Los salarios de los mexicanos que cuentan con posgrado y licenciatura han caído 28 y 20 por ciento, respectivamente, en lo que va del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, así lo reveló el estudio “La pobreza persistente en México”, elaborado por la Universidad Iberoamericana.
A partir de 2012, la pérdida del poder adquisitivo también está relacionada con el nivel de estudios: a más escolaridad, más pérdida de poder adquisitivo.
De acuerdo con la investigación, mientras el salario mínimo ha perdido casi 4 por ciento de su poder adquisitivo en la presente administración, el salario promedio, empujado por las abruptas caídas en salarios de trabajadores con posgrado, universidad y preparatoria, lo ha hecho en 14.4 por ciento.
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Ciudad de México, 13 de enero (SinEmbargo).– En lo que va del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, los salarios de los mexicanos que cuentan con posgrado y licenciatura han caído 28 y 20 por ciento, respectivamente, de acuerdo el estudio “La pobreza persistente en México”, elaborado por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide), de la Universidad Iberoamericana (Ibero).
Comparando 2005 con 2016, estudiar un posgrado o una licenciatura en México da salarios mensuales menores, mientras que las remuneraciones para los trabajadores que no cuentan con escolaridad, primaria, secundaria y preparatoria casi se equiparan con el salario mínimo, explicaron los académicos Graciela Teruel Belismelis, Miguel Santiago Reyes Hernández y Miguel Alejandro López, autores del estudio.
A partir de 2012 también la pérdida de poder adquisitivo está relacionada con el nivel de estudios: a más escolaridad, más pérdida de poder adquisitivo.
De acuerdo con la investigación, mientras el salario mínimo ha perdido casi 4 por ciento de su poder adquisitivo en la presente administración, el salario promedio, empujado por las abruptas caídas en salarios de trabajadores con posgrado, universidad y preparatoria, lo ha hecho en 14.4 por ciento.
Los investigadores señalaron cuatro factores que contribuyen a la baja de los salarios y a la pérdida del poder adquisitivo.
1. Implementación de la Reforma Laboral que abarata costos de contratación y despido.
2. La desvinculación de aumentos salariales de productividad o rendimiento de la empresa.
3. El cambio en la composición de la estructura salarial, por ejemplo, el aumento de empleos en trabajos cuyo salario es de 1 a 3 salarios mínimos, y caída en la participación de salarios mayores a 5 salarios mínimos.
4. Mayores tasas de desempleo en población con mayores niveles de escolaridad.
SALARIOS EN MÉXICO: O BAJAN O SE ESTANCAN
El análisis de la Universidad Iberoamericana reveló que en los últimos 25 años, el ingreso permanece prácticamente inamovible en México. En 1992, por ejemplo, 53.8 por ciento de la población se encontraba debajo de la línea de bienestar o línea de pobreza monetaria. Para 2016, la última medición oficial arrojó poco más de 50 por ciento.
“Los salarios en México siguen perdiendo poder adquisitivo, situación que contribuye a que más de la mitad de la población asalariada, 51.7 por ciento de los trabajadores, permanezcan debajo de la línea de pobreza monetaria, conocida también como línea de bienestar del Coneval”, afirmaron los autores del estudio.
Tan sólo en la presente administración, señalaron, los salarios promedio y mínimo han perdido 14.4 y 3.9 por ciento de su poder adquisitivo, respectivamente. Entre las repercusiones, además de aumentar la brecha con los salarios de América del Norte, están la perpetuación de pobreza y minar las posibilidades de movilidad social.
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En una comparación entre los países que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy en vilo por las renegociaciones, la brecha salarial entre México y Estados Unidos en salarios promedio se amplió de 3.6 a 3.9 veces entre 2000 y 2016, en tanto la que se tiene con Canadá aumentó de 2.7 a 3.1 veces. Sólo la existente entre Canadá y Estados Unidos como socios del TLCAN disminuyó al pasar de 1.33 a 1.2 veces.
“México es en tal caso un socio pobre de Norteamérica, donde no sólo hay crecimiento económico insuficiente, sino que éste no es dirigido en su mayor parte hacia la población pobre, no hay crecimiento pro-pobre que genere empleos y mejore significativamente las remuneraciones en la parte baja y media de la distribución”, señaló el estudio.
A finales de noviembre de 2017 la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) anunció el aumento salarial de 10.4 por ciento, el cual ubicaría el salario mínimo en un monto de 88.36 pesos diarios, al respecto el Presidente Enrique Peña Nieto indicó que era un ajuste “histórico” que significaba un 20 por ciento más del salario mínimo que recibió su administración. Sin embargo, los 88.36 pesos diarios, siguen siendo de los más bajos de América Latina.