Revocar el silencio es un libro que ya no puede estar ausente en los anaqueles del conocimiento: es una lectura de imágenes con un excelente ensayo de la escritora Francesca Gargallo, temas obligados para entender esta lucha. Para Francesca, docente, escritora de ficción, poesía, filosofía, feminismo e historia, Revocar el Silencio es un “proyecto educativo a través de la mirada”, mismo que se asienta como el primer libro por los derechos animales en la historia de la fotografía mexicana.
Por Elideth Fernández
Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).- Para mí es un privilegio participar en el Seminario de la Colección Luz Portátil. Tres lustros después porque de esta manera mi trabajo coexiste con tan admirados artistas y académicos como Susana Casarín, Arnoldo Kraus, David Huerta, Alberto Ruy Sánchez y tantos otros que conforman la gran familia de Artes de México. Sin embargo, confieso que lo que más celebro es que el tema sobre los Derechos animales esté puesto en esta importante mesa que lleva como título “Multiplicidad de Miradas” para su reflexión y visibilización. Aplaudo que el movimiento por la Liberación Animal se escuche entre grandes autores y autoras.
Así pues, tampoco me cansaré de repetir mi siempre profundo agradecimiento para Pedro Tzontémoc, director de la Colección Luz portátil. Fue él quien abogó por mi trabajo, y le agradezco su enorme sensibilidad, porque él ha aportado en esta lucha animalista más de lo que él mismo siquiera se imagina. Mi libro Revocar el Silencio ha trascendido fronteras y ha llegado a múltiples pensamientos y a diversos ámbitos tanto culturales como sociales y políticos.
En octubre de 2018, me invitaron a presentar el libro en el marco del Festival Internacional Cervantino con sede en la Ciudad de Orizaba, Veracruz. En octubre de 2019, lo presenté en la París durante la Cumbre Internacional Antitauromaquia, donde estuvo presente la ministra india Maneka Gandhi y de quien recibí un especial y solidario reconocimiento por mi trabajo. Asimismo, fui invitada a los Conversatorios para la Educación y Construcción de Paz en México, coordinados por la escritora y maestra Adela Salinas, en la Universidad Iberoamericana.
Sin duda, el tema por los Derechos Animales ya no es ajeno a otros movimientos sociales. En el marco de la cátedra 2019, Antropología y Generación con clave de género, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) se invitó a activistas del Movimiento Consciencia – Fundación Internacional por el Reconocimiento de la Consciencia y de los Derechos de los Animales y fui convocada, junto con Francesca Gargallo, para presentar nuestro libro. Revocar el silencio es un libro que ya no puede estar ausente en los anaqueles del conocimiento: es una lectura de imágenes con un excelente ensayo de la escritora Francesca Gargallo, temas obligados para entender esta lucha. Para Francesca, docente, escritora de ficción, poesía, filosofía, feminismo e historia, Revocar el Silencio es un “proyecto educativo a través de la mirada”, mismo que se asienta como el primer libro por los derechos animales en la historia de la fotografía mexicana.
Todas las luchas sociales tienen puntos básicos de encuentro, por ejemplo, el movimiento por los Derechos Animales y el movimiento por los Derechos de las Mujeres igualmente luchan contra la opresión, la dominación y la discriminación, que reducen al otro a mero objeto de explotación y consumo. Está demostrado que el trato no equitativo que se le da a una persona por motivos de raza, de sexo, de religión, etc., es realmente pernicioso en muchos sentidos, y hoy sabemos que la discriminación por especie también lo es.
Es imprescindible y urgente generar una revolución basada en la empatía y la conciencia para incluir dentro de nuestro círculo moral y compasivo a todos los seres vivos del planeta. Porque todos tenemos el derecho de vivir, el derecho a no ser privados de nuestra libertad, a no ser arrancados de nuestro entorno, a no ser utilizados, explotados o esclavizados, a no ser violentados, torturados ni asesinados. La tauromaquia, por ejemplo, es una tortura legalizada, que puede llegar hasta la muerte de un ser inocente en aras de un gusto personal.
¿Por qué hacemos eso con los animales cuando ya está demostrado que son seres sintientes y poseedores de una conciencia? El 7 de julio de 2012 fue oficialmente demostrada y reconocida la conciencia de los animales por los más eminentes neuro-científicos del mundo en todas sus ramas de estudio y en presencia del científico Stephen Hawking. “Ya no podemos decir que no lo sabemos”. En ese sentido, hace dos siglos el poeta, escritor y pensador Francés Víctor Hugo afirmaba que “torturar a un toro por el placer, para la diversión, es mucho más que torturar a un animal, es torturar una conciencia “.
Me han preguntado y cuestionado por qué no presento mis imágenes a “todo color” para que tengan más impacto. A priori del disparo ya las visualicé en blanco y negro, porque mi idea fundamental no es retratar la sangre; ésta sólo desviaría la atención del espectador. El blanco y negro me da la oportunidad de potencializar otros elementos como la expresión de la zozobra, la angustia, el tormento y el miedo. Lo que busco es profundizar en lo que realmente está sucediendo, penetrar en el alma del individuo, como es el caso de la mirada del primate tras las rejas.
En un matadero lo que se desarrolla frente a la lente no es tan sólo el espectáculo macabro de un animal al que están degollando para su consumo. Lo que está perpetrándose allí es el asesinato premeditado, sistemático, metódico y a sangre fría de un ser inocente e indefenso. Mi objetivo en este quehacer fotográfico fue visibilizar lo oculto por la industria y la cultura del consumo; hacer hincapié en lo que no queremos ver, presentando imágenes que sensibilicen, no lo contrario, como sucede con tantos horrores que vemos cotidianamente, frente a los cuales hemos normalizado la violencia como sucede en una corrida de toros.
Un evento que para mí fue muy significativo fue en el año 2018, cuando participé en el Concurso Nacional de Fotografía Periodística y Documental que lleva a cabo anualmente la reconocida Revista de fotografía Cuartoscuro, en él concursaron imágenes de acontecimientos de gran impacto social, y fueron seleccionadas dos fotografías mías de la serie para su exposición, con el título El verdadero rostro de la charrería que revela la crueldad de esta tradición. Para mí fue un gran logro poder intercalar el tema de los Derechos de los Animales en ese contexto.
En la actualidad coordino con la curadora y promotora cultural Gloria Maldonado Ansó la Red de artistas e intelectuales por la abolición de la tauromaquia, misma que está integrada por más de medio centenar de personajes de la cultura en México, conscientes de la importancia del tema y de la necesidad de condenar las corridas de toros como cualquier otra forma de exaltación y normalización de la violencia, así como por ser ésta un símbolo de la crueldad legalizada.
La filosofía que respalda a la RED tiene ocho siglos de antigüedad, al menos en España, como lo demuestra el historiador y periodista Juan Ignacio Codina en su revelador libro Pan y toros: breve historia del pensamiento antitaurino español (Plaza y Valdés 2018).
Finalmente, y como dijera John Maxwell Coetzee, premio Nobel de Literatura en el año 2003 en una conferencia en el Museo Reina Sofía de Madrid: los animales no necesitan de nuestro amor, sino de justicia.
