El australiano de 28 años, quien compareció por videoconferencia ante el Tribunal Superior de Christchurch, está acusado de un cargo por terrorismo, 51 de asesinato y 40 por intento de asesinato por la masacre perpetrada en las mezquitas de Al Noor y Linwood, en la ciudad de Christchurch.
La defensa de Tarrant calcula que el juicio puede extenderse varios meses. Tarrant, quien se encuentra aislado en un pabellón de máxima seguridad en una prisión en la ciudad de Auckland, también comparecerá ante el Tribunal para una revisión del caso el 16 agosto próximo.
Sídney, Australia, 13 de junio (EFE).- El australiano Brenton Tarrant, el único acusado por el ataque supremacista contra dos mezquitas a mediados de marzo pasado en Nueva Zelanda, que causó 51 muertos, se declaró hoy no culpable de todos los cargos que se le imputan.
El australiano de 28 años, quien compareció por videoconferencia ante el Tribunal Superior de Christchurch, está acusado de un cargo por terrorismo, 51 de asesinato y 40 por intento de asesinato por la masacre perpetrada en las mezquitas de Al Noor y Linwood en la ciudad de Christchurch.
Tarrant parecía sonreír cuando uno de sus dos abogados hizo la declaración ante el juzgado, donde los asistentes, entre ellos los sobrevivientes y familiares de las víctimas acallaron su reacción, según describió Radio New Zealand, uno de los medios locales que tiene acceso a la sala.
El juez fijó el inicio juicio para el próximo 4 de mayo de 2020 y si bien la Fiscalía cree que puede durar seis semanas, la defensa de Tarrant calcula que puede extenderse varios meses.
Tarrant, quien se encuentra aislado en un pabellón de máxima seguridad en una prisión en la ciudad de Auckland, también comparecerá ante el Tribunal para una revisión del caso el 16 agosto próximo.
El acusado, quien retransmitió en directo por internet el asalto, disparó a quemarropa contra los musulmanes que se encontraban en las mezquitas para realizar su oración de los viernes.
El ataque atribuido a Tarrant, quien también publicó en las redes sociales su ideario supremacista, tomó por sorpresa a las autoridades dado que éste no tenía antecedentes y obtuvo la licencia de armas en noviembre de 2017, tras cumplir con los requisitos legales.
Desde el ataque en Christchurch, el gobierno de Nueva Zelanda adoptó varias medidas como una reforma a la tenencia de armas semiautomáticas, e impulsó a nivel mundial regulaciones a las redes sociales para evitar la propagación de mensajes de odio, así como creó una Comisión Real para investigar los hechos.