La presidenta de la Cámara Baja de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aseguró que el Donald Trump es un "peligro claro y presente" para el país, por lo que "debe irse"; algunos republicanos reprocharon que esa elección no es el camino a la unidad que el país necesita.
Washington, Estados Unidos, 13 de enero (EFE).- La presidenta de la Cámara Baja de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró este miércoles que Donald Trump "debe irse" ya que es "un peligro claro y presente" para el país, en el debate previo a la votación de un nuevo juicio político contra el mandatario, acusado de "incitación a la insurrección".
"Sabemos que el Presidente de Estados Unidos incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos", sostuvo Pelosi en el pleno de la Cámara Baja.
Por su parte, varios legisladores republicanos se han opuesto a la medida al asegurar que iba en contra de los llamados a la unidad en los difíciles momentos que atraviesa el país.
"Este no es el camino si queremos recuperar la unidad. Es momento de buscar la curación. Paremos este juicio político", replicó Jeff van Drew, legislador republicano por Nueva Jersey.
President Trump has proven he is a clear and present danger to our American democracy. He must be impeached and removed from office. pic.twitter.com/5WvQIDG4eK
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) January 13, 2021
Estados Unidos vive una tensión política sin precedentes recientes después del violento asalto al Capitolio de la pasada semana por una turba de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos.
El mandatario saliente criticó el nuevo juicio político en su contra como algo "absolutamente ridículo" y "una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política".
Todo ello a menos de una semana de que se lleve a cabo la ceremonia formal de traspaso de poder, prevista para el 20 de enero, en la que el demócrata Joe Biden asumirá la Presidencia.
Las autoridades han efectuado ya un enorme despliegue policial en Washington, con más de 10 mil efectivos, y levantando vallas en torno al Capitolio, en cuyas escalinatas se llevará a cabo la ceremonia de investidura, para evitar las escenas de la caótica jornada del pasado miércoles que dieron la vuelta al mundo.