“En este momento, pareciera que estamos en un choque de trenes en cámara lenta, en el que ambas partes se apegan a sus posturas”, dijo William Reinsch, analista comercial para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y funcionario comercial de Estados Unidos.
“Y como suele suceder, los perdedores no serán ni los negociadores ni los presidentes, sino el pueblo”, agregó.
–Con información de Associated Press, EFE y Europa Press
Beijing/Washington/Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo).– El Representante de Comercio de Estados Unidos ha dado esta tarde los primeros pasos hacia la imposición de más impuestos a la importación de aproximadamente 325 mil millones de dólares en productos chinos. De ser aprobado, los consumidores estadounidenses probablemente verían precios más altos en productos que incluyen teléfonos celulares y televisores. Y esta es una muy mala noticia para el mundo.
Lejos de aflojar la intensidad de las disputas con Pekín, Donald Trump ordenó desde viernes a la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) analizar unos hipotéticos gravámenes adicionales sobre bienes chinos valorados en 325 mil millones de dólares. Aunque esa decisión podría tardar tres meses en implementarse Estados Unidos parece enviar el mensaje de que se trata de una guerra total. De esos posibles gravámenes, quedarían excluidos productos farmacéuticos y algunos sanitarios, así como “minerales críticos”. Sí se verían afectadas importaciones de productos cárnicos y de ganado, derivados lácteos, fruta y verdura, piezas de automóviles, ropa y tuberías, entre otros.
En represalia por las nuevas sanciones que el Presidente Trump impuso la semana pasada, China anunció el lunes nuevos aranceles sobre 60 mil millones de dólares en productos estadounidenses, lo que provocó un desplome en Wall Street y en las bolsas de todo el mundo, incluyendo la mexicana. Los aranceles chinos que van del 5 al 25 por ciento sobre unos 5 mil 200 productos estadounidenses, incluyendo baterías, espinacas y café, entrarán en vigor el 1 de junio, anunció el Ministerio de Finanzas chino.
Ante la preocupación de los inversionistas sobre el potencial daño económico en ambas partes del creciente conflicto comercial, el promedio industrial Dow Jones perdió hoy 617 unidades, 2.4 por ciento, y el compuesto tecnológico Nasdaq se desplomó 270 enteros, o 3.4 por ciento, para su peor caída del año. Los indicadores de Asia y Europa también registraron pérdidas, lo mismo que los de México y Latinoamérica.
“En este momento, pareciera que estamos en un choque de trenes en cámara lenta, en el que ambas partes se apegan a sus posturas”, dijo William Reinsch, analista comercial para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y funcionario comercial de Estados Unidos. “Y como suele suceder, los perdedores no serán ni los negociadores ni los presidentes, sino el pueblo”.
La medida implementada por Beijing se anunció después de que Estados Unidos incrementó el viernes del 10 al 25 por ciento la tasa arancelaria para 200 mil millones de dólares en productos chinos. Después de eso, funcionarios de Estados Unidos acusaron a China de retractarse de los compromisos pactados en negociaciones previas. Ese mismo día, ambas naciones concluyeron sus pláticas sin haber alcanzado un acuerdo. A través de Twitter, Trump advirtió al mandatario Xi Jinping que China “saldrá sumamente lastimada” si no accede a un acuerdo comercial. Trump tuiteó que Beijing “¡tenía un gran acuerdo, casi completado y se retractaron!”.
MALAS NOTICIAS
Los analistas de Wall Street auguran que la volatilidad de los mercados va a persistir porque los inversores tienen miedo a que la guerra comercial afecte a la economía global, y que el pulso entre los dos gigantes se encone indefinidamente. Entre las 30 compañías del Dow Jones de Industriales, Procter & Gamble fue la única que obtuvo ganancias, con una subida de sólo un 0.09 por ciento. El resto de corporativas se quedaron en rojo y lideraron las pérdidas Apple (-5.81 por ciento), Boeing (-4,88 por ciento), Caterpillar (-4.60 por ciento) y Dow Inc (-3.99 por ciento).
Aunque la economía mundial continúa expandiéndose, el ritmo de crecimiento se ha desacelerado en gran parte del mundo en los últimos meses. El pasado 9 de abril, el Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento para 2019 a 3.3 por ciento, lo que estaría entre los ritmos anuales más lentos de la última década. Al ajustar su pronóstico, el fondo citó, en parte, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restó este lunes importancia a los aranceles impuestos por China a productos estadounidenses e insistió en que su Gobierno tiene aún mucho margen para seguir imponiendo gravámenes multimillonarios a los bienes de Pekín.
“ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN”
“Dije: está bien, está bien, pongan los aranceles”, señaló hoy Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca al recibir al Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán. El mandatario explicó que su Ejecutivo “tiene derecho” a imponer un 25 por ciento a otros 325 mil millones de dólares. Las palabras de Trump se produjeron horas después de que Pekín anunciase que desde el 1 de junio impondrá aranceles del 25 por ciento a bienes importados de Estados Unidos por valor de 60 mil millones de dólares, en respuesta los gravámenes por valor de 200 mil millones de dólares a productos chinos.
En ese sentido, el mandatario quitó importancia a las medidas tomadas por el Gobierno chino y al posible impacto que puedan tener sobre la economía de Estados Unidos, al remarcar su fortaleza.
El déficit comercial de Estados Unidos con China fue en 2018 de 419 mil millones de dólares debido a que las exportaciones estadounidenses al gigante asiático fueron de solo 120 mil millones mientras que EstadoS Unidos importó bienes desde China por 540 mil millones de dólares. “Me encanta la posición en la que estamos […]. Puede que haya represalias, pero serán menores comparadas con las nuestras. Hacemos muchos menos negocios con ellos que ellos con nosotros”, destacó.
Además, se vanaglorió de su estrategia en materia comercial con China y aseveró que está generando altas cantidades de ingresos a Estados Unidos. “Nunca hemos hecho eso antes con China. Francamente, nunca antes lo hemos hecho con nadie, porque todo el mundo se ha aprovechado de nuestros acuerdos comerciales”, defendió.