Un ciudadano veracruzano interpuso una demanda para obligar al Gobierno federal a voltear a ver al norte de la entidad, afectada por sequías, y para resaltar una falla dentro de la estrategia de “estimulación” de nubes: el programa no tiene una norma oficial que determine objetivamente los parámetros para realizarse.
Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo).– Tamiahua es una pequeña localidad ubicada en Veracruz, poco más de 80 kilómetros al norte de Poza Rica, fronteriza con Tamaulipas y de cara al Golfo de México. La sequía suele afectar sus tierras, donde eminentemente se trabaja la ganadería. Ante ello, un ciudadano ha decidido emprender una batalla legal mediante un amparo para que llueva en la zona.
“Ampararse no es el mejor camino, sino que es el único camino legal que tenía”, explica a SinEmbargo el abogado José A. Priego Miranda, que encabeza esta demanda. “Ante la situación, promoví el referido amparo, pretendiendo que los gobiernos —en sus tres niveles— sumen esfuerzos e implementen programas efectivos para mitigar la sequía en el norte del estado de Veracruz”, esto, con la ayuda de una práctica cada vez más común en el país: el bombardeo de nubes.
“Promoví el amparo por mi propio derecho, no represento a nadie. No existe un camino para solicitar al Gobierno que realice este tipo de programas, cuando no están legalmente regulados”, explica. “El Gobierno, hasta el momento, los ha realizado de forma discrecional, ese es el motivo por el cual se alega discriminación. En otras palabras, es al simple arbitrio del Gobierno la elección del lugar en el cual se realizará el bombardeo de nubes. No existe un camino previamente determinado que seguir”, completa.
Hoy se publicó el auto de admisión de la demanda; el número de expediente es el 841/2023 del Juzgado Decimoséptimo de Distrito especializado en materia Administrativa en CDMX. No he solicitado la suspensión del acto reclamado.
— j.p. (@JosePriego) May 8, 2023
EL BOMBARDEO DE NUBES
El Gobierno federal comenzó este tipo de “programa” en 2021, primero en regiones de Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Coahuila, Durango y Zacatecas, “arrojando resultados positivos”, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). En aquel momento se realizaron un total de 87 vuelos y, afirmó la dependencia, se logró un exceso de lluvia del 45 por ciento en promedio. En Sinaloa, el exceso de lluvia fue del 64.2 por ciento, el más alto de todos, después de 26 vuelos.
Este tipo de estrategia en el desértico norte del país responde a la sequía prolongada desde 2019 derivada de la crisis climática. En 2022, se volvió a usar en Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas. Pero el caso más sonado fue el del Nuevo León. En abril de aquel año, se “estimularon” lluvias en la zona metropolitana de Monterrey, que entonces vivía una aguda crisis por la escasez y desabasto de agua en la región.
El principio para entender cómo funciona la “estimulación” es relativamente sencilla, ya que se usan aviones de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que “bombardean” las nubes con las moléculas de yoduro de plata. Al ser este compuesto químico similar a una molécula de agua en estado sólido (hielo), se adhiere a las nubes, provocando que ganen volumen y peso y, finalmente, se genera la precipitación.
Sin embargo, hay algunos cuestionamientos en la comunidad científica internacional por su efectividad y posible impacto en la salud o el ambiente. El El doctor e investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, Guillermo Montero, dijo a este medio en abril de 2022 que no consideraba que fuera del todo una práctica inofensiva, ya que hay evidencias científicas que señalan que incluso en mínimas cantidades, este compuesto puede causar daños en sistemas acuáticos.
A pesar de ello, la estimulación continuó. La última aplicación se realiza desde marzo y hasta fines de este mes en el Valle de México –la capital y el Estado de México– para generar lluvias sobre las presas del Sistema Cutzamala que abastece a la capital mexicana, que estaban en el 45 por ciento de su capacidad de almacenamiento.
“QUEREMOS QUEVOLTEEN A VER AL NORTE DE VERACRUZ”
Ante esta situación, Priego Miranda argumentó en su solicitud de amparo que, además del interés legítimo que tiene —ya que se encuentra situado “dentro del entorno adyacente de Tamiahua, es decir, en una posición diferenciada al resto de la población, misma que me permite acudir a solicitar el amparo”— también argumenta que, al no existir Norma Oficial Mexicana que determine objetivamente los parámetros en los cuales se realizará la Estimulación de Nubes para que se produzca lluvia, estos “programas se ejecutan de forma totalmente discrecional”.
Por ello, estarían violando conceptos básicos como la vulneración a los Derechos Humanos de Igualdad y No Discriminación; de Acceso al Uso del Agua para efectos Agrícolas o Ganaderos; y el aspecto negativo del Fomento a la Agricultura y Ganadería, artículo 1, 4 y 27 de la Constitución mexicana, respectivamente. “El Gobierno federal se encuentra implementando programas para estimular la lluvia en otros Estados de la República, pero la situación de la Ganadería y Agricultura del Estado de Veracruz ha sido invisibilizada”, dice.
Sin embargo, Priego Miranda admite que es “complicado” que un Juez ordene al Gobierno el bombardeo de nubes en el corto plazo. “Con el amparo busco lograr que el Gobierno voltee al norte de Veracruz, con la finalidad de que nos apoye a los ganaderos/ agricultores ante la situación de sequía y estiaje. Los gastos que tenemos para el mantenimiento son cuantiosos (diésel, sueldos, medicinas para el ganado, alimento, forraje, agua, etc.), además de las perdidas de vidas de animales por la sequía”, explicó.
Y es que Tamiahua usa 36 mil 649 hectáreas de su superficie para la ganadería. Sin embargo, desde la segunda quincena de este año, el municipio sufre de “sequía moderada”, de acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Entre los años 2000 y 2022, el municipio ha declarado dos veces emergencia por sequías, sobre todo en la temporada de estiaje y sequía en la zona, que va de febrero a mayo de cada año. Entre 2003 y 2022, Tamiahua también ha sufrido una alerta de sequía extrema.
El abogado sabe que el bombardeo de nubes no es la única opción y es apenas “un paliativo”. “Las verdaderas opciones son tecnificar los ranchos con riego, pero el costo es muy elevado. Hay que hacer pozos profundos, comprar el sistema de riego, pero con los gastos que tenemos es inaccesible; solo empresas grandes pueden acceder a este tipo de tecnificación. En el norte de Veracruz, dichos sistemas son casi nulos”, lamenta.
El auto de determinación se publicó el lunes 8 de mayo. El Juez Decimoséptimo de Distrito especializado en materia Administrativa de la Ciudad de México admitió a trámite el amparo. “Se escogió [a la capital del país] para presentar el amparo toda vez que diversas autoridades demandadas tienen su domicilio en esa ciudad, además de que en ella existen juzgados especializados en materia administrativa, de los cuales no existen en Veracruz”, subrayó Priego Miranda, quien agregó que no solicitó la suspensión del acto reclamado.
El caso llegó a oídos del Gobernador de NL, Samuel García, quien el lunes por la noche aplaudió la decisión del Juez. “Un ciudadano de Veracruz presentó un amparo, contra el Gobierno por ser omiso en el bombeo de nubes y dentro de su amparo presentó argumentos de cómo funcionó esa técnica en Nuevo León y la mejor noticia es que el Juez admitió el amparo”, expresó en sus redes sociales.
“No me queda más que decir ¡No que no papá! Para aquellos escépticos para decirles que seis estados han tomado el ejemplo de Nuevo León y están bombardeando nubes por ejemplo Tamaulipas, la Ciudad de México…”, añadió.
Por su parte, Priego Miranda aseguró que es factible otros ciudadanos promuevan su amparo en otros estados de la República en los que exista sequía, con el mismo argumento de discriminación. La batalla es larga. Y también inédita. “No existe antecedente, que yo conozca, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación” sobre este tema, concluyó.