La importancia de la enzima convertidora de angiotensina II (ACE2, por sus siglas en inglés) para el desarrollo de la infección fue descrita por varios microbiólogos en una serie de artículos hace más de un mes. En ese sentido, un comunicado de la Sociedad Europea de Cardiología reveló este lunes que hay una correlación entre el género, el nivel de presencia de este componente en el cuerpo y la intensidad del ataque del virus.
Ciudad de México, 13 de mayo (RT).- Los niveles relativamente más altos en la sangre de los hombres de una enzima clave para el ingreso del coronavirus en las células humanas llevan a una mayor incidencia y más muertes por COVID-19 en comparación con las mujeres, sostiene un estudio.
La importancia de la enzima convertidora de angiotensina II (ACE2, por sus siglas en inglés) para el desarrollo de la infección fue descrita por varios microbiólogos en una serie de artículos hace más de un mes. En ese sentido, un comunicado de la Sociedad Europea de Cardiología reveló este lunes que hay una correlación entre el género, el nivel de presencia de este componente en el cuerpo y la intensidad del ataque del virus.
El estudio se llevó a cabo en 11 países europeos: los Países Bajos, Reino Unido, Alemania, Francia, Grecia, Eslovenia, Serbia, Italia, Noruega, Polonia y Suecia. Los investigadores, liderados por el profesor Adriaan Voors, del Centro Médico Universitario de Groninga, se enfocaron en especial en tres mil 500 pacientes con insuficiencia cardíaca, que toman fármacos inhibidores de ACE2 para mitigar los efectos de su enfermedad crónica. Esta práctica nivela las concentraciones de la enzima en ambos géneros.
A aquellos enfermos cardíacos que han contraído el SARS-CoV-2, los médicos suelen cancelarles la toma de estos medicamentos durante la infección respiratoria, pero ahora los investigadores decidieron que no es el enfoque apropiado.
Los inhibidores son “un tratamiento muy eficaz para la insuficiencia cardíaca, y los efectos hipotéticos sobre la infección vírica deben sopesarse meticulosamente frente a sus beneficios comprobados”, sostuvo Voors. Los hallazgos de su equipo, sostuvo, “no respaldan la suspensión de esos medicamentos en pacientes con COVID-19”.
DESCUBRIMIENTO CON POTENCIAL
La disparidad de las concentraciones de ACE2 entre hombres y mujeres no pasó inadvertida para ese grupo aún en los meses previos al brote del mortífero patógeno. Cuando los estudiosos analizaron una serie de factores clínicos que podrían desempeñar un papel en las concentraciones elevadas de la enzima, descubrieron que el sexo masculino era el indicador más importante.
Aquella conclusión obtuvo un significado nuevo en el contexto de la pandemia. Cuando se estableció que era uno de los biomarcadores más fuertes, el científico Iziah Sama se dio cuenta de que también “tenía el potencial de explicar por qué los hombres tenían más probabilidades de morir de COVID-19 que las mujeres”, según este primer autor del artículo publicado en European Heart Journal.
La ACE2 es un receptor en la superficie de las células al que se adhiere el nuevo coronavirus para poder penetrar en las células e infectarlas. A su vez, la angiotensina II, que esa enzima regula, es una hormona que aumenta la presión sanguínea.