Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).- El modelo A320 de Germanwings, que se estrelló en los Alpes franceses, es un avión altamente automatizado. Sin embargo, el hecho de que la tecnología haya metido mano en los transportes aéreos, no los hace inmunes a los accidentes. Por otra parte, los cada vez más sonados casos de accidentes de aviones de pasajeros no hace sino pensar que en realidad no se ha avanzado la gran cosa en los últimos años para hacer los vuelos más seguros que antaño.
Hasta antes del pasado viernes, las razones por las que cayó el avión alemán en la ruta de Barcelona - Düsseldorf eran desconocidas. No obstante, incluso hoy con más datos de por medio como el hecho de que el copiloto del Germanwings, Andreas Lubitz, ocultó a la aerolínea que estaba de baja médica por enfermedad, muchos son los que ponen en tela de juicio la incursión de la tecnología, puesto que se trataba de un avión altamente automatizado que podía ser pilotado totalmente por computadora.
Así, aunque a juicio de la Fiscalía de Marsella, Lubitz es el responsable de la catástrofe, al accionar "el botón de descenso de manera voluntaria", las investigaciones continúan para obtener una mayor comprensión de las causas del fatal incidente. Las sospechas también se extienden al software de los aviones de la familia A320, ya que –dadas sus características– podrían ser susceptibles a ataques digitales, publicó el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle.
"El A320 dispone del sistema 'fly by wire' que puede asumir casi totalmente el control del avión”, dijo David Stupples, profesor de sistemas electrónicos de la City University, de Londres. Esta característica proporciona al avión varios sistemas informáticos a bordo que son plataformas para la navegación y la comunicación, las cuales están conectadas al sistema central de control de la nave.
El sistema es complejo, pero se supone que está diseñado para hacer más seguro el vuelo. De esta manera, cada A320 está dotado con una enorme red de computadoras con un software proporcionado directamente por Airbus y que actualiza regularmente para satisfacer las normas técnicas y de seguridad.
“Cada A320 lleva tres versiones idénticas del mismo sistema computarizado que trabajan, al mismo tiempo”, dice Stupples.
Los sistemas, además, operan mediante una especie de “votación democrática” en la que si dos de las computadoras están “de acuerdo” en que algo va mal y la tercera “difiere”, kla acción que se toma se da en concordancia a la de la "mayoría" y la que sobra es “ignorada”. En pocas palabras, en caso de que una red falle, otras dos ya están haciendo el trabajo.
Sin embargo, a pesar de las medidas de seguridad, una aeronave computarizada como esta puede ser hackeada y criminales cibernéticos podrían ser capaces de introducir virus al circuito cerrado de un avión, sin importar que la penetración de un sistema triplicado de computarización sea difícil.
Hasta ahora, en el caso del A320 de Germanwings, se ha descartado que la causa del accidente haya sido un ataque exterior al sistema de computación. Para que así hubiera sido, el malware habría tenido que sabotear el sistema de navegación para obligar al avión a descender, evitando, al mismo tiempo, que los pilotos inactivaran las computadoras a bordo. Por otra parte, un virus habría tenido que desactivar los sistemas de comunicación por lo que los pilotos no pudieron enviar ninguna señal de emergencia, aunque, de acuerdo con Stupples, es prácticamente imposible".
No obstante, la paranoia desatada ante toda catástrofe pone en tela de juicio a todas las posibilidades involucradas. Por su parte, los sistemas computarizados, aunque han demostrado su eficacia hasta el momento, no son invulnerables y pueden ser objeto de ataques que podrían llegar a poner en riesgo las vidas de cientos de pasajeros.