La trata de mujeres fue una de las violencias que se habrían agravado en México durante el 2020, en plena pandemia COVID-19. Los estados de Quintana Roo, Tlaxcala, Baja California, Nuevo León y Ciudad de México son los que registran las tasas más altas de mujeres víctimas de trata.
Ciudad de México 13 de febrero (SinEmbargo).– La trata de mujeres se recrudeció en México frente a un entorno mundial de crisis por la pandemia COVID-19, pues al menos las denuncias de mujeres víctimas de este delito crecieron el año pasado un 13.52 por ciento.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 453 casos en su indicador “mujeres presuntas víctimas de trata”, 54 más que en el 2019, y un incremento de 25.83 por ciento respecto al año 2018, que registró 360 casos.
TRATA DE MUJERES EN LOS ESTADOS
El Estado de México, Ciudad de México, Nuevo León, Quintana Roo y Baja California son las entidades que concentran el mayor número de víctimas con 70, 66, 47, 38 y 36 denuncias respectivamente.
Chihuahua se ubica en el sexto lugar con un total de 18 casos; Guerrero y Tlaxcala con 15 denuncias cada una, y Oaxaca y Puebla reportan 12 cada una. Por otra parte, Campeche, Colima y Durango no reportaron ni una sola denuncia o víctima de este delito.
Con relación a la tasa de presuntas víctimas por cada cien mil mujeres, las entidades federativas que encabezan la lista son: Quintana Roo, Tlaxcala, Baja California, Nuevo León y Ciudad de México con 4.45, 2.12, 1.98, 1.67 y 1.40 víctimas de trata por cada 100 mil mujeres, respectivamente.
Por otra parte, Veracruz, Tabasco, Guanajuato y Morelos se colocan como las entidades con las tasas más bajas: 0.23, 0.15, 0.13 y 0.10 respectivamente.
NIÑAS Y ADOLESCENTES
El más reciente Informe Global sobre Trata de Personas publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) reiteró que las mujeres y las niñas son los principales objetivos de la trata de personas.
El estudio en mención, publicado el pasado 2 de febrero, expone que de cada 10 víctimas de trata detectadas a nivel mundial en 2018, aproximadamente cinco eran mujeres adultas y dos eran niñas; en tanto que cerca del 20 por ciento de las víctimas eran hombres adultos y el 15 por ciento, niños pequeños.
El Estado de México concentra el mayor número de víctimas menores de edad al momento de interponer la denuncia, con el 50 por ciento (35). Le sigue Nuevo León, donde 25 de las 47 víctimas eran niñas y adolescentes, es decir, el 53.19 por ciento.
En Baja California el 52.78 por ciento de las 36 víctimas eran menores y en la Ciudad de México, de las 66 víctimas, 16 tenían entre los 0 a 17 años, es decir, el 24.24 por ciento.
El informe sobre trata de personas de la ONU muestra que hay un marcado aumento de víctimas menores de edad, tanto niñas como niños, quienes concentran el 30 por ciento del total de casos dectados.
En los últimos tres lustros el porcentaje de niños identificados como víctimas de trata pasó del 3 al 15 por ciento y el de niñas víctimas subió del 10 al 19 por ciento, “lo que se debe, entre otros temas, a la tolerancia social en ciertos entornos”.
De acuerdo con el estudio, las niñas son tratadas principalmente con fines de explotación sexual y los niños, en su mayoría son utilizados para trabajos forzados.
TRATA DE PERSONAS Y LA COVID-19
Si bien la trata de personas afecta mayormente a mujeres y niñas (quienes representan el 65 por ciento de las víctimas), sin embargo, las Naciones Unidas advirtió que la trata de hombres y niños (quienes aglomeran el 35 por ciento) también ha crecido.
“El porcentaje de hombres adultos casi se ha duplicado, pasando de alrededor del 10 al 20 por ciento en 2018”.
Las crisis en las economías derivadas de la pandemia han potencializado esta problemática, pues “la recesión causada por la COVID-19 impacta directamente en el riesgo de ocurrencia del delito de trata de personas principalmente por el incremento de población con necesidades económicas derivadas del incremento del desempleo”, destaca el informe.
Y es que, según explica la ONU, los traficantes se aprovechan de quienes están en situación de vulnerabilidad, como los migrantes y las personas sin trabajo.
“Millones de mujeres, niños y hombres en todo el mundo están sin trabajo, sin escolarizar y sin apoyo social en la continua crisis del COVID-19, lo que los deja en mayor riesgo de trata de personas. Necesitamos acciones específicas para evitar que los traficantes criminales se aprovechen de la pandemia para explotar a los vulnerables”, expresó en un comunicado la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly.
NO SOLO PARA EXPLOTACIÓN SEXUAL
Alrededor de 50 mil víctimas de trata de personas fueron detectadas en 148 países en el año 2018, es la cifra global más reciente; sin embargo, la cifra real de víctimas podría ser mucho mayor, dada la naturaleza oculta de este delito, alertó la ONU.
La trata es un delito que consiste en captar, trasladar y retener a una persona mediante la fuerza o la amenaza para explotarla durante largos periodos de tiempo.
La explotación sexual es la forma más conocida sobre la trata de personas, pero otras víctimas de este delito son utilizadas para trabajos forzados en condiciones de esclavitud; esta modalidad ha crecido, pues el 34 por ciento del total de las víctimas identificadas en 2016 subió a 38 por ciento en 2018.
Los sectores con mayor ocurrencia de casos de trabajo forzado son las labores domésticas, de la construcción, la agricultura, economías extractivas como la minería, el sector textil y los trabajos informales.
La explotación sexual se mantiene como la principal finalidad para la trata de personas al concentrar el 50 por ciento de las víctimas, mientras que el 38 por ciento fueron explotadas para realizar trabajos forzados; el 6 por ciento fueron objeto de actividades delictivas forzadas; el 1 por ciento fueron obligadas a mendigar y un número menor a contraer matrimonios forzados, a la extracción de órganos y a otros fines”, detalla el documento.
GLOTiP_2020_15jan_webLa mayoría de las personas condenadas por trata son hombres, con alrededor del 64 por ciento del total. Los delincuentes pueden ser desde miembros de grupos organizados a individuos aislados. Cuanto mayor es el nivel organizativo, mayor es también el tiempo de explotación.
“Los tratantes ven a sus víctimas como mercancías sin tener en cuenta su dignidad y derechos humanos. Venden a sus semejantes a un precio que puede oscilar entre decenas y decenas de miles de dólares de los Estados Unidos, siendo las grandes organizaciones delictivas las que obtienen los mayores ingresos”.
Otro aspecto que destaca el informe es los criminales y redes de trata de personas han integrado la tecnología a sus modos de operación, desde la captación hasta la explotación de las víctimas.
De acuerdo con la UNODC, los delincuentes utilizan el Internet y particularmente las redes sociales para buscar a sus víctimas (principalmente menores de edad), pero también lo pueden utilizar para transmitir en vivo la explotación sexual de sus víctimas, lo que multiplica las ganancias de las mafias.