Esta semana que termina recibe al año con alta tensión. Grandes problemas internos de los partidos ensucian todo el proceso electoral, Trump quita el sueño, hay violencia en varias zonas del país que no han podido ser controladas por el poder del Estado y, en Ecuador, una impresionante rebelión de la delincuencia se atreve a realizar acciones que jamás se hubieran esperado en un país institucionalizado.

Pero la vida es muy amplia y, en lugares como Juárez, donde la violencia continúa, se abren momentos y eventos ciudadanos que nos dicen que la enorme mayoría de los mexicanos busca un mejor mañana.

Un grupo de profesionistas jóvenes, cercanos a su egreso de la universidad, lleva a la práctica con apoyo de Bienestar un programa de prevención contra la delincuencia y contra las adicciones: Educación a Menores con Maduración Asistida (EMMA), que propone que la mejor prevención es la educación.

Ya hemos escrito sobre este programa, que pretende interrumpir la cadena de reclutamiento de personal por parte de la delincuencia en general y la organizada en particular.

El grupo de enfoque es muy específico y nos puede aportar elementos para un combate amplio y general contra la delincuencia y las adicciones en el lugar y tiempo precisos donde nacen.

Se trata de jóvenes que, por alguna razón, suspendieron sus estudios secundarios y que tienen entre 12 y 17 años. Viven en los barrios proletarios y pertenecen a familias obreras o de trabajadores informales, que hacen todos sus esfuerzos y ocupan todo su tiempo en los trabajos que les reportan los ingresos indispensables, que no tienen tiempo ni prácticas familiares para asegurarse de que sus hijos, al terminar la primaria, se inscriban y se mantengan dentro de los estudios secundarios.

Ese grupo de académicos se esfuerza por convencer a los jóvenes inscritos en el programa anual de Secundaria de la importancia de darle un sentido a la vida.

Advertir, en primera persona: «Estamos vivos, somos seres humanos, tenemos emociones, tenemos sensaciones, pero la pregunta es: ¿para qué vivimos?, ¿para qué llegamos a este mundo?, ¿para qué estamos formando nuestra personalidad?».

Los jóvenes entre 12 y 17 años intentan responder esa pregunta: “Para qué vine a la vida”, es la pregunta más importante a la que se enfrentan.

Hay novelas, películas, donde el actor principal, el joven, está desesperado por saber quién es su padre, por qué lo abandonó antes de que naciera. Pero eso no es lo principal, lo principal es: «Para qué venimos a vivir como seres humanos» y, en ese sentido, el programa de Educación para Menores con Maduración Asistida (EMMA) no solo les ofrece el certificado de secundaria, EMMA les ofrece la posibilidad de que busquen y encuentren un sentido para su vida, un sentido para que estén aquí. Y diseñen un proyecto a futuro.

Los que creen en Dios deben preguntarse: ¿Por qué Dios me permitió vivir?, ¿por qué mi madre y mi padre fueron a los que Dios les encargó cumplir la voluntad de que yo viniera a vivir a esta tierra?

Ahora ellos los jóvenes en EMMA deben encontrar su sentido de vida. Y diseñar un proyecto para realizarlo.

También encontramos que los jóvenes entre 12 y 17 años no tienen la información suficiente de qué son los derechos humanos, incluso hay una gran cantidad de adultos, de profesionistas, de servidores públicos, que no tienen idea de qué son los derechos humanos.

En EMMA, los jóvenes, con la asesoría de licenciados en arte, jóvenes que tienen el talento para superar los obstáculos de la vida de manera creativa y plasmarla en un acto de comunicación humana, los descubren y buscan realizarlos con su propia experiencia, reconociendo y aprendiendo que los derechos humanos se basan en el respeto a la dignidad humana y, una vez que han interiorizado: «Estamos aquí para cumplir un objetivo y el objetivo no nos lo dio Dios ni la naturaleza, el objetivo lo construimos nosotros y debemos seguirlo bajo una norma fundamental: debemos respetar la dignidad de todas las personas.

Por eso, cuando los ciudadanos vulneran, la dignidad de las personas, cometen un delito al violar los derechos humanos, en alguno o varios de los establecidos en los tratados internacionales y tipificados en la Ley

Así mismo, las autoridades con sus actos fuera de la ley, también están violando la dignidad de las personas, cometiendo el delito de violación a los derechos humanos.Segun el texto del código penal. En el Estado de Chihuahua, aquellos que atenten contra la dignidad de las personas y sean autoridad, que sean acusados de violación de derechos humanos, policías, investigadores, incluso altos funcionarios pueden ser encarcelados.

Sobre estos dos principios darle un sentido a la vida, y el respeto a la dignidad humana construye EMMA a los jóvenes que atienden los cursos anuales.

Y esta graduación el día once se cerró con la protesta de los asistentes, graduados, familiares y profesores como Defensores de los Derechos Humanos.

Gustavo De la Rosa

https://www.sinembargo.mx/author/delarosa

Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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