La afamada autora protagoniza el capítulo de hoy en el programa “Top Chef”, que transmite Canal Sony a las 20:30 horas, donde los participantes recrearán las recetas de la novela
Ciudad de México, 13 de marzo (SinEmbargo).- El programa de concursos Top Chef México, que cada domingo transmite la señal de Canal Sony, tiene hoy una invitada de lujo.
A las 2030 horas, la escritora Laura Esquivel, protagonizará el episodio “Como agua para chocolate”, en homenaje a su famoso libro, que se hiciera también una de las películas más vistas en nuestra historia, de mano de Alfonso Arau.
El programa inicia con 12 chefs participantes, quienes recibirán la visita del reconocido chocolatero Luis Robledo quien los hará trabajar con todas las versiones del chocolate durante la “Prueba de Fuego” y además les tendrá preparada una dulce sorpresa.
El “Reto de Eliminación” pondrá a prueba la capacidad de estos cocineros para traer a la mesa el sabor de las palabras escritas en Como agua para chocolate, la jueza invitada será la propia Laura Esquivel.
Al final de este gran episodio, la interpretación literaria de nuestros participantes decidirá quien permanece en la competencia.
La circunstancia fue un dulce pretexto para hablar con la escritora, quien reveló a SinEmbargo sus impresiones sobre la cocina mexicana y de paso nos dio la primicia de su próximo libro.
–Gran parte de que la cocina mexicana ocupe hoy un lugar central la tiene Como agua para chocolate, ¿verdad?
–Algunas personas dicen que cuando leyeron el libro las estimuló mucho para volver a la cocina y crear incluso restaurantes. Si fue así, ¡Qué alegría!
–En esa época, cuando salió el libro, no se hablaba tanto de la cocina mexicana
–Es verdad. Pasaron muchas cosas en estos 27 años, cosas importantes de rescate, de reconocimiento, de proyección, lo cual celebro
–¿Eres buena cocinera?
–Sí, por supuesto. (risas)
–¿Qué es lo que te sale mejor?
–Lo que más me gusta es abrir el refrigerador, ver lo que hay y con ello qué puedo inventar. Hago las recetas tradicionales y trato de seguirlas al pie de la letra, las de mi familia, como el mole…pero lo que más disfruto es diseñar y crear y platillos a diario.
–¿Cómo ha sido esto de la televisión?
–Estoy muy agradecida de haber visto todo el proceso de los chefs, además de que se haya elegido Como agua para chocolate como motivo del episodio de este domingo. Ellos eligieron cada uno una de las 12 recetas que aparece en el libro. El reto era recrearlas y tratar de transmitir una emoción. No se trataba de tiempo. Fue precioso, de veras. Todos procuraron utilizar nuevas técnicas, hicieron maravillas, hicieron milagros. Fue todo delicioso.
–¿Te gusta este tipo de programas?
–No todos me gustan, la verdad. Este me encantó precisamente porque no había límite de tiempo. Porque creo que a la cocina hay que darle su tiempo, tratar de complacerla con gusto. Disfruto muchos los programas del Gourmet, por ejemplo, pero en general la competencia no me gusta tanto. No se puede decir qué es mejor o peor en la cocina ¿cómo se califica la entrega, la técnica, la imaginación de cada participante?
–¿Cómo evalúas la cocina mexicana actual?
–Me encanta la calidad, la cantidad, de fruta que hay en todos lados. Hay restaurantes sensacionales que disfruto mucho, como el Pujol, como el Eloise Chic Cuisine. No me gusta mencionarlos, porque hay tantos que luego me olvido de varios. Siempre dejo afuera a alguno. Me llena de emoción que la oferta sea tan vasta.
–¿Qué es el éxito para ti, ser conocido, ser juzgado, leído?
–La fama es muy relativa, en función de qué se hace la comparación. Para mí lo más lindo es que alguien me lea y que mis historias tengan un impacto emocional en sus vidas. Agradezco cada vez que alguien en la calle me reconoce y me abraza con cariño, comparte conmigo recetas o me invita a comer a su casa. Eso no tengo con qué pagarlo.
–¿Qué es lo que viene para ti?
–En abril sale la nueva novela. Se llama El diario de Tita, en homenaje a la protagonista de Como agua para chocolate. Es más bien un libro-objeto, escrito a mano, con fotografías, flores secas, mucho cariño, para narrar los 20 años de la vida de ella que no aparecen en la historia publicada. Lo empecé a hacer con motivo de los 25 años que cumplió la novela.