Tres objetos que no han sido identificados aún han sido derribados tres días seguidos, del viernes al domingo. El primero del tamaño de un auto, el segundo de forma cilíndrica y el tercero con una estructura octogonal. La situación ha generado todo tipo de especulaciones, sobre todo cuando un funcionario de EU no descartó nada en su origen. Lo cierto es que en Washington apuntan más hacia lo posibilidad de que los artefactos tengan un origen chino o ruso.
Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).– “No he descartado nada en este momento. Seguimos evaluando cada amenaza o amenaza potencial desconocida que se acerca a América del Norte con la intención de identificarla”.
Así respondió el General Glen D. VanHerck, Comandante del Comando Norte de la Fuerza Aérea cuando la reportera de The New York Times, Helene Cooper, le preguntó sobre la posibilidad de que los tres objetos voladores que han sido derribados en los últimos tres días pudieran tener un origen fuera de este mundo.
El planteamiento desató un vendaval de especulaciones sobre estos objetivos que han sido derribados desde el viernes hasta el domingo y cuyo origen aún no ha sido esclarecido. Lo cierto es que su localización en el espacio aéreo estadounidense se dio días después de que un globo chino, supuestamente espía, fuera derribado en Alaska.
La detección de estos artefactos se debe a que el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD por sus siglas en inglés) ajustó su sistema de radar para hacerlo más sensible. Como resultado, explicó The New York Times, la cantidad de objetos que detectó aumentó considerablemente.
“Hemos estado escudriñando más de cerca nuestro espacio aéreo a estas altitudes, incluso mediante el aumento de la potencia de nuestro radar, lo que podría explicar el incremento, al menos en parte”, detalló Melissa Dalton, subsecretaria de Defensa para defensa nacional.
Los funcionarios estadounidenses no han descartado tampoco que existan más objetos. Algunos funcionarios expusieron a The New York Times que los objetos podrían ser de China u otra potencia extranjera, y pueden estar destinados a probar las capacidades de detección después del globo espía.
El viernes ocurrió el primer derribo. La maniobra la llevó a cabo un avión de combate estadounidense. El objeto —del tamaño de un automóvil pequeño— se rompió en pedazos después de ser derribado y lo más probable es que no fuera un globo, dijo un funcionario del Departamento de Defensa.
Un día después, el sábado 11 de febrero, un caza estadounidense F-22 derribó otro objeto sobre el territorio de Yukón, en Canadá que limita con Alaska. El objeto, que un funcionario canadiense describió como cilíndrico y más pequeño que el globo espía, fue captado por el radar el viernes por la noche cuando pasaba sobre Alaska. No se sabe aún qué tipo de objeto es, sin embargo, el Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau expuso que había violado el espacio aéreo canadiense.
Horas después de ese sábado ocurrió el tercer avistamiento: un objeto con una estructura octogonal de la que colgaban hilos, pero no tenía una carga perceptible, que volaba a 20 mil pies, dijeron funcionarios estadounidenses, según consignó The New York Times. El objetivo apareció por primera vez sobre Montana, el cual los radares habrían vuelto a detectar el domingo sobre el lago Hurón para después ser tirado nuevamente por cazas.
El radar NORAD rastreó los dos primeros objetos durante al menos 12 horas antes de que fueran derribados, publica The New York Times. Pero, ahonda el diario, los funcionarios del Departamento de Defensa nunca dijeron si detectaron los objetos en el radar antes de que se acercaran al espacio aéreo estadounidense. Un funcionario dijo al medio que no está claro aún qué mantiene los objetos en el aire.
A esto se suma el caso reportado de un “objeto volador no identificado” localizado en aguas del mar Amarillo, cerca de la costa de la ciudad de Rizhao, que China se alistaba a derribar.
En términos estrictos los tres artefactos derribados en EU son objetos voladores no identificados u OVNIS, un término que ha cargado con el estigma de ser asociado casi siempre con la ufología, situación que ha llevado a que el Gobierno de Estados Unidos se refiera a estos como Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI).
“Los estamos llamando objetos y no globos por una razón”, señaló el mismo General VanHerck al hablar sobre los tres objetos derribados.
Estados Unidos ha abierto la discusión sobre los OVNI o FANI. En un informe, que se emitió en enero del año en curso, el Pentágono dio a conocer que los avistamientos de estos Fenómenos están en aumento.
De acuerdo con la Oficina de la Dirección de Inteligencia Nacional (ODNI por sus siglas en inglés) de EU, los casos se han disparado desde que en marzo de 2021 se presentara un informe preliminar que hablaba de 144 reportes de Fenómenos Aéreos No Identificados registrados a lo largo de 17 años. A partir de la difusión de este reporte y hasta agosto pasado se tienen 247 informes nuevos, a los cuales se suman 119 avistamientos previos que no habían sido descubiertos cuando se hizo el primer reporte preliminar.
Los últimos tres casos han sido material que ha alimentado teorías conspirativas, memes y todo tipo de comentarios.
A estas alturas aún no hay una explicación de parte de las autoridades estadounidenses. Funcionarios citados por The New York Times reconocieron que aún estaban tratando de determinar qué eran los tres objetos. El primero, dijo un funcionario del Departamento de Defensa, probablemente no sea un globo, y se rompió en pedazos después de ser derribado el viernes. El objeto del sábado fue descrito por las autoridades canadienses como cilíndrico, y los funcionarios estadounidenses dicen que es más probable que fuera un globo de algún tipo. El objeto del domingo parecía poco probable que fuera un globo, dijo un funcionario.
La misma información citada por el diario neoyorkino apunta a posibles explicaciones: “La teoría más alarmante que están considerando algunos funcionarios estadounidenses es que los objetos son enviados por China u otra potencia en un intento de aprender más sobre los radares estadounidenses o los sistemas de alerta temprana”, escriben Julian E. Barnes, Helene Cooper y Edward Wong en un amplio artículo.
De acuerdo con esta teoría mencionada por un alto funcionario del Gobierno de EU a The New York Times es que China o Rusia enviaron los objetos para probar las capacidades de recopilación de inteligencia estadounidenses. Podrían ser enviados para saber qué tan rápido Estados Unidos se da cuenta de una intrusión y qué tan rápido los militares pueden responder a tal incursión, expuso el funcionario.
“Si alguno de los dispositivos destruidos en América del Norte en los últimos tres días fuera chino, equivaldría a una gran provocación inmediatamente después del globo espía, una de las razones por las que algunos funcionarios dijeron que adelantarse a la conclusión de que los objetos son dispositivos de vigilancia enviados de Pekín”, señala el Times.
Funcionarios estadounidenses dijeron, según el mismo reporte, que están revisando videos y otras lecturas de sensores recopiladas por los pilotos estadounidenses que observaron los objetos antes de su destrucción. Pero la naturaleza exacta de estos, su origen y para qué estaban destinados no se confirmará hasta que el FBI y la Real Policía Montada de Canadá puedan examinar a fondo los escombros, según han dicho las autoridades.