Las semillas de girasol son ricas en minerales, como el manganeso, calcio, cobre, fósforo y selenio, lo que beneficia la salud ósea, además de otras bondades como la fibra y las vitaminas que aportan.
Por Fiorella Espinosa, El Poder del Consumidor
Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).- Las semillas de girasol pueden ser blancas, rojas, incluso amarillas pero las más conocidas y que suelen consumirse son las de color oscuro con rayas blancas alargadas, pero ¿qué propiedades y beneficios aporta comerlas?
¿QUÉ ES LA SEMILLA DE GIRASOL?
Son las semillas de la planta de la familia de las Asteráceas, y de la especie Helianthus annuus L.
Las semillas se encuentran en el centro de la flor, el girasol, y tienen una cubierta generalmente obscura con rayas blancas a lo largo. También se les llaman pipas, maravillas o maíz de teja.
La planta de girasol es nativa de América y se sabe que se domesticó primero en México al menos 2 mil 600 A.C.
Para los aztecas y otomíes, el girasol representaba a la deidad del sol.
Después de llevarse a Europa, su mayor comercialización se dio en Rusia. Hoy en día, el país con mayor producción es Ucrania, seguido de Rusia y Argentina en tercer lugar.
En México, el girasol se siembra de manera asociada al maíz, frijol y calabaza, es decir, que frecuentemente forma parte de la milpa. Es reconocido el atole de semillas de girasol en México.
Se produce principalmente en la región de la Huasteca, abarcando los estados de San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas.
Actualmente, gran parte del cultivo de la semilla de girasol se destina a fabricar aceite de girasol.
¿QUÉ NUTRIMENTOS Y BENEFICIOS APORTA?
Las semillas de girasol se caracterizan por ser ricas en vitamina E, lo que les confiere diversas propiedades.
Esta vitamina es un potente antioxidante, lo que ayuda a mantener sanas las células y con ello evitar diversas enfermedades. Por ejemplo, evitan que se oxide el colesterol, impidiendo así que se adhiera a las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de eventos cardiovasculares.
Además, la vitamina E de los alimentos disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de colon, así como de complicaciones en personas con diabetes mellitus.
En mujeres en etapa de menopausia se ha visto que disminuye la severidad y la frecuencia de los bochornos.
El efecto antioxidante también conlleva a generar efectos antiinflamatorios que resultan en la reducción de síntomas de asma, osteoartritis y artritis reumatoide.
Las semillas de girasol también son ricas en minerales, como el manganeso, calcio, cobre, fósforo y selenio, que promueven la salud ósea, entre muchas otras funciones vitales del cuerpo.
El tipo de grasas o ácidos grasos (ácido linoléico) que contiene es de las más saludables, beneficiando nuevamente la salud cardiovascular, a diferencia de otras grasas, como las de las carnes o las frituras.
Las semillas también son naturalmente ricas en fibra, lo que lo hace un alimento muy completo y recomendable para consumir como snack.
Hay que mencionar también que su contenido calórico es alto, aunque se puede decir que son calorías de buena calidad.
Una porción de 30 gramos (3 cucharadas) es adecuada para obtener alrededor de 200 calorías (lo recomendado para un snack), 6 gramos de proteína, 16 de grasas y 4 gramos de fibra.
Se recomienda preferir las semillas al aceite de girasol, ya que éste se refina y se pierden algunas de las propiedades mencionadas.
¿CUÁNTO CUESTA?
En los mercados se pueden encontrar los 250 gramos de semilla de girasol, ya pelada en alrededor de 25 pesos o bien en 10 pesos con cáscara.
Esta cantidad pelada rinde para 8 porciones, por lo que cada porción tendría un costo de 3 pesos.
¿CÓMO SE RECOMIENDA CONSUMIRLA?
Lo más recomendable es consumir las semillas de girasol sin la cáscara, para evitar lesiones internas, o bien masticarla muy bien.
Para evitar consumir altas cantidades de sodio, se recomienda degustarlas sin sal.
Como se mencionó, puede consumirse como snack o también añadiendo las semillas a la granola de la mañana o ensaladas.
¿SABÍAS QUÉ..?
También se les llama maíz de teja, debido a que los habitantes del pequeño poblado de Pinal de Amoles en Querétaro, donde el atole de esa semilla es tradicional, dejaban secarlas sobre las tejas de sus casas.