El acuerdo histórico entre la OPEP y sus aliados no produjo grandes subidas en los precios del petróleo, incluso el crudo de Texas cayó este lunes. Las razones: Los precios del crudo ya estaban en sus máximos niveles posibles antes de la reuniones de la OPEP y el G20, y a que los recortes acordados no son suficientes para recuperar los niveles previos. Todo esto en medio de un contexto de la caída en la economía por el COVID-19.
Ciudad de México, 13 de abril (SinEmbargo/EFE/AP).– Desde Donald Trump hasta Andrés Manuel López Obrador (y por supuesto el resto de los líderes del mundo) celebraron el acuerdo de la OPEP+ para bajar la oferta petrolera, pero los precios no dan los mismos brincos de gusto. No solo no se están produciendo grandes subidas, sino que el crudo de Texas cayó por el temor a que los recortes no compensen la crisis de la demanda.
El petróleo de Texas inició la jornada con un avance de 0.09 por ciento, cotizando en 22.78 dólares por barril, pero al cierre de la jornada bajó un 1.54 por ciento y el barril cerró en 22.41 dólares por la incertidumbre en torno a si los recortes acordados por la OPEP y sus principales aliados son suficientes para compensar el exceso de oferta y la falta de demanda a raíz de la pandemia del COVID-19.
El Brent avanzaba 0.16 por ciento en la apertura, pero frenó la remontada a media sesión cotizando a la baja en el mercado de futuros de Londres, a 31.08 dólares. Al cierre de la jornada subió un 1.2 por ciento para venderse en 31.86 dólares por barril.
La medida cumplió las expectativas más pesimistas en torno a la reunión, puesto que algunos analistas apuntaban a la posibilidad de que se llegase a un recorte de en torno a 15 o 20 millones de bpd.
La consultora energética Rystad Energy apuntaba este lunes en una nota que la subida después del acuerdo no ha sido especialmente pronunciada porque los precios del petróleo ya estaban en sus máximos niveles posibles en este contexto antes de la reuniones de la OPEP y el G20, debido al entusiasmo en los mercados por una posible solución a la crisis.
“Los recortes de dichos niveles no son suficientes para recuperar niveles de precios más saludables y solo son suficientes para mantener los precios en gran medida sin cambios. El mercado se ha debilitado hasta el déficit de la demanda y no se dispararán más los precios”, expresó el equipo de Rystad Energy.
Los analistas aseguran que solo si algunos países del G20 se suman al ajuste y logran recortar otros 10 millones de bpd se podría esperar una “recuperación relativa de los precios”.
De acuerdo con un análisis de Banco Base, los precios del petróleo no han reaccionado con ganancias fuertes debido a que los mercados en Europa siguen cerrados y el volumen de operaciones se reestablecerá hasta mañana martes y a que el recorte a la producción es menor a lo que se necesita para estabilizar al mercado petrolero, pues debido a la crisis del coronavirus se estima que existe una sobreoferta petrolera de entre 20 y 35 millones de barriles diarios, es decir, hasta 3 veces la producción que recortarán los países de la OPEP+.
La meta de recorte de la OPEP y los países aliados era del 23 por ciento de su producción total, pero el domingo lograron un acuerdo que consistió en la reducción de 9.7 millones de barriles diarios (mbd). La decisión busca estabilizar los precios en el mercado de petróleo ante el fuerte desplome generado por la crisis de demanda acrecentada por la pandemia de coronavirus.
Una treintena de países aglutinados alrededor de la alianza OPEP+, encabezada por Arabia Saudí dentro del cartel, y Rusia como líder de los aliados externos, cerraron el acuerdo tras jornada maratónicas de teleconferencia desde el pasado jueves. Este pacto supone la primera respuesta coordinada de los productores a la pandemia de COVID-19, que ha provocado un desplome sin precedentes en la demanda mundial de petróleo y ha llevado los precios a mínimos en casi 20 años, con pérdidas de hasta el 70 por ciento respecto a los máximos de este año.
La propuesta inicial de la OPEP+ fue un plan escalonado que comenzaba con la reducción de casi 10 mbd en los meses de mayo y junio, entre julio y diciembre descendería a 8 mbd y entre enero de 2021 y abril de 2022 sería de 6 mbd.
Para México la petición fue el recorte de 400 mil barriles diarios (bd), pero el Gobierno federal, representado por la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, se negó a aceptar la demanda, argumentando tener la capacidad de recorte de 100 mil bd. La noche del jueves el Presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó a su homólogo estadounidense ayuda para cumplir con lo requerido por la OPEP+. Ahora, Estados Unidos asumirá los 300 mil barriles diarios que su vecino no dejará de recortar en la versión definitiva del pacto.
Donald Trump aseguró que el recorte del petróleo pactado es de 20 millones de barriles al día, el doble de lo acordado en la reunión del domingo. “Habiendo estado involucrado en las negociaciones, para ponerlo de manera suave, el número al que OPEP+ mira para recortar es de 20 millones de barriles al día, no los 10 millones generalmente reportado”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
“Si algo parecido ocurre, y el mundo vuelve a los negocios habituales previos al desastre de la COVID-19, la industria de la energía regresará fuerte de nuevo, y mucho más rápido de lo actualmente anticipado”, subrayó. “Gracias a todos los que han trabajado conmigo en hacer que este negocio vuelva a estar encaminado, en particular a Rusia y Arabia Saudí”, agregó.
El Presidente López Obrador, consideró este lunes que a México le fue “requetebién” y recibió un “trato especial” en la cumbre de la alianza petrolera OPEP+, tras lograr solamente reducir su producción en 100 mil barriles diarios. “Les adelanto que nos fue muy bien, requetebién. México tuvo un trato especial, fue respetado por el concierto de estas naciones productoras de petróleo. Fue algo excepcional”, dijo el mandatario en la conferencia matutina desde Palacio Nacional.
¿QUÉ DICEN ANALISTAS?
Contra todo pronóstico, México se convirtió en el gran obstáculo para el plan de la OPEP de reducir la producción petrolera mundial. “No había habido en la historia de las relaciones entre México y la OPEP una petición tan contundente; fue un cambio muy profundo”, explicó este sábado a Efe Ramón Carlos Torres, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Estados Unidos no puede ordenar a las empresas privadas reducir la producción, solo puede almacenarla y venderla más tarde”, explicó a Efe Paul Alejandro Sánchez, experto en regulación energética y director de la organización Ombudsman Enegía México.
Uno de los grandes planes de López Obrador para su Gobierno es el de reflotar la endeudada petrolera estatal Pemex incrementando su producción petrolera hasta los 2.65 millones de barriles diarios durante su mandato, que concluye en 2024, y disminuir así la dependencia de crudo del exterior. De corte nacionalista y estatista, el presidente mexicano reprocha a los Gobiernos anteriores haber sumido a la compañía en su actual crisis de deuda y producción para favorecer a empresas privadas.
El consultor energético David Shields sostuvo que López Obrador “hace el ridículo” con su postura, puesto que el consumo en gasolineras se ha reducido entre un 50 por ciento y un 60 por ciento y, tarde o temprano, tendrá que recortar la producción dado que “el mercado no absorbe lo que produce Pemex”.
Según informó Bloomberg, tras una semana de encuentros bilaterales y cuatro días de videoconferencias, los miembros de la OPEP+ han acordado recortar la producción en esa cantidad, por debajo de los 10 millones de los que se habló inicialmente. “México parece haber ganado una victoria diplomática, ya que sólo se le pedirá que corte 100 mil barriles, menos que su participación prorrateada”, señaló el diario especializado en economía.