Mentí cuando te dije que seríamos felices para siempre es el primer poemario de Maira Colín, ganador del Premio Nacional de Poesía Sonora 2017, y nada lo define mejor que un libro que capta la esencia del amor en sus cuatro estaciones: desde la primavera hasta el invierno, pues lo mismo nos habla del deseo irrefrenable como del término del amor idílico e idealizado para dar paso al desencanto y la resignación ante la cotidianidad.
Por Diana Ramírez Luna
Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).– Hace algunos años me senté a platicar con Maira Colín acerca de su novela Salida de emergencia y me hablaba de esos momentos en que las salidas de evacuación son no sólo necesarias sino urgentes. En ese sentido, podríamos decir que su libro Mentí cuando te dije que seríamos felices para siempre es la contraparte, ese instante en el que las salidas se cierran y no queda más que quedarse a enfrentar lo que nos corresponde.
Mentí cuando te dije que seríamos felices para siempre es el primer poemario de Maira, ganador del Premio Nacional de Poesía Sonora 2017, y nada lo define mejor que un libro que capta la esencia del amor en sus cuatro estaciones: desde la primavera hasta el invierno, pues lo mismo nos habla del deseo irrefrenable como del término del amor idílico e idealizado para dar paso al desencanto y la resignación ante la cotidianidad.
Plagado de frases poderosas y contundentes, la autora nos regala un universo de figuras que nos remiten al ciclo de vida del amor y a la naturaleza, pues nos muestra el ciclo inminente del amor: Desde la etapa de la dulce cotidianidad de una pareja que recién comienza a habitar el mismo espacio hasta la incertidubre de la felicidad que se sabe inasible para siempre.
El recurso de llevar la narrativa al plano de la poesía da como resultado este poemario que nos deja ver que el amor también es dudas y miedo. Mentí cuando te dije que seríamos felices para siempre es una continua resignación ante lo efímero del amor, pues se trata de un libro que nos habla de la cotidianidad y de la nostalgia, pero sobre todo, de cómo la cotidianidad se torna nostalgia.
Maira nos deja presenciar el momento justo en que la fascinación por alguien se nos desborda para luego llevarnos al instante en el que esa persona se nos convierte en un ser más humano y menos Dios.
“Ya no sé decir cuándo se agotó la noche en nuestra casa”, nos dice la poeta, pues a lo largo del libro podemos ver que resignifica el día como la realidad, el caos, y la noche como la fantasía y el idilio.
A través de imágenes poéticas de la cotidianidad, Maira nos habla de aquello que en ocasiones nos parece indecible: la resistencia ante lo inevitable, la soledad en compañía del ser amado, el miedo a convertirse en pasado, la costumbre y la fatalidad del silencio. Del amor que no reverdece.
Dividido en tres momentos y editado por Bonobos editores, se trata de un libro que los seguidores de la poesía contemporánea no pueden dejar de leer y que, seguramente, les dejará más de una frase rondando en la cabeza