Salvador Guerrero Chiprés
13/02/2024 - 12:03 am
Sus verdaderas intenciones
Querer relacionarse es totalmente legítimo y apropiado, aunque se puede hacer bajo un contexto de seguridad emocional y patrimonial, con medidas para no poner en riesgo el derecho a la intimidad.
Con más de 370 millones de usuarios en el mundo, en las aplicaciones de citas surge una cultura de prevención, con acciones como el hardballing, aunque con pendientes frente a los falsos perfiles y delitos asociados.
La creciente tendencia a las llamadas “citas desechables” ha llevado a desarrollar ese concepto de “ligar con sinceridad absoluta” o definición inmediata sobre las expectativas de la relación, a fin de no perder tiempo.
El avance de la tecnología ha cambiado indudablemente la dinámica para relacionarse en pareja. Datos de la plataforma Statista indican que 5.5 millones de mexicanas y mexicanos emplearon el año pasado servicios de citas online, 57 por ciento más respecto a 2017.
Una forma diferente de buscar amistades o entablar relaciones sentimentales, cuyos riesgos a la seguridad personal y patrimonial no pueden ser relegados.
Desde las apps o sitios web de citas, así como en redes sociales, es posible construir perfiles con detalles favorecedores, fotografías con poses y rostros perfectos, con historias de éxito social y económico.
Luego viene una solicitud de amistad y la espera de respuesta. Generalmente la víctima potencial del llamado “fraude amoroso” fue estudiada con anticipación, en sus gustos y necesidades, los cuales serán en apariencia satisfechos por la o el nuevo “amigo”.
Querer relacionarse es totalmente legítimo y apropiado, aunque se puede hacer bajo un contexto de seguridad emocional y patrimonial, con medidas para no poner en riesgo el derecho a la intimidad.
Entre 2021 —cuando se empezaron a detectar los primeros reportes al Consejo Ciudadano de la Ciudad de México— y este año, casi 200 personas han buscado asesoría emocional o jurídica por “fraude amoroso”; 76 por ciento mujeres.
Después de ganar la confianza o iniciar una relación sentimental, el estafador argumenta una necesidad económica para pedir a la víctima un préstamo. Una vez obtenido el dinero desaparece.
Eventualmente, en esta modalidad de estafa converge la sextorsión, registrada cuando la persona envío material fotográfico o de video de contenido sexual y es amenazada con divulgarlo entre contactos, familiares o pareja sentimental de la vida real. Según los reportes a la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, el 41 por ciento de las víctimas son hombres.
Así como se vuelve tendencia el hardballing como una forma de conocer las verdaderas intenciones, la cautela y desconfianza son las herramientas para evadir a defraudadores y extorsionadores. Por ahora, hasta un 70 por ciento de los reportes por “fraude amoroso” queda en tentativa.
En el contexto del Día del Amor y la Amistad hay una gran oportunidad de profundizar ese dato y tener, quien lo desee, relaciones virtuales y presenciales seguras.
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