Se trata de dos compuestos del veneno del alacrán capaces de combatir cepas de la enfermedad, y resistentes a la bacteria responsable del estafilococo dorado.
Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).- Investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), descubrieron un antibiótico contra la tuberculosis obtenido a partir del veneno del alacrán.
Un grupo de científicos descubrió que, al contacto con el aire, el veneno cambiaba de color y al estudiarlo, descubrieron que los compuestos rojo y azul impidieron el desarrollo de algunos tipos de células neoplásicas, además de funcionar como antibióticos.
“Luego aquí la ensayamos como antibiótico para combatir varios tipos de bacterias y para tuberculosis. Nos apoyó el patólogo Rogelio Hernández Pando, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, porque ellos son los encargados de trabajar con esta enfermedad. Además, se contó con la participación de Monserrat Mendoza-Trujillo y Dulce Mata-Espinosa. Tenemos varios años laborando en esto y logramos obtener la patente”, indicó el titular del estudio presentado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America a la Gaceta UNAM.
“Del grupo del Instituto de Biotecnología de la Universidad contribuyeron en este artículo el posdoctorando Edson Carcamo Noriega y el estudiante del programa doctoral en Bioquímica José Ignacio Veytia Bucheli”, destacó Lourival Domingos Possani Postay.
La tuberculosis se considera la enfermedad más letal del mundo hasta el momento. En 2016, el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades reportó dos mil 569 decesos por tuberculosis en México. Debido a que el tratamiento actual contra la enfermedad tiene una duración de seis meses, la mayor parte de los pacientes tiende a abandonarlo. De esta forma, generan cepas más resistentes que requieren de mayores dosis y en consecuencia, el tratamiento se extiende hasta por cuatro años.
Estos compuestos son capaces de combatir cepas resistentes a antibióticos de este padecimiento, así como a la bacteria responsable del estafilococo dorado.
“El trabajo en laboratorio, con modelos biológicos, ya está hecho y funciona; ahora se requieren ensayos clínicos en humanos, y una farmacéutica que se interese puede hacer llegar este producto a la gente”, comentó Possani Postay.
Por otro lado, los compuestos son capaces de inhibir el crecimiento de células cancerígenas tales como Jurkat (leucemia de células T), TE 671 (células de rhabdomiosarcona) y SH-SYSY (neuroblastoma de médula ósea), sin dañar células del tejido pulmonar.
“Este producto no afecta el tejido epitelial del pulmón. Fue aplicado vía traqueal en modelos biológicos, sin causar daño, lo que es muy prometedor”, remarcó el académico.
El equipo del investigador Possani Postay lleva más de cuarenta años estudiando el veneno de los alacranes de México y otros países. Su trabajo le ha valido el reconocimiento internacional debido a su participación en el desarrollo de antivenenos de última generación.