Analizando los 30 campus de toda Estados Unidos con la mayor cantidad de casos reportados, los expertos vieron que más de la mitad de las instituciones tenían picos que estaban muy por encima de mil casos de coronavirus por cada 100 mil personas por semana dentro de las dos primeras semanas de clase.
Madrid, 13 de enero (Europa Press).- Los campus universitarios corren el riesgo de convertirse en superpropagadores de COVID-19 para toda su área de influencia, según un nuevo estudio realizado en Estados Unidos, que muestra el peligro de las dos primeras semanas de clase en particular.
Analizando los 30 campus de toda Estados Unidos con la mayor cantidad de casos reportados, los expertos vieron que más de la mitad de las instituciones tenían picos que estaban muy por encima de mil casos de coronavirus por cada 100 mil personas por semana dentro de las dos primeras semanas de clase.
En algunas universidades, uno de cada cinco estudiantes había sido infectado con el virus al final del semestre de otoño. Cuatro tenían más de 5 mil casos. En 17 de los campus monitorizados, un nuevo modelo por ordenador desarrollado por científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) muestra brotes traducidos directamente en picos de infección dentro de sus condados de origen.
“Los responsables políticos suelen utilizar una incidencia de 50 casos de COVID-19 por cada 100 mil personas a la semana como umbral para los países, estados o regiones de alto riesgo. Las 30 instituciones de nuestro estudio superaron este valor. El número de estudiantes que se infectaron sólo durante el otoño es más del doble del promedio nacional desde el comienzo del brote de 5.3 por ciento, con 17.3 millones de casos reportados en una población de 328.2 millones”, explica la autora principal del trabajo, Hannah Lu.
#medRxiv Are college campuses superspreaders? A data-driven modeling study https://t.co/d8Xfo8GLNY college campuses are at risk to develop an extreme incidence of COVID-19 and become superspreaders for neighboring communities. pic.twitter.com/1ow9vzPCB3
— Francis Villatoro (@emulenews) December 22, 2020
Esta investigación, publicada en la revista revisada por pares Computer Methods in Biomechanics and Biomedical Engineering, muestra, sin embargo, que el manejo estricto de los brotes puede reducir los picos en unas dos semanas.
Los miembros del equipo de investigación utilizaron un modelo avanzado, que evalúa la epidemiología en tiempo real del brote de COVID-19 utilizando un modelo SEIR (susceptible, expuesto, infeccioso y recuperado) para trazar un mapa de cómo se propagó la enfermedad en los campus.
Sacaron informes de casos de COVID-19 de 30 tableros universitarios disponibles públicamente en todo Estados Unidos durante el otoño de 2020. Estas instituciones estaban teniendo clases presenciales, on line o un híbrido de ambos. Seleccionaron universidades para las que se informaba diariamente el número de casos y el número total de casos acumulados superaba los 100. Durante esta franja de tiempo, el número de casos nuevos en todo el país había caído por debajo de 50 mil al día.
“At the University of Notre Dame, for instance, all 12,607 students were tested before the beginning of class and only nine had tested positive. Less than two weeks into the term, the seven-day incidence was 3083, with a reproduction number R0 of 3.29.”https://t.co/uZkQlgGuZt
— Mark Gilson (@plasmaphase) January 13, 2021