A menos de 50 días de la declaratoria de emergencia sanitaria, el Producto Interno Bruto (PIB) profundiza su desplome mientras la pérdida de empleos ya supera las cifras registradas durante los primeros cuatro meses de 2009, año de la “Gran Recesión”, una peligrosa combinación que podría hacer caer en la pobreza extrema a más de 10 millones de mexicanos en el peor de los escenarios.
Por Ariel Noyola Rodríguez
@noyola_ariel
Ciudad de México, 13 de mayo (RT).– “Es la peor recesión económica desde la ‘Gran Depresión‘ de 1929″, expresó el Presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje transmitido el sábado 9 de mayo.
En el caso de México, la propagación de la pandemia de COVID-19 precipitó la debacle de una economía que se resistía a despegar desde diciembre de 2018, cuando comenzó el Gobierno de la denominada “Cuarta Transformación”.
A menos de 50 días de la declaratoria de emergencia sanitaria, el Producto Interno Bruto (PIB) profundiza su desplome mientras la pérdida de empleos ya supera las cifras registradas durante los primeros cuatro meses de 2009, año de la “Gran Recesión”, una peligrosa combinación que podría hacer caer en la pobreza extrema a más de 10 millones de mexicanos en el peor de los escenarios.
DESEMPLEADOS, LA PELIGROSA CURVA QUE NO DEJA DE SUBIR
Durante los primeros cuatro meses del año se perdieron 555 mil 247 empleos, de los cuales, un 66 por ciento eran permanentes y un 34 por ciento eventuales, informa el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su reporte más reciente sobre puestos de trabajo afiliados.
Entre enero y marzo, antes de que el Presidente López Obrador llamara a la población a “quedarse en casa”, los empleos formales ya registraban un lento crecimiento, sin embargo, los efectos derivados de la pandemia de COVID-19 echaron por la borda lo ganado.
Durante los primeros tres meses de este año se venían creando 675 empleos en promedio al día (aunque en marzo se registró una pérdida de 130 mil 593, el promedio trimestral fue positivo), después de haber generado 342 mil 077 a lo largo de 2019.
Pero una vez que se agregan los datos registrados entre el 1 y el 30 de abril, cuando se perdieron 555 mil 247 puestos de trabajo, hay un giro en la tendencia: 4 mil 080 empleos perdidos diariamente durante el primer cuatrimestre.
Si esta tendencia se mantiene hasta el próximo 31 de mayo, fecha que el Gobierno tiene estipulada para poner fin a la cuarentena, la pérdida de empleos afiliados al IMSS podría superar los 620 mil, una cifra sin precedentes en la historia reciente del país para un periodo de apenas cinco meses.
En 2009, en pleno apogeo de la crisis de las hipotecas basura (subprime) con epicentro en Estados Unidos, se perdieron cerca de 600 mil empleos en México, pero en 12 meses, se destaca en la minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, realizada el pasado 21 de abril.
GOBIERNO ENFOCADO EN PROGRAMAS SOCIALES Y CRÉDITOS
Para paliar los efectos de la contingencia sanitaria sobre la economía, el Presidente López Obrador ha centrado su atención en dos aspectos: los programas sociales y los créditos a pequeñas y medianas empresas (pymes).
Según los datos presentados por el mandatario mexicano, se entregará un récord de recursos públicos de manera directa.
En mayo 132 mil millones de pesos, en junio 101 mil millones, y en julio 123 mil millones, esto es, una suma de 356 mil millones de pesos en tres meses, aseguró a través de un video transmitido el sábado pasado.
Además de no disminuir los gastos de los 38 programas sociales prioritarios, el Gobierno mexicano está enfocado en otorgar préstamos mediante el programa “Apoyo Financiero a Microempresas” con el objetivo de evitar la cancelación de más puestos de trabajo.
El programa “Apoyo Financiero a Microempresas Familiares” consta de dos modalidades, “Microempresa familiar” y “Crédito Solidario a la Palabra”, y contempla el otorgamiento de un millón de créditos de 25 mil pesos (unos mil 042 dólares), a pagar en 33 meses a partir del cuarto mes de haber recibido los recursos.
Los fondos están dirigidos especialmente a pequeñas empresas, entre las que se encuentran tiendas de abarrotes, misceláneas, cocinas económicas, estéticas y otros negocios que emplean en su mayoría entre 1 y 10 personas.
Sin embargo, el programa ha despertado poco interés entre las pymes. A unos días de la fecha límite para el registro de solicitudes (el próximo 15 de mayo), el otorgamiento de créditos está lejos de la meta, tomando en cuenta que el Gobierno tiene contemplados a 645 mil 102 empresarios en la modalidad de “Crédito Solidario a la Palabra” (equivalentes a 16 mil 127 millones de pesos), los 132 mil 827 que ya recibieron un préstamo no representan ni la cuarta parte.
“Si se hiciera un símil de este programa con la Torre Latinoamericana, ésta tiene 916 escalones, que representan la meta de 645 mil 102 a las que se apoyará, al día de hoy, estamos en el escalón 192 [sic]”, aseguró Zoé Robledo, director general del IMSS el viernes 8 de mayo.
En realidad, con los 120 mil 299 créditos otorgados hasta ese día, el titular del IMSS apenas estaba en el escalón 170. Ante estos resultados y para aumentar el número de personas que pueden ser sujetas de un crédito, el Gobierno tomó la decisión de extender el programa a trabajadoras del hogar (22 mil 300) y trabajadores independientes (23 mil 717).
POBREZA EXTREMA, EL LEGADO DE LA PANDEMIA
De acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año, el PIB de México sufrirá una contracción de un 6.6 por ciento y la tasa de desocupación será de un 5.3 por ciento.
Para 2021, sin embargo, el organismo anticipa una recuperación, una tasa de expansión del PIB de 3 por ciento y una tasa de desempleo de la Población Económicamente Activa (PEA) de 3.5 por ciento.
Las proyecciones de desempleo de los bancos son todavía más pesimistas, BBVA anticipa que la ocupación formal sufrirá una contracción de un 4 por ciento (superando el millón de desempleados), mientras Citibanamex prevé que la tasa de desempleo rebasará los 7 puntos porcentuales.
Todo apunta a que, ante la caída de la ocupación, el aumento de la pobreza extrema será el legado de la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con un reporte publicado esta semana por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el peor de los escenarios más de 10 millones de mexicanos podrían caer en pobreza extrema por ingresos tras la contingencia sanitaria.
El informe “El desafío social en tiempos del COVID-19” publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) llega a una conclusión en este mismo sentido.
El organismo dependiente de Naciones Unidas prevé que México será de los países de la región donde el incremento de la pobreza extrema será mayor, al pasar de 11.1 a 17.1 por ciento (equivalente a unos 7 millones 620 mil mexicanos).