La construcción de un muro en la frontera con México iniciaría en algún momento de marzo o abril de 2018 si el Congreso de Estados Unidos aprueba los fondos necesarios en tiempo y forma, aseguró hoy la jefa interina de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost.
Actualmente, el Departamento de Seguridad Interna analiza las propuestas de prototipos presentados por distintos oferentes a una licitación abierta en abril de este año para construir un muro de concreto y un muro de otros materiales.
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Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– La construcción del muro en la frontera entre México y Estados Unidos, anunciada por le Presidente Donald Trump desde que era candidato a la presidencia, podría iniciar en marzo o abril de 2018, de acuerdo con la jefa interina de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost.
"Tengo entendido que estamos trabajando en un período del tiempo hacia finales del verano para que tales prototipos estén listos para ser sometidos para algún análisis y revisión", dijo ante el Comité de Gastos de la Cámara Baja de Estados Unidos.
"Para el siguiente año, trabajaremos diligentemente, y si recibimos los fondos, seríamos capaces de iniciar (el muro) en marzo o abril de 2018", añadió en su comparecencia de hoy a pregunta expresa del congresista republicano por Texas, John Carter.
Provost preciso que todo dependerá de los plazos establecidos y de la aprobación del financiamiento solicitado al Congreso de EU, con un monto de 600 millones de dólares para la primera fase.
De iniciarse los trabajos de construcción del tan esperado muro comenzarán en San Diego, California, donde será necesario reparar una valla y la zona del Valle de Río Grande, donde se construirá un muro nuevo.
Actualmente, el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) analiza las propuestas de prototipos presentados por distintos oferentes a una licitación abierta en abril de este año para construir un muro de concreto y un muro de otros materiales.
De acuerdo con los planes de la agencia, los prototipos ganadores serán instalados en un predio cercano a la frontera en San Diego, California, donde se harían pruebas para determinar cuál funciona mejor para cada uno de los ambientes fronterizos.
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Donald Trump aseguró el pasado 6 de junio ante los asistentes a un evento organizado por la Casa Blanca que construirá un muro fronterizo con México de entre 12 y 15 metros de altura elaborado con "hermosas estructuras" hechas con paneles solares.
En la reunión con líderes republicanos del Congreso, Trump presumió de que el "muro sostenible" tendrá capacidad para generar electricidad limpia del sol, así como para cubrir el costo total del proyecto, que se extenderá por más de 3 mil 100 kilómetros, según el sitio Axios.
Según el portal de noticias, el Presidente "Trump les dijo a los legisladores que podían hablar de la pared con paneles solares, siempre y cuando dijeran que era su idea". Una persona no identificada también agregó que en la junta "el Presidente de EU no presentó la pared con paneles solares como la propuesta definitiva" para controlar el flujo de migrantes provenientes de Centro y Sudamérica.
Tom Gleason, propietario y fundador de una empresa que presentó una de las propuestas para construir un muro en la "frontera solar" con México, dijo a The Washington Post que su diseño podría generar dos megavatios de electricidad por cada milla [1.6 km.] o la energía suficiente para alimentar alrededor de 350 hogares. Según el diario estadounidense, este proyecto costaría cerca de 7.5 millones de dólares por milla.
Algunos especialistas aseguran que la idea de Trump no es viable, ya que el diseño de la pared en sí podría resultar problemático para una instalación de paneles solares, según un análisis publicado por 'Financial Times'.
Según el diario, la fijación de los paneles de forma vertical podría derivar en una pérdida de eficiencia de alrededor del 50 por ciento ya que el ángulo en el que el sol golpearía la pared provocaría la pérdida de hasta un 10 por ciento adicional de eficiencia.
"Además de los grandes obstáculos económicos y técnicos para la construcción de un muro solar [de casi 2 mil millas de largo], no hay un análisis convincente de que el Presidente haya considerado las consecuencias políticas de su [futura] decisión", concluyó el artículo de The Washington Post.