Buenos Aires, 13 Abr (Notimex).- El asesinato de cuatro jóvenes que murieron acribillados en una villa de Buenos Aires reabrió hoy el debate sobre la creciente violencia urbana vinculada con el fortalecimiento del narcotráfico en Argentina.
Fuentes policiacas confirmaron este lunes el hallazgo de cuatro cadáveres a bordo de un auto de lujo que estaba estacionado frente a una villa ubicada en el Bajo Flores, un barrio del sur de Buenos Aires y conocido punto de tráfico de estupefacientes.
Vecinos de la zona revelaron que a la medianoche escucharon una balacera y que cuando llegaron los servicios de emergencias médicas y los policías encontraron muertos a tres hombres y a una mujer, todos ellos de entre 19 y 30 años.
Las víctimas, de las cuales dos hombres y la mujer eran hermanos, tenían balas en la cabeza y estaban tiradas junto a un auto Mercedes Benz que recibió algunos de los 40 disparos que tiraron los asesinos antes de esconderse en la villa.
Investigaciones policiacas precisaron la existencia de bandas delictivas en el Bajo Flores que compiten por la instalación de cocinas en las que se termina la cocaína o que esconden cargamentos de mariguana que luego son distribuidas en la ciudad y sus alrededores.
Hace dos años, por ejemplo, fueron ejecutadas cinco personas en presunta venganza por un cargamento que no llegó a destino, y recién en febrero pasado un tiroteo en la villa dejó un saldo de dos muertos.
El epicentro de la violencia vinculada con el narcotráfico fue Rosario, ya que el alza de asesinatos encendió las alertas y provocó que el año pasado el gobierno nacional realizara un histórico operativo contra el narcotráfico en esa ciudad ubicada a 300 kilómetros de Buenos Aires.
Rosario padece una tasa de 23 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que la convierte en la ciudad más violenta del país porque cuadriplica los indicadores nacionales.
