Se espera que el caso ante el Tribunal mundial dure años, pero en unas semanas podría llegarse un fallo sobre las medidas provisionales, aunque el Primer Ministro dejó en claro que Israel ignoraría las órdenes de detener los combates, lo que podría profundizar su aislamiento.
Por Najib Jobain, Samy Magdy y Bassem Mroue
Rafah, Franja de Gaza, 13 de enero (AP) — Israel continuará su guerra contra Hamás hasta la victoria y nadie, ni siquiera el tribunal mundial, lo detendrá, dijo el Primer Ministro Benjamín Netanyahu en un discurso desafiante el sábado, mientras los combates en Gaza se acercaban a los 100 kilómetros como marca del día.
Netanyahu habló después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya celebrara dos días de audiencias sobre las acusaciones de Sudáfrica de que Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos, una acusación que Israel ha rechazado por calumniosa e hipócrita. Sudáfrica pidió al Tribunal que ordenara a Israel que detuviera su feroz ofensiva aérea y terrestre como medida provisional.
“Nadie nos detendrá, ni La Haya, ni el eje del mal ni nadie más”, dijo Netanyahu en declaraciones televisadas el sábado por la noche, refiriéndose a Irán y sus milicias aliadas.
Se espera que el caso ante el Tribunal mundial dure años, pero en unas semanas podría llegarse un fallo sobre las medidas provisionales. Las sentencias judiciales son vinculantes pero difíciles de hacer cumplir. Netanyahu dejó en claro que Israel ignoraría las órdenes de detener los combates, lo que podría profundizar su aislamiento.
Israel ha estado bajo una creciente presión internacional para poner fin a la guerra, que ha matado a más de 23 mil palestinos en Gaza y provocado un sufrimiento generalizado en el enclave asediado, pero hasta ahora ha estado protegido por el apoyo diplomático y militar de Estados Unidos.
Israel sostiene que poner fin a la guerra significa la victoria de Hamás, el grupo militante islámico que ha gobernado Gaza desde 2007 y está empeñado en la destrucción de Israel.
La guerra fue desencadenada por un mortal ataque el 7 de octubre en el que Hamás y otros militantes mataron a unas mil 200 personas en Israel, en su mayoría civiles. Unos 250 más fueron tomados como rehenes y, aunque algunos han sido liberados o se ha confirmado su muerte, se cree que más de la mitad siguen en cautiverio. El domingo se cumplen 100 días de lucha .
Los temores de una conflagración más amplia han sido palpables desde el comienzo de la guerra. Rápidamente se abrieron nuevos frentes, con grupos respaldados por Irán ( los rebeldes hutíes en Yemen , Hezbolá en el Líbano y milicias respaldadas por Irán en Irak y Siria) llevando a cabo una serie de ataques. Desde el principio, Estados Unidos aumentó su presencia militar en la región para disuadir una escalada.
Tras una campaña hutí de ataques con drones y misiles contra barcos comerciales en el Mar Rojo, Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron múltiples ataques aéreos contra los rebeldes el viernes, y Estados Unidos atacó otro sitio el sábado.
Como consecuencia adicional de la guerra, el Tribunal mundial escuchó esta semana argumentos sobre la denuncia de Sudáfrica contra Israel. Sudáfrica citó el creciente número de muertos y las dificultades entre los civiles de Gaza, junto con los comentarios incendiarios presentados por los líderes israelíes, como prueba de lo que llamó intención genocida.
En contraargumentos el viernes, Israel pidió que el caso fuera desestimado por carecer de fundamento. La defensa de Israel argumentó que el país tiene derecho a contraatacar a un enemigo despiadado, que Sudáfrica apenas había mencionado a Hamás y que ignoró lo que Israel considera intentos de mitigar el daño civil.
Mientras tanto, Netanyahu y su jefe del ejército, Herzl Halevi, dijeron que no tienen planes inmediatos para permitir el regreso de los palestinos desplazados al norte de Gaza, el foco inicial de la ofensiva de Israel. Los combates en la mitad norte se han reducido y las fuerzas ahora se concentran en la ciudad sureña de Khan Younis, aunque los combates continúan en partes del norte.
Netanyahu dijo que la cuestión había sido planteada por el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, durante su visita a principios de esta semana. El líder israelí dijo que le dijo a Blinken que “no devolveremos a los residentes (a sus hogares) cuando haya combates”.
Al mismo tiempo, Netanyahu dijo que Israel eventualmente necesitaría cerrar lo que, según él, eran brechas a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto. Durante los años de bloqueo israelí-egipcio, los túneles de contrabando bajo la frontera entre Egipto y Gaza habían constituido una importante línea de suministro para Gaza.
Sin embargo, la zona fronteriza, particularmente la ciudad de Rafah en el sur de Gaza, está repleta de cientos de miles de palestinos que han huido del norte de Gaza, y su presencia complicaría cualquier plan para ampliar la ofensiva terrestre de Israel.
“No pondremos fin a la guerra hasta que cierremos esta brecha”, dijo Netanyahu el sábado, añadiendo que el Gobierno aún no ha decidido cómo hacerlo.
En Gaza, donde Hamás ha opuesto una dura resistencia a la feroz campaña aérea y terrestre de Israel, la guerra continuó sin cesar.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el sábado que 135 palestinos habían muerto en las últimas 24 horas, lo que eleva el número total de víctimas de la guerra a 23.843. El recuento no diferencia entre combatientes y civiles, pero el ministerio ha dicho que alrededor de dos tercios de los muertos son mujeres y niños. El ministerio dijo que el número total de heridos de guerra superó los 60 mil.
Luego de un ataque aéreo israelí antes del amanecer del sábado, un video proporcionado por el departamento de Defensa Civil de Gaza mostró a los trabajadores de rescate buscando entre los escombros retorcidos de un edificio en la ciudad de Gaza con una linterna.
Las imágenes los mostraban cargando a una niña envuelta en mantas con heridas en la cara y al menos a otros dos niños que parecían muertos. Un niño, cubierto de polvo, hizo una mueca cuando lo subieron a una ambulancia.
El ataque a la casa en el barrio de Daraj mató al menos a 20 personas, según el portavoz de la Defensa Civil, Mahmoud Bassal.
Otro ataque el viernes por la noche cerca de la ciudad sureña de Rafah, en la frontera con Egipto, mató al menos a 13 personas, incluidos dos niños. Los cuerpos de los muertos, principalmente de una familia desplazada del centro de Gaza, fueron llevados al hospital Abu Youssef al-Najjar de la ciudad, donde fueron atendidos por un reportero de Associated Press.
La empresa palestina de telecomunicaciones Jawwal dijo que dos de sus empleados murieron el sábado mientras intentaban reparar la red en Khan Younis. La compañía dijo que los dos fueron alcanzados por los bombardeos. Jawwal dijo que ha perdido 13 empleados desde el inicio de la guerra.
Israel ha argumentado que Hamás es responsable del gran número de víctimas civiles, diciendo que sus combatientes utilizan edificios civiles y lanzan ataques desde zonas urbanas densamente pobladas.
El ejército israelí publicó un video el sábado que, según dijo, mostraba la destrucción de dos complejos de lanzamiento de cohetes listos para usar en Al-Muharraqa, en el centro de Gaza. En el encuadre se ve un gran bosque de palmeras y algunas viviendas. En el vídeo, la explosión lanza un cohete al aire. El ejército dijo que había docenas de lanzadores listos para ser utilizados.
Desde el inicio de la operación terrestre de Israel a finales de octubre, 187 soldados israelíes han muerto y otros mil 099 han resultado heridos en Gaza, según el ejército.
Más del 85 por ciento de los 2.3 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados como resultado de la ofensiva aérea y terrestre de Israel, y vastas franjas del territorio han sido arrasadas.
Sólo 15 de los 36 hospitales del territorio siguen funcionando parcialmente, según OCHA, la agencia de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas.
En medio de una ya grave escasez de alimentos, agua potable y combustible en Gaza, la OCAH dijo en su informe diario que las graves limitaciones de Israel a las misiones humanitarias y sus negativas absolutas habían aumentado desde principios de año.
La agencia dijo que sólo el 21 por ciento de las entregas previstas de alimentos, medicinas, agua y otros suministros han llegado con éxito al norte de Gaza.
Los esfuerzos estadounidenses y otros esfuerzos internacionales para presionar a Israel a hacer más para aliviar el sufrimiento de los civiles palestinos han tenido poco éxito.
