Los economistas del Banxico optaron por continuar la tendencia a la baja de la tasa de interés. Ven riesgos en el brote de coronavirus y una constante desaceleración y estancamiento de la economía nacional.
Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).- La Tasa de Interés Interbancaria a un día se redujo 25 puntos base, hasta el 7 por ciento. La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió realizar el cambio desde el 7.25 por ciento anterior por unanimidad.
Este es el quinto recorte, de manera consecutiva que realiza el órgano económico. En su informe consideró relevante condiciones de riesgo externas, como el impacto del brote del coronavirus en la economía global. En su observación interna, la debilidad mostrada por la economía mexicana, que ha anotado una desaceleración marcada en los últimos trimestres, llevaron a la baja la tasa.
La analista de Banco Base, Gabriela Siller estimó esta mañana que el banco central mexicano mantendría sin cambios su política económica, “haciendo una pausa a los recortes a de la tasa de interés hasta ver el impacto que el incremento en el salario mínimo pueda tener sobre la inflación”. Sin embargo los economistas del Banxico optaron por continuar la tendencia.
A nivel mundial el Banxico observó características de desaceleración, una baja inflación, una postura más acomodaticia y bajas tasas de interés en economías del globo. Pese a que han mostrado un relajamiento en sus medidas, los riesgos para la economía mundial continúa ante la presencia de factores de incertidumbre, como los efectos del reciente brote de coronavirus.
La Junta de Gobierno del #BancodeMéxico decidió por unanimidad disminuir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.00%. Consulte los detalles del anuncio aquí: https://t.co/gQGqPnubPI #PolíticaMonetaria pic.twitter.com/nrwBkPYKHC
— Banco de México (@Banxico) February 13, 2020
“En las últimas semanas el tipo de cambio se apreció y las tasas de interés de valores gubernamentales en todos sus plazos se redujeron. No obstante, persisten riesgos externos e internos que pudieran afectar el desempeño de los mercados financieros nacionales”, destacó el análisis de la Junta.
A nivel interno, el Banxico destacó el estancamiento de la actividad económica a lo largo de los últimos trimestre y con una debilidad marcada. “Así, las condiciones de holgura continuaron ampliándose”.
Los elementos considerados para el recorte de la tasa en 0.25 por ciento fueron los niveles alcanzados por la inflación general, sus perspectivas en el horizonte en el que opera la política monetaria, la mayor amplitud de las condiciones de holgura de la economía y el comportamiento reciente de las curvas de rendimiento externas e internas.
El reporte indicó que, con base en información reciente, el Banxico estimó que la economía mexicana crezca en 2020 a un nivel menor del estimado en el reporte del tercer trimestre del año anterior. El PIB nacional se verá afectado por los riesgos que han sesgado el dato a la baja.
El banco central observó que, entre noviembre de 2019 y el primer mes de 2020, la inflación general anual aumentó de 2.97 a 3.24 por ciento. La no subyacente de 0.98 a 1.81 por ciento y la inflación subyacente pasó de 3.65 a 3.73 por ciento. “Esta última resintió los incrementos de precios sujetos al IEPS y continúa mostrando resistencia a disminuir”, destacó.
Confirmó que las expectativas de inflación a corto, mediano y largo plazo se han mantenido, aunque se han observado niveles superiores al 3 por ciento, sin embargo la inflación subyacente ha aumentado para los mismos periodos. Debido a los cambios en los factores que inciden en la trayectoria esperada de la inflación, estimó que las inflaciones general y subyacente serán moderadamente superiores a los pronósticos del último Informe Trimestral, estimadas en 3.0 y 3.6 por ciento, respectivamente.
Los riesgos observados para la inflación identificados fueron: la resistencia a disminuir de la inflación subyacente; aumentos salariales que afecten al mercado laboral y los precios; un posible ajuste cambiario por factores externos o internos; incrementos mayores a lo previsto en los precios agropecuarios, y un deterioro en las finanzas públicas.
Una apreciación adicional del tipo de cambio; menores precios internacionales de los energéticos por el brote de
coronavirus, y una ampliación en las condiciones de holgura podrían beneficiar el dato de la inflación. “En este contexto, se mantiene incertidumbre en cuanto al balance de riesgos para la trayectoria descrita de la inflación”, afirmó el Banxico.