La Jueza María Magdalena Malpica Cervantes determinó el pasado 8 de junio que la Ministra Yasmín Esquivel Mossa es la única autora de la tesis que presentó para titularse de la licenciatura en Derecho por la UNAM. No obstante, el diario El País tuvo acceso al veredicto que se emitió sin la réplica de Édgar Ulises, el otro exalumno que publicó un año antes su trabajo y que acusa que fue plagiado.
Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– La Jueza María Magdalena Malpica Cervantes concluyó que la Ministra Yasmín Esquivel es la autora original de la tesis de licenciatura en Derecho con base en peritajes sobre la antigüedad del papel, una comparación de firmas y las declaraciones de testigos que afirman haberla visto escribir el trabajo de titulación, de acuerdo con la sentencia a la que tuvo acceso el diario El País.
El texto de El País, que firman los reporteros Zedryk Raziel y Beatriz Guillén, detalla que que la sentencia de la Jueza “no hace una comparación entre ese texto y el que presentó un año antes el alumno Edgar Ulises Báez para buscar inconsistencias y tampoco recibe la versión de Báez, quien no se presentó al juicio y fue declarado ‘en rebeldía’”.
Para avalar que Yasmín Esquivel es la verdadera autora, la Jueza Malpica da por buenos cinco peritajes y los testimonios de dos supuestos excompañeros de la Ministra, de acuerdo con la sentencia del caso 275/2023 a la que tuvo acceso El País.
Según el diario, entre las pruebas que favorecieron a Esquivel están dos estudios de “documentoscopia” que determinaron que la Ministra elaboró un índice de la tesis Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del artículo 123, apartado A en diciembre de 1985 y que estas hojas no fueron manipuladas, por lo que corresponden exactamente a ese mes y año.
Además, se revisó otro peritaje en el que se compararon las firmas de la propia Esquivel, entre su estilo actual y el que usaba entonces, para abonar a la idea de que no fabricó a posteriori el proyecto de 1985. Una última prueba es un análisis “lingüístico” que afirma que Esquivel tuvo que ser la autora de la tesis de licenciatura.
El País detalló que la jueza Malpica dio valor probatorio pleno a las pruebas ofrecidas por Esquivel porque el demandado, Báez, “no acudió a refutarlas ni a dar su versión de los hechos, con lo que resultó confeso de las acusaciones de plagio, conforme el Código Penal capitalino”.
“Se condena a Edgar Ulises Báez Gutiérrez para que se abstenga en lo futuro de seguir presentándose como autor de ‘Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del artículo 123 constitucional, Apartado A’, en virtud de que, al haber utilizado en su tesis profesional partes importantes de la obra de la actora, viola los derechos de autora de Yasmín Esquivel Mossa”, según la resolución del 17 de mayo de la Jueza a la que tuvo acceso El País.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no fue incluida entre las partes del juicio, a pesar de que ambos trabajos fueron presentados en esa casa de estudios.
El diario El País enlista los puntos que la Jueza valoró para concluir que Esquivel es la verdadera autora de la tesis:
–Experiencias de vida: Según la sentencia, la Jueza valoró que en la biografía de la Ministra ocurrieron eventos que la motivaron a escribir exactamente la tesis que sustentó en 1987. La defensa señaló que en 1983 Esquivel trabajaba en Bancomer y pertenecía al Sindicato Nacional de Auténticos Empleados de ese banco, “lo cual despertó su inquietud e interés en los sindicatos”; además, en 1985 estudió materias de Derecho al Trabajo y comenzó a laborar en la Alcaldía Coyoacán como trabajadora de confianza.
Como prueba, se lee en el texto de El País, “la defensa entregó copia de la credencial que el sindicato de Bancomer le expidió a Esquivel como integrante”.
–Los amigos que la vieron: Otra prueba que presentó la defensa fueron declaraciones de excompañeros de clases de la Ministra que afirmaron haberla visto escribir su tesis. Las declaraciones fueron fechadas el 3 de febrero pasado y corresponden a dos personas identificadas como Norma Silva Becerril y Enrique Fierro Hernández.
No obstante, El País reveló que “no hay registro de que esas personas hayan coincidido con Esquivel en aulas y en la Secretaría de Educación sólo consta el registro profesional de un Enrique Fierro Hernández que se graduó como físico por la UNAM una década después, en 1997. De la otra testigo, Norma Silva, se tiene constancia de que cursó y se graduó en Educación Física en una universidad diferente en 1987”.
–El proyecto de 1985: De acuerdo con El País, gran parte de la defensa de Esquivel se sustenta en un documento que la hoy Ministra habría entregado a su asesora de tesis, Martha Rodríguez, como proyecto de titulación y que consiste en cuatro hojas tamaño carta que contienen el índice mecanografiado de su trabajo.
“La sentencia de la jueza Malpica valida que, si bien la tesis de Esquivel se imprimió después que la de Báez, esto es porque este logró concluir antes los trámites de titulación, no por haber sido el autor original. Dado que Báez no se presentó al juicio —la sentencia no explica por qué, aunque afirma que fue debidamente notificado—, no aportó documentos que demostraran que él inició el proyecto antes de diciembre de 1985. Sin embargo, en la redacción de su tesis, en el tercer capítulo, Báez hace mención a artículos de periódicos publicados en noviembre de ese año”, refiere El País.
–La edad del papel: El diario detalló que Esquivel entregó a la Jueza dos peritajes para acreditar que el papel usado para el índice de diciembre de 1985 corresponde efectivamente a esa fecha: uno fue elaborado por Juan Manuel Pacheco Ibarra, licenciado en criminalística en 2018 por la Universidad Insurgentes plantel Tlalpan, y el otro por Yolanda Katiuska León Ramírez, perito en grafoscopia y documentoscopia de la Fiscalía de Ciudad de México, que estableció que el documento de 1985 —la carátula y capitulado— “no presenta indicios de alteración y características de haber sido manipulado o envejecido artificiosamente”.
El País consultó a dos editores de libros que afirmaron que los análisis sobre la antigüedad de un papel no son capaces de arrojar con puntualidad a qué año y mes corresponde el material.
–La madurez de las firmas: La defensa de la Ministra también entregó a la Jueza un análisis de firmas autógrafas hecho por Brígida Carbajal Sánchez, especialista en grafoscopia y documentoscopia.
“La perito revisó la firma de Esquivel plasmada en el índice de 1985, y concluyó el 13 de febrero pasado que su estilo corresponde al que la ministra debió usar hace casi cuatro décadas, es decir, que la firma no fue colocada a posteriori”, sostiene el peritaje entregado por la defensa revisado por El País.
–Mismo estilo que la tesis de doctorado: Otro de los peritajes es un dictamen en materia de lingüística elaborado por María del Pilar Montes de Oca, exdirectora de la revista Algarabía, el 11 de febrero de 2023. Según El País, “la experta realiza un análisis hermenéutico-lingüístico-discursivo de forma detenida a la tesis de licenciatura de la ministra y también a la de doctorado, y concluye que ambos textos fueron escritos, pensados y realizados por la misma persona”.
Sin embargo, una investigación de El País desveló que Esquivel también plagió en la tesis con la que obtuvo en 2009 el grado de doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac.
–La confesión: La defensa hace referencia a las declaraciones de Martha Rodríguez y Edgar Ulises Báez, recogidas en la carpeta de investigación que inició la Fiscalía de Ciudad de México en diciembre y que finalmente cerró por la prescripción del delito. Allí, la profesora reconoce que entregó el trabajo de Esquivel a Báez y a otros alumnos que tutorizaba. Según Báez escribió: “Mi asesora me mostró un trabajo que estaba realizando otra alumna sobre el mismo tema, de ese trabajo tomé varias referencias y texto porque necesitaba acabar la carrera rápido”.
Finalmente, El País destacó aspectos que la Jueza no valoró al revisar la tesis de la Ministra.
“En su sentencia, la jueza apenas hace un análisis en profundidad de los textos, de manera que se desvele cuál de ellos es el original. Sí incluye una comparativa de ambas tesis en la que subraya en amarillo lo que considera que Báez agregó después. A veces es solo una palabra distinta entre decenas de páginas iguales. Pero sí hay una diferencia radical entre ambos trabajos: Edgar Ulises Báez incluye un trabajo de campo, que consta de ocho entrevistas a dirigentes sindicales y del análisis de esas respuestas. Son unas 50 páginas que no están en la tesis de la ministra Esquivel”, destacó el diario en sus conclusiones.
El País agregó que la Jueza tampoco parece fijarse en algunos aspectos evidentes entre las tesis.
“Aunque muy similares, los títulos de Báez y Esquivel son distintos: La inoperancia del sindicato de los trabajadores de confianza del artículo 123 constitucional apartado A, dice el de él; y La inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del artículo 123 apartado A, el de ella. Sin embargo, en su primer capítulo, cuando Esquivel presenta su tema, utiliza el título de Báez en vez del suyo. O, en el índice, Esquivel apunta que su primer apartado se llama Antecedentes, mientras que el de Báez se denomina Planteamiento del problema. Pero, de nuevo, en el desarrollo de su trabajo, ya en la página tres, Esquivel escribe el nombre elegido por el otro alumno y no el suyo. Estos errores están también presentes en la comparativa que la jueza incluye en su sentencia, pero Malpica no hace ninguna referencia. Tampoco influyen en su veredicto”, refiere el diario.