Manifestarse y ser como eres; ¿o no, señor carnero? es un relato desde las entrañas de la Marcha del Orgullo LGBT.
Por Melchor López Hernández
Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).– Oleada del cielo con su azul leve, ven abraza-me porque no habrá lluvia que estorbe la felicidad que da el convivio de la comunidad ele-ge-te-te-te-be, que abraza la bandera de colores/arcoíris de paz y salud, de lucha y de protesta, pero primero vamos a bailar con la alegría porque todos podemos ser y ver al otro que saluda y que tiene el mismo sabor de la vida.
Oleada con los colores del arcoíris en el festín/vamos-a-protestar-pero-primero-túpele-a-la-charrería–y-a-los-caballos; ven tómate la foto mientras sostengo la bandera que voy a ondear.
Oleada de satisfacción por saberse y como dijo una morra de la comunidad LGBTTTI (Lésbico, gay, bisexual, transexual, trans-género, travesti e intersexual): “lo importante es manifestarse y ser como eres”.
La protesta es fiesta/delirio/vida para expresarnos sin miedo, ¿ya es todo? Mta pensé que podía decir más, bueno, hasta-chao. Nms, otros hiper-mamados, ¿y ese carnero a un lado de una mariposa?
Metro atascado de frescura diferente al de la semana como trinchera de inseguridad… Ven, es por acá, mejor vamos a caminar y sirve que vemos la llegada de gente por otras calles que no sea la Zona-Rosa, mta, ya me cansé pero ya se ve a ese compa, que es morra o no sé, pero su bandera es la guía para atreverse y salir del clóset.
Oleada de LGBTTTI que ya salió y cerró y tiró a la basura el clóset desde hace rato en la Ciudad de México. Y van y gritan un rato; ríen/beben/besan/abrazan. Jálate y mira a esa morro-ta y los tráilers con enormes globos: quiero elevarme con ellos tan alto y besar el cielo y que aviente la lluvia y deslizarme por los colores del arcoíris de verdad.
Marcha-festín-protesta: saca la pancarta y las chelas, pero mejor dame un beso y te abrazo porque la tarde está rica pero con selfie o ¿te da pena que nos miren en las redes sociales?
No veo a mi amiga pero la siento cerca con su grupo de transgénero y las banderas y la batucada que se preparó por días porque no alcanza para rentar un tráiler, y menos para tremendos bafles pero lo importante es apañar la calle y hacerla nuestra y ver mamados y disfraces. EseCarneroFueElqueMásMeImpactó.
La ola no termina de elevarse y ya anda por Balderas para encallar en el Zócalo, pero toma vuelo desde el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México que le rodea la cresta/sorpresa por la invasión de tanta montaña de sonrisas multicolores.