Ciudad de México, 13 mar (SinEmbargo).- Tiene la cara dulce, casi el rostro de un niño alegre, sin lados oscuros o retorcidos. Su cuerpo enorme y ágil lo destina a los papeles rimbombantes, como de Emperador romano, como de obrero portuario o de estrella del heavy metal.
Nació Alejandro Calva en México, el 31 de mayo de 1968; de antepasados moros y con padres arraigados en la realidad política nacional, disfrutó de una infancia estimulada por la educación libre anidada en lo que se conoce como escuela activa.
Su fuerte carácter, su voz grave y su manera de responder mirando a los ojos de su interlocutor, parecen permitirle llevar a cuestas las muchas expectativas que genera cada vez que participa en una obra de teatro, en una película o en una serie televisiva.
Pocos actores de su edad gozan de tanto prestigio entre sus pares y a él dice no importarle mucho. Claro que se sabe querido y admirado, pero como artista sensible que es busca denodadamente un espacio en el que no quepa, vestir un traje que le quede chico, estar incómodo, molestarse a sí mismo para crecer.
Alejandro es un actor disciplinado. Controlador y obsesivo, de esos que pueden sufrir de un estrés devastador si percibe que la escenografía tarda más de lo habitual, puede ser el más sumiso frente a las órdenes del director de turno. “Cuando me dan permiso de opinar, opino y cuando me dan toda la libertad, entonces mando”, reconoce.
Culto, consumidor compulsivo de películas británicas en DVD y en su idioma original, es adicto también a series televisivas extranjeras como Los Soprano y nunca ha escondido la felicidad que le proporciona ser actor.
“Me apasiona muchísimo la actuación, es algo que me da mucho placer y, además, me pagan por hacerlo”, dice
LYNCH: LA SALVACIÓN NO ES GRATIS
A este querido actor mexicano loco por las series de televisión, le tocó estar en Lynch, el show que, luego del éxito de KDabra, encaró la señal de cable MovieCity.
La primera temporada fue grabada íntegramente en Colombia, con la dirección de Felipe Martínez, Riccardo Gabrielli, Jonathan Jakbowicz, Diego Mejía Montes y Lilo Vilaplana.
Lynch es una serie de 13 capítulos, en la que también en papeles protagónicos participan la uruguaya Natalia Oreiro y el cubano Jorge Perugorría.
Basada en un guión original de Julia Barrera, la historia de Lynch transcurre en la funeraria Lynch, donde el dueño (Jorge Perugorría) y su esposa (Natalia Oreiro), inventan la muerte de personajes que simulan su muerte, para escaparse de compromisos a los que no le quieren hacer frente.
“Así que si usted está en verdaderos problemas y la única solución es acabar con su vida, la funeraria El Descanso Eterno le ofrece un servicio completo de resurrección: Escenas de muerte accidental o natural, funerales a su medida, videos de su entierro y una nueva identidad en otro país, que hace que usted pueda disfrutar de la vida como un verdadero muerto”, ofrece el boletín de prensa difundido por MovieCity.
La segunda temporada, Lynch: La salvación no es gratis, se estrena el domingo 28 de abril a las 21 horas, por Moviecity Premieres.
En esta entrega, Lynch es condenado a 30 años de prisión y trata de negociar para que le rebajen la condena; al fracasar termina aliándose con Pablo para escapar, a cambio de que libere a Isabel que está hospitalizada y a punto de ser trasladada a la cárcel.
En esta serie multinacional, también hay otros actores mexicanos como Gerardo Taracena y Gabriela de la Garza.