La calificadora también maneja un escenario alternativo bajo el cual el proyecto no llegaría a completarse debido a la complejidad técnica que implica y la incapacidad del Gobierno para ejecutarla, “el dinero que se gaste se ocuparía en su mayoría en cargos por consultoría, trabajo de preparación y otros gastos que sumarían menos de 8 mil millones de dólares”.
Ciudad de México, 13 de mayo (Economía Hoy/SinEmbargo).- Que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de Energía asuman la construcción y la gestión de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, terminará siendo muy costoso para todas las partes… si es que se lleva a cabo, dijo la calificadora Moody’s en una nota de análisis.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el pasado 9 de mayo que declararía desierta la licitación para la construcción de la obra -uno de los principales proyectos de infraestructura de su sexenio- debido a que los contendientes propusieron precios que exceden los 8 mil millones de dólares que el Gobierno está dispuesto a gastar y establecieron un tiempo mayor a tres años para terminarla.
Las propuestas estaban entorno a 10 mil y 12 mil millones de dólares, que equivalen a entre 0.8 y 1 por ciento del PIB, mientras que el costo que quiere AMLO no debe superar el 0.7 por ciento de las arcas nacionales.
“Nuestro escenario base es que el proyecto podría terminar costando más de los 10 mil a 12 mil millones sugeridos por los licitantes dado el limitado conocimiento en construcción de refinerías que tiene el Gobierno”, dice Moody’s.
“Con el tiempo, esto conllevaría un mayor deterioro de los recursos fiscales, dado que Pemex ya tiene la necesidad de apoyo del Gobierno para estabilizar sus finanzas. El costo de la refinería podría ser un lastre en su situación financiera” declaró la calificadora.
La calificadora explica que la última vez que Pemex construyó por sí misma una refinería fue hace 40 años, en la década de los setenta, con tecnologías y procesos muy diferentes a los actuales, y recuerda que la falta de inversión en las seis refinerías ya existentes ha provocado que éstas no hayan obtenido las mejoras necesarias y por ende refinen menos de 50 por ciento de su capacidad.
“El que no se haya invertido adecuadamente en su mantenimiento levanta dudas sobre el compromiso y capacidad de Pemex para construir la refinería (de Dos Bocas)”, insistió.
La firma estadounidense también maneja un escenario alternativo bajo el cual el proyecto no llegaría a completarse debido a la complejidad técnica que implica y la incapacidad del Gobierno para ejecutarla.
“Bajo este escenario, el dinero que se gaste se ocuparía en su mayoría en cargos por consultoría, trabajo de preparación y otros gastos que sumarían menos de 8 mil millones de dólares. Aunque no resultaría tan caro, este resultado podría debilitar futuras percepciones sobre la calidad de las políticas públicas de la actual administración”, reza el documento.
Para Moody’s, ambos escenarios tienen igual probabilidad de ocurrir dada la incertidumbre que prevalece.
Los retos planteados, dice la firma, recuerdan a los que enfrentó la brasileña Petrobras, que comenzó la construcción de una nueva refinería con dos unidades, de las cuales la segunda se paralizó en el cuarto trimestre de 2014 y que ha significado para la compañía cargos adicionales por 4 mil 800 millones de dólares.
El anuncio de AMLO sobre la construcción de la refinería “refuerza las preocupaciones sobre los conflictos que se están haciendo cada vez más evidentes sobre las prioridades de López Obrador. Su promesa de mantener la disciplina fiscal parece estar cada vez más en tensión con su ambicioso gasto social, incluyendo su agenda de gasto en infraestructura, en este caso como consecuencia de su decisión de revertir las políticas energéticas del anterior Gobierno para reorientar la estrategia de Pemex hacia el incremento en la capacidad de refinación de la petrolera”.
Para rematar, Moody’s advierte que el perfil crediticio de México -actualmente mantiene el grado de inversión- dependerá de si el Gobierno continúa erosionando la confianza del mercado y si se sigue afectando a la ya de por sí deprimida inversión, así como de las perspectivas económicas para el país.