Ciudad de México, 4 de abril (SinEmbargo).– El cáncer de mama en los gatos es una enfermedad que cada vez se vuelve más frecuente, pero el problema es que no existen suficientes estudios y análisis sobre este mal que afecta a los felinos domésticos. Por otro lado, varios expertos del Instituto de Medicina de Academias Nacionales aseguran que los estudios clínicos realizados en mascotas podrían ayudar más para investigar sobre el cáncer en los humanos, que los análisis actuales que se realizan en otros modelos.
«Muchas candidaturas nuevas para drogas fallan en las pruebas clínicas humanas, a pesar de la evidencia de eficacia en los modelos preclínicos tradicionales, porque estos modelos animales en su mayoría carecen de características que los humanos padecen al tener cáncer», explican expertos del Instituto de Medicina.
Recientemente se retomó el interés en el estudio de los tumores de los animales de compañía y se vincula su desarrollo espontáneo como resultado del envejecimiento normal estas mascotas, ya que comparten muchas características con los cánceres humanos, como el aspecto histológico, la genética de tumores, comportamiento biológico, objetivos moleculares, respuestas terapéuticas y resistencia adquirida, así como recurrencia y metástasis. A menudo, esto es referido como «oncología comparativa».
Son estudios «traducidos» en los animales domésticos que pueden servir como un intermediario útil en modelos preclínicos tradicionales y ensayos en humanos. Una vez que un medicamento fue aprobado, la oncología comparativa también puede dar información valiosa sobre los desafíos posteriores a la comercialización de medicinas como la eficacia, la dosis y el régimen.
Los experimentos que proponen realizar con animales serían ejemplares con casos de cáncer ya desarrollados y la enfermedad sería tratada como el cáncer humano, como en la actualidad se lleva a cabo en veinte centros académicos veterinarios de Estados Unidos cuyo fin es ver por la salud tanto del animal como la del humano.
Uno de los obstáculos es que la comunidad de investigadores no ha llegado a ese punto del acuerdo en donde se valoren estos datos clínicos de prueba para avanzar en la investigación sobre el cáncer en los humanos y cómo integrar estas pruebas de oncología comparativa para una continua investigación de la enfermedad.
El cáncer de mama en los gatos es muy frecuente, ya que cuentan con ocho glándulas mamarias, aunque la enfermedad es más agresiva en gatas de edad mayor.
En el caso de los gatos, cuando padecen de cáncer de mama suele ser maligno, equivalente como al doble o triple de negativo que el cáncer en una mujer. Y aunque existen cirugías, quimioterapias para tratar a los felinos, aún hacen falta nuevas estrategias ya que su éxito no está del todo comprobado.
Antes de realizar investigaciones en los gatos, el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos y su consorcio de Oncología Comparativa se enfocará en hacer pruebas con al menos 3 mil perros de raza golden retriever, ya que esta raza está altamente expuesta a varios tipos de cáncer.
El estudio de las mascotas sobre enfermedades no es nuevo, ya que comparten muchos padecimientos parecidos a los de los humanos como asma, diabetes y cáncer, por lo que cuando se hace investigación en alguna de estas especies, beneficia a todas.
«Nuestras mascotas viven en nuestras casas. Beben de la misma agua y comen casi lo mismo. Están expuestos a varios de los mismos riesgos ambientales y comparten los mismos genes, por lo cual es probable que tengan las mismas enfermedades», explica la doctora Amy LeBlanc, una veterinaria y experta en cáncer en la Universidad de Tennessee para el National Institutes of Health (NIH).
En el caso de los perros, ellos pueden desarrollar cáncer de manera natural justo como las personas. Los tumores en los perros se esparcen de la misma forma que en los humanos y responden a las terapias de la misma forma que los cánceres que afectan a la gente, como quimioterapias y a la radiación.
A los gatos les da diabetes por las mismas razones que a los humanos como por obesidad, ingerir los alimentos erróneos y no ejercitarse físicamente.
Un caso ejemplar en este aspecto, son los estudios fundados por los Institutos de Salud Nacionales que forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos sobre un tipo de cáncer agresivo que afecta a los huesos de los niños y adolescentes, que también es muy común en los perros (afecta a 15 mil al año en Estados Unidos).
El osteosarcoma, como se le llama, fue estudiado en perros domésticos y en personas, por lo que los investigadores desarrollaron técnicas que se usan para prevenir amputaciones y en algunos casos prevención de cáncer.
Otra similitud, es que los perros y los gatos, como los humanos, pueden sobrevivir si se detecta a tiempo el cáncer. El problema y una característica especial de los felinos, es que a veces ellos no demuestran las sensaciones de dolor como una forma de sobrevivencia. Sin embargo, no todos los humanos muestran síntomas de inicios de cáncer de manera tan evidente.