Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).- México fue este lunes tema mundial. Los medios internacionales reseñaron intensamente la fuga de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, quien el sábado por la noche escapó del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “El Altiplano”, prisión que era catalogada como de “máxima seguridad”.
La prensa más influyente del mundo (de New York Times al Financial Times, pasando por The Economist) no se anduvo con rodeos. Es la corrupción, la impunidad y la incapacidad del gobierno mexicano la que está detrás de esta fuga, resumió.
Líderes de opinión en México coincidieron durante el día en que la fuga del capo del narcotráfico sólo demuestra el elevado nivel de corrupción en el Estado mexicano. Lo mismo se dijo en el extranjero. La historia que parece de película, no lo es: “El Chapo” Guzmán pudo ser beneficiado con más que un túnel: algunas versiones indican incluso que tuvo horas de gracia para escapar. La versión del túnel de un kilómetro y medio de extensión, que comunicaba la ducha de su celda dentro de la prisión hasta una casa abandonada, también ha generado sospechas.
La segunda fuga “es tan ridícula, que amenaza con hacer de México un hazmerreír”, dijo hoy el diario británico Financial Times. Peor aún, dice el rotativo británico, sucedió sólo cuatro días antes de que México comience su más importante iniciativa económica desde la firma, en 1993, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAM): una ronda de subastas de petróleo que permitirá a las empresas extranjeras, como ExxonMobil y Royal Dutch Shell, comprar en el sector energético del país por primera vez en casi 80 años.
“Si todo va bien, este proceso histórico restaurará disminución de la producción de petróleo, las tasas de crecimiento económico mediocres y a atraer 50 mil millones de dólares de inversión extranjera en tres años. Sin embargo, la inversión esperada no va a fluir si -como el escape muestra- la impunidad, la corrupción y el débil Estado de derecho siguen siendo la norma en México y no la excepción”, señaló el diario británico especializado.
Por la mañana, The Financial Times fue todavía más rudo: “El más famoso fugitivo de México pudo haber utilizado un túnel para salir de una cárcel de alta seguridad, pero es Enrique Peña Nieto, el Presidente del país, quien ahora se encuentra en un hoyo”.
El “gran escape” de Joaquín Guzmán es un recordatorio de la fuerza de la delincuencia organizada mexicana y la debilidad de las fuerzas de seguridad, agregó.
Antes, The Economist planteó:
“El escape arrojará dudas sobre la seguridad en general de la prisión del Altiplano, donde muchos de los capos mexicanos de la droga capturados durante el mandato de Peña son encarcelados. Curiosamente, han sido capaces de comunicarse entre sí, a pesar de que muchos de ellos son rivales mortales. Este año, más de 135 presos, entre ellos Guzmán, enviaron una carta a una organización de derechos humanos en la que se quejan de malos tratos y mala comida en el Altiplano. Para los ricos reclusos de esa cárcel, esa libertad debe saberles particularmente buena”.
“[…] Muchos mexicanos expresaron incredulidad ante su impresionante fuga, y se preguntaron cuánto de la menguante credibilidad del gobierno pudo haber escapado a través del túnel que llevó al narcotraficante a la libertad”, dice hoy, por su parte, The New York Times.
“La impresionante fuga de Guzmán, conocido como ‘El Chapo’, de lo que se supone que es la prisión más segura del país, fue el último golpe a la ya debilitada presidencia de Enrique Peña Nieto. Se alimenta de un cinismo profundo en México sobre la dirección del país y de sus instituciones, llenas de corrupción a balazos”.
“La falta de estado de derecho, la mancha de la corrupción y el desastre del sistema penal en México es probablemente el problema número uno de México”, le dijo Enrique Krauze al diario neoyorquino.
El historiador mexicano agregó: “Nuestra peor pesadilla ha sucedido. Esto tiene un peso tremendo, real y simbólico”.
“Las ruedas están saliendo en la guerra contra las drogas y no es sólo en México”, dijo Jeremy McDermott, director de InsightCrime, un grupo de investigación con sede en Medellín, Colombia, que rastrea el crimen organizado en América.
Así, la atención se centró de lleno en Peña Nieto y en su incapacidad para superar los males profundamente arraigados, de la corrupción, de la impunidad y una regla errónea de la ley, dice el rotativo estadounidense.
“Cuando Peña Nieto asumió el cargo en diciembre de 2012, trató de desviar la atención del país y su imagen, distanciándola de ser una nación consumida por la violencia del narcotráfico y de la corrupción, y siguió adelante con las reformas que muchos mexicanos sentían eran necesarias desde hace mucho tiempo”, dice el NYT.
Sin embargo, la propia imagen del Peña Nieto ha sido golpeada por acusaciones de corrupción en su círculo inmediato, dice el diario sobre la casa blanca, Angélica Rivera y Luis Videgaray,
“La situación de Peña Nieto, hundido en las encuestas a los niveles más bajos en décadas que había tenido un Presidente mexicano, y los votantes, hartos de los partidos tradicionales, eligieron candidatos independientes por primera vez en las elecciones de junio, entre ellos el gobernador del eje económico, Nuevo León”.
Aunque sacudido, afirma el New York Times, el Presidente ha tratado de posicionar a México como un país en el movimiento económico, asegurando que su país ya no se encuentra sumido en la violencia de la guerra contra las drogas y la corrupción de las administraciones pasadas. Sin embargo, los episodios de extrema violencia y la corrupción siguieron arrastrando al país de nuevo en el punto de mira, enfatiza el rotativo, recordando el reciente caso del Cártel Jalisco Nueva Generación, y el de septiembre pasado, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Guerrero.
Y a pesar de esto, “…no está del todo claro que el señor Peña Nieto haya recibido el mensaje. Muchos mexicanos criticaron su decisión de permanecer en Francia tras el anuncio de la fuga de Guzmán. A pesar de que envió a su Secretario de Gobernación para supervisar la operación de recuperar el capo de la droga, el Presidente insistió en que tenía que quedarse a firmar acuerdos económicos”, dice el diario.
“El Chapo encarna todas las ansiedades equivocadas de Estados Unidos sobre México”, dijo The Guardian.
El capo es un ejemplo de la empobrecida historia de México empobrecida, violenta, sucia, de un estado corrupto, de un Estado fallido, dice la nota del rotativo británico firmada por Daniel Peña.
Y los estadounidenses necesitan a Joaquín “El Chapo” Guzmán como una máquina necesita grasa, dice la nota.
“No importa donde se destacan los estadounidenses ideológicamente, ‘El Chapo’ confirma lo que saben que es verdad acerca de su vecino del sur. Para la derecha estadounidense, Guzmán confirma la acusación de Donald Trump sobre los mexicanos, cuando él los llamó narcotraficantes, violadores y criminales en su discurso como candidato presidencial. La izquierda estadounidense necesita ‘El Chapo’ como una manera de restaurar o afirmar nuestro sentido liberal de la identidad y, tal vez, nuestro propósito en la vida: para mejorar las vidas de las personas de la narcoviolencia plagada de México y limpiar nuestra conciencia. ‘El Chapo’ personifica lo último de la ansiedad americana sobre la gran invasión de color marrón”.
El multimillonario Donald Trump, aspirante a la presidencia de Estados Unidos, aprovechó ayer domingo la fuga del narcotraficante para volver a atacar a México.
“El mayor señor de las drogas de México escapa de la cárcel. Corrupción increíble y EEUU está pagando el precio. ¡Se lo dije!”, escribió hoy en twitter el empresario, que compite por ser el representante del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016.
En otra nota firmada por su corresponsal en México, Jo Tuckman, el diario británico The Guardian, dice que la fuga del capo sinaloense “humilla al presidente mexicano de manera personal”.
“Tras las rejas, Joaquín Guzmán era un símbolo brillante de los esfuerzos del gobierno para acabar con la violencia de la guerra de las drogas. Su fuga pone en evidencia la corrupción endémica… y es una gran vergüenza”, escribió Tuckman desde la Ciudad de México.
“Se mire como se mire, esto es muy malo,” dijo el analista político y ex jefe de la agencia de inteligencia mexicano Guillermo Valdés a The Guardian. “Va a ser muy difícil de quitar la marca indeleble que esto ha hecho en la imagen pública e histórica del gobierno”.
Valdés dijo que creía que era poco probable que la cacería lanzada para localizar a “El Chapo” tendrá éxito, a menos que el “infame” líder del poderoso cártel de Sinaloa cometa un error estúpido o el gobierno sea muy afortunado.
“Se demostró la debilidad de las instituciones en las que una cárcel de alta seguridad pueda ser penetrado a través de una mezcla de corrupción, la ineptitud y la eficacia operativa de la delincuencia organizada”, dijo Valdés. “El Estado se ve putrefacto”.
“Los estadounidenses están muy enojado”, dijo el experto en seguridad internacional Edgardo Buscaglia. “Pero este profundo fracaso del modelo de seguridad y de la lucha contra la corrupción podría ser una bendición disfrazada si produce la presión internacional que es necesaria para forzar a un debilitado presidente Peña, de que implemente políticas públicas que realmente empiezan con él”.
Por su parte, el Washington Post dice que la fuga del capo sinaloense hace “brillar los problemas de corrupción que ensombrecen a México”.
Pa fugarse, “El Chapo” habría necesitado un conocimiento detallado de la distribución de la prisión, información considerada secreto de Estado. Las preguntas se han centrado en si la audaz fuga de la prisión fue simplemente una hazaña de la ingeniería o si otros factores estaban en juego, dice el WP.
“Su segundo de escape ha llegado a ser visto como un ejemplo flagrante de la debilidad fatal en la lucha de México para hacer el país más seguro, y que los sobornos y comisiones ilegales son tan comunes que los funcionarios del gobierno no se pueden confiar en su trabajo contra la delincuencia organizada”.
“Hay sectores del gobierno de Estados Unidos que ya no quieren colaborar tanto con el gobierno mexicano porque existe tanta corrupción”, dijo Jorge Chabat, analista de seguridad en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). “Este escape confirma, lamentablemente, que existe un problema de corrupción muy grave”.
El presidente Enrique Peña Nieto y su gobierno también han sufrido de las acusaciones de corrupción financiera, dice el Washington Post.
Esta situación “revela la debilidad de las instituciones del Estado mexicano, la infiltración criminal en los más altos niveles”, le dijo al diario estadounidense, Denise Dresser, columnista y profesora en ciencias políticas. “Es imposible pensar que podría haber escapado sin la participación del personal de la prisión, y probablemente con los elementos del gobierno federal”.
“La respuesta es una sola palabra: la corrupción”, escribió Alejandro Hope, analista de seguridad y ex funcionario de inteligencia, en su columna de El Universal el lunes. “O la intimidación. O tal vez ambas cosas”.
En ello coincidió el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien sostuvo que la corrupción de las autoridades federales en el penal de El Antiplano propició la fuga de “El Chapo” Guzmán.
El mandatario dijo en conferencia de prensa, que es una pena, que “a pesar de los esfuerzos, de los riesgos que corra la policía, y de los esfuerzos de coordinación de los gobiernos de los estados, la corrupción de la gente de los penales venga a dar un golpe como éste, venga a afectar todo el trabajo”.
Detalló que cuando se habla de corrupción en el penal federal, se habla de al autoridad federal, por lo que instó a que “habrá que deslindar las responsabilidades y ver quiénes tienen qué responder por ellas”.
EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO
“Guzmán, como líder del todo-poderoso Cártel de Sinaloa, tiene claramente los recursos -el dinero y la gente- para ir a cualquier sitio (del mundo)”, dice hoy el diario estadounidense Los Ángeles Times.
“Su riqueza y sus tentáculos se extienden por todo el mundo, y muchos lugares le darían con mucho gusto darle la bienvenida, para así mantenerlo fuera del alcance de las autoridades mexicanas y estadounidenses”, indica el medio californiano.
A Centroamérica le sería fácil ir. Los vuelos en pequeños aviones no está regulado en esta parte del mundo, y Guzmán fácilmente podría viajar a las tierras salvajes de otros países cercanos. Además, su Cártel cuenta con amplias redes en Guatemala y otras partes de Centro y Sudamérica, por no hablar de Europa y Australia, dice el rotativo estadounidense.
A los Estados Unidos, ni hablar, aunque su joven esposa viajó a Los Angeles en 2011 para dar a luz a sus gemelos.
Solían decir, que una vez que “El Chapo” esté las montañas, sería como tratar de encontrar a Osama Bin Laden en el desierto. Y a pesar de que cuenta con innumerables opciones de destino, por lo general Guzmán ha parecido estar más cómodo en casa, dice el medio.
Durante gran parte de su última década a la fuga, se cree que Guzmán se mantuvo en gran medida en el llamado Triángulo de Oro, la sección montañosa del centro de México, donde su estado natal, Sinaloa, colinda con los estados de baja densidad de población de Durango y Sonora.
“Él fue visto con frecuencia ir a los restaurantes de la región, asistir a fiestas o pasear por las plazas locales”, dice la nota de Los Ángeles Times.
“Esta es su santuario, su pequeña casa”, dijo un residente de Culiacán, capital de Sinaloa, quien, como la mayoría, no quiso ser identificado por temor a represalias.
MÉXICO CORRUPTO
Si lo anterior fuera poco, los ciudadanos estadounidenses tienden a tener opiniones negativas de los mexicanos, dice una encuesta realizada por la empresa de sondeos de opinión YouGov. El 65 por ciento de los estadounidenses describe a México como un país “corrupto” y el 49 por ciento piensa que es un país “sin ley”.
La postura más grave es que un tercio de los estadounidenses (el 34 por ciento) piensa que México es un “Estado fallido”.
El informe estima también que existen 559 millones de hispanoparlantes en todo el mundo, una cifra que incluye 470 millones de hablantes nativos (6.7 por ciento de la población mundial) sumado a el grupo de competencia limitada, así como los que los que lo estudian como lengua extranjera.
El Índice de Desarrollo Humano ubica al español como la segunda lengua más importante del mundo, detrás de inglés, pero por delante del chino mandarín. En 2030 los hispanohablantes serán el 7.5 por ciento de la población mundial y dentro de tres o cuatro generaciones el 10 por ciento se entenderá en español.
También es el tercer idioma más utilizado en Internet, aunque menos de 8 por ciento del tráfico de la web está en español. Su uso ha crecido más de mil 100 por ciento entre los años 2000 y 2013.
El informe indica que el español es la segunda lengua más usada en la red social Twitter en Londres y Nueva York. También ocupa el segundo lugar en Facebook, muy por detrás del inglés, aunque muy por delante del portugués, tercera lengua de Facebook.
Además, el español es hoy la segunda lengua más importante en Wikipedia por número de visitas, frente a la quinta posición que ocupaba hace un año. Solo el inglés precede al español en visitas a la conocida enciclopedia virtual, que utiliza más de 280 idiomas y que fue distinguida hace poco con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional.
UNA MALA OPINIÓN
Los mexicanos suelen tener opiniones positivas de Estados Unidos, pero esto no es correspondido por sus vecinos del norte, según el sondeo de YouGov, realizado con entrevistas a mil adultos entre el 9 y el 11 de junio pasado, con un margen de error de +-4.1 por ciento.
Desde finales del siglo XIX los estadounidenses y mexicanos han compartido estrechas relaciones diplomáticas y económicas, además de que México es hoy en día el tercer socio comercial de Estados Unidos, mientras que los norteamericanos son los mayores socios comerciales de los mexicanos.
Por otra parte, los mexico-americanos constituyen más del 10 por ciento de la población de Estados Unidos, pero a pesar de los estrechos lazos, existen puntos de tensión entre los dos países.
Millones de mexicanos viven ilegalmente en Estados Unidos, mientras que la enorme demanda de drogas ilegales en EU ha convertido a grandes partes del norte de México en una zona de guerra, con cárteles de la droga luchando por controlar las rutas de contrabando al otro lado de la frontera.
La encuesta de YouGov muestra que las opiniones de los estadounidenses sobre México son mucho peores que la de los mexicanos hacia los ciudadanos del país de norte.
El 70 por ciento de los mexicanos describen a Estados Unidos como un país “fuerte” y el 41 por ciento dice que es un país seguro (aunque el 32 por ciento también lo describe como “egoísta”).
En cambio, el 65 por ciento de los estadounidenses describe a México como un país “corrupto” y el 49 por ciento piensa que es un país “sin ley”. La postura más grave es que un tercio de los estadounidenses (el 34 por ciento) piensa que México es un “Estado fallido”.
Esta disparidad se extiende a si las personas ven al otro país como un buen o un mal vecino. El 44 por ciento de los estadounidenses piensa que México es un mal vecino, mientras que el 34 por ciento dice que es un buen vecino. Sólo el 16 por ciento de los mexicanos cree que Estados Unidos es un mal vecino, mientras que el 79 por ciento dice que Estados Unidos es un buen vecino para México.
Cuando se les preguntó a los encuestados si Estados Unidos ha tratado históricamente a México bien o mal, la mayoría de los mexicanos (el 59 por ciento) y muchos estadounidenses (el 49 por ciento) dicen que el tratamiento americano hacia México ha sido bueno, aunque el 36 por ciento de los mexicanos cree que Estados Unidos ha tratado, históricamente, de forma “muy pobre” a México.