frustración, de enojo, de coraje?– insistió la politóloga La Chávez.
–No, siempre las cosas desde luego te afectan, pero yo soy jugadora de ajedrez, no boxeadora…
Aquel 8 de julio de 2023, tras recibir aplausos de bienvenida de las bases priistas, Paredes Rangel declaró durante su registro que, así como lo hizo desde Diputados durante el foxismo, buscaba encabezar a la oposición contra el autoritarismo y la defensa de las libertades y la democracia:
“Estamos ante un paso más de esta transición a que nos lleva la circunstancia del hecho de enfrentar una regresión autoritaria. La capacidad de innovación, de resiliencia, de comprensión del movimiento histórico que han tenido los partidos políticos mexicanos de la oposición para convocar la conformación de un frente amplio opositor revela esa intuición extraordinaria de la élite política mexicana (…) lo verdaderamente trascendente es que nos están convocando a conformar una nueva gran fuerza política que articule la vocación democrática de los mexicanos”.
Ya afuera de la sede del PRI, entre los priistas de varios estados, justificó el ir en alianza con el PAN y el PRD: “Qué significativo acontecimiento político el que tres fuerzas políticas diversas, que han tenido una actuación muy importante en la construcción de la democracia de nuestro país en la última década, tengan la capacidad de subordinar sus propósitos unilaterales y poner por encima los grandes propósitos del país y de la democracia de México”.
Casi dos meses después, el 28 de agosto de 2023, Alito declaró en entrevista radiofónica que las encuestas no favorecían a Beatriz Paredes, quien calificó la declaración de “banquetera”, puesto que el Comité Organizador del Frente Amplio no había dado a conocer las tendencias. Hasta el 31 de agosto dicho Comité anunció que –ya sin necesidad de una elección interna como primero se había establecido– la candidata de la derecha sería Xóchitl Gálvez porque le iba mejor en sus encuestas respecto a Paredes. Al final, la panista terminó recibiendo solo 16 millones de los votos (27 por ciento) frente a los más de 35 millones de sufragios a favor de la Presidenta electa de izquierda Claudia Sheinbaum.
“En las encuestas oficiales no salí arriba por un margen significativo. Ello –y las decisiones del Comité Nacional del partido en el que milito– me llevan a reconocer que el proceso no me es favorable. Así es la democracia, se gana o se pierde”, dijo la priista en un video.
El analista político Miguel Ángel Romero observó que Alejandro Moreno la “usó” en un inicio y, después de acuerdos con la cúpula del PAN y PRD, se portó grosero, aceleró el proceso y la hizo a un lado:
“Alito tuvo una postura muy inadecuada, grosera con ella (…) Ella vuelve a tener un comportamiento institucional y (en entrevista con López Dóriga) dijo que no podía llenar de adjetivos a su líder del partido. Una vez más Beatriz Paredes es un personaje que aguanta todo y ese ha sido su única manera de mantenerse tanto tiempo, aguantar vara, no pelear con quienes tienen el poder, no criticar”.
Además de agachar la cabeza y aceptar la decisión del dirigente, no contendió por ningún cargo legislativo o político este 2 de junio; no buscó refugiarse en la plurinominal como varios de sus compañeros. En sus últimos días como legisladora, hasta el 31 de agosto de 2024, salió en defensa de la Ministra presidenta Norma Piña, a quien se le pidió que renunciara a ser la vocera del Poder Judicial durante los foros sobre la iniciativa.
“Me ha resultado muy sorprendente que en el marco del esfuerzo de los foros de consulta en paralelo se esté dando una lucha sorda por el poder hacia el interior de la Suprema Corte de Justicia. Es una expresión de un oportunismo político extraordinario la pretensión de algunos ministros de relevar a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia. Yo no tengo ninguna relación personal con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, es más, nunca he sostenido un diálogo con ella, pero expreso mi respeto y mi aprecio como la primera mujer que llegó a presidir la Suprema Corte de Justicia y me parece que su actitud en los foros de consulta fue una actitud de apertura y de disposición para profundizar en las reformas requeridas”, declaró durante una sesión de la Comisión Permanente.
Sin embargo, nada mencionó sobre la cena privada entre la Ministra Norma Piña y el dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno en diciembre pasado, previo al proceso electoral. Ante preguntas puntuales de la prensa sobre su postura en torno a Alejandro Moreno, les da la vuelta y generaliza su rechazo a la reelección por sí misma.
Sobre quien la traicionó durante su anhelo a la Presidencia, sobre quien está llevando a la muerte a su partido, ha decidido guardar silencio; como si el discurso político no fuera justamente uno de sus principales características por las que será recordada.