La escritora española Rosa Montero ha realizado un viaje entre la genialidad, la capacidad creativa y artística, y la locura. El resultado es El peligro de estar cuerda, el libro de su vida, el cual es una ventana hacia la vida de la autora como a la de otros grandes creadores “que escandalizaron al mundo”.
Ciudad de México, 13 de abril (SinEmbargo).– El peligro de estar cuerda (Seix Barral) “es un libro raro”, explicó su autora, la escritora española Rosa Montero. “Es un ensayo que no es un ensayo, es una autobiografía que no es una autobiografía, son biografías de otros autores que no son biografías y es ficción también mezclada”.
Aún así, aclaró en la plática que tuvo con medios de América Latina, “es el libro de mi vida”. El texto, explicó Montero, es un viaje entre la genialidad, la capacidad creativa y artística, y la locura, pero al mismo tiempo es una ventana hacia la vida de la autora como a la de otros grandes creadores “que escandalizaron al mundo”.
Ya al inicio, Rosa Montero prevé al lector lo que se encontrará a lo largo del libro: “Siempre he sabido que algo no funcionaba bien dentro de mi cabeza”. Ella misma reconoció que el recorrido que hace en cada una de las páginas obedece a “algo que he estado pensando y que he estado desarrollando y que he estado tejiendo mentalmente y reflexionando, era un pensamiento en construcción desde que era pequeña”.
“Desde pequeña me he sentido con una cabeza un poco paralela. Más aún cuando a los 16 años tuve mi primer crisis de pánico […] partir de esa primera crisis de pánico era una necesidad saber qué era lo que me pasaba en la cabeza, qué sucede en las cabezas cuando tienen un problema, un trastorno mental, era una necesidad casi de supervivencia”, compartió en la rueda de prensa realizada por video llamada este miércoles.
Rosa Montero indicó que El peligro de estar cuerda nació hace casi cuatro años cuando de repente apareció en su mente la determinación de hacer un libro sobre este tema, “y ya desde que se me ocurrió, desde que puse el libro en la parrilla de salida, empecé a leer sistemáticamente, tomando notas para el libro y releí libros que había leído muchos años antes y que recordaba como importantes”.
Lo que siguió, dijo, fue “una serie de indagación detectivesca” con un montón de datos y lecturas sobre neurología, psicología, psicoanálisis, biografías e incluso un autoanálisis. Aún así, aclaró, no es un libro testimonial, sino uno que intenta responder a dos preguntas.
La primera, “qué pasa con una cabeza que está chisporroteando todo el rato, que está llena constantemente de imágenes, llena de historias que salen solas, que nacen solas”. La otra: “qué te lleva a hacer esto, meter lo mejor de tu vida en inventar mentiras y qué nos lleva a todos los que nos dedicamos a esto”.
En ese sentido, señaló que en este libro ha sido su “propio escarabajo de estudio” para intentar responder a estas preguntas y, precisó, “lo alucinante es que me las he respondido”. Mencionó que estas respuestas “que me son suficientes” llegaron como una epifanía. “Imaginaos cómo no voy a sentir que este es el libro de mi vida”.
Montero mencionó cómo “la gente más importante de la historia, que nos ha cambiado la historia, que han sido enormes benefactores de la vida colectiva”, ha tenido trastornos mentales. En ese sentido, comentó como Isaac Newton tenía delirios psicóticos o cómo Marie Curie tenía depresión “y es posible que fuera un poco bipolar, eso no se sabe, estoy segura de que era anoréxica también por otro lado y como ellos, montones”.
“Resulta que mucha gente con trastorno mental es de una utilidad y de una brillantez y una aporte especial increíble”, expresó. Y también aclaró: “¿Qué es lo que mal llamamos locura? Es una ruptura de la narración colectiva, es una ruptura de la narración común”.
Puso un ejemplo, el del afamado escritor estadounidense de ciencia ficción Philip K. Dick, quien a lo largo de su carrera tuvo que lidiar con una serie de desórdenes mentales como la esquizofrenia paranoide con la que lidió al final de sus días:
“Me parece totalmente increíble que consiguiera una obra estando en este borde del delirio como pasó toda su vida, su vida me parece un logro, no me parece un desencanto, al contrario lo admiro más y comprendo muchas cosas. Él esa cabeza que tenía, con esos problemas de cableado, era él”.
“Si te planteas cuál es el sentido de la realidad y de la irrealidad y cómo se mezclan fantasía, lo imaginario y lo concreto, estás planteando, también, cuál es el sentido de la vida, cuál es la realidad de la vida. Y si te estás planteando cuál es el sentido de la vida, te tienes que plantear cómo puedes soportar el sinsentido de la muerte, ¿no?”, planteó.
Y sentenció: “El miedo a la muerte es uno de los grandes motores que están detrás de los trastornos mentales”.