Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).- Desde su participación en La Voz México, programa de concursos musicales de Televisa, el regiomontano Alex Hoyer, de apenas 17 años, comenzó a ser visto como una especie de Justin Bieber mexicano.
Formó parte del equipo comandado por Ricky Martin y duró 12 de los 14 programas emitidos. La industria musical no dejó pasar el detalle de su buena presencia, el gran desempeño de sus cuerdas vocales y, lo que no es más destacable, su eficaz desenvolvimiento en el escenario.
Es así que dio inicio una carrera artística incipiente pero prometedora con un primer sencillo, “I promise you”, que se mantuvo en el top 5 durante 12 semanas.
El éxito vertiginoso, traducido en miles de seguidoras en las redes sociales, le permitió dar un concierto a sala llena el pasado 15 de febrero, nada más ni nada menos que en el Teatro Metropolitan.
Nacido en Los Angeles y radicado en Monterrey, Alex es hijo de músicos y vive un sueño largamente acariciado por su familia
Cándido y seguro de sí, en entrevista con SinEmbargo, Alex cuenta que la música lo acompañó desde pequeño. “Mi padre es vocalista de una agrupación romántica de los ’70 que se llama Los Terrícolas, así que siempre hemos comido de esto”, afirma.
“La música para mí lo es todo, funciona como un integrante más de la familia”, agrega.
–O sea que no te asusta la carrera profesional de cantante
–No me asusta para nada. Me emociona muchísimo, aunque soy muy nuevo de esto. Me apasiona. Siempre que estoy en un escenario o componiendo, siento mucha emoción. Mis padres me acompañan en esto y las metas bien claras me hacen ir directo a ello.
–¿Entre esas metas está convertirte en el Justin Bieber mexicano?
–Bueno, él es un modelo como estrella juvenil. Él inició este movimiento, pero lo veo como que él creó un edificio y yo estoy creando mi casita al lado. No quiero que digan de mí que soy una copia.
–¿Se parece tu música a la de él?
–Canto en inglés porque quiero abrir puertas en los Estados Unidos y por suerte en México es muy bien recibida la música en inglés. Estoy en el proceso de buscar mi estilo. El segundo sencillo lo compuse yo y me expresa. Todo el mundo me dice que tengo un alma vieja porque me gusta la música de antes. Compongo al piano y con la guitarra.
–¿Sigues en contacto con Ricky Martin?
–Sí, conocerlo fue una bendición. Siempre estaré orgulloso de esa experiencia, de que haya sido mi coach. Es muy humilde, a todos nos trataba por igual. Sigo teniendo contacto vía whatsapp. No lo molesto mucho, sólo por las cosas importantes como cuando canté en el Metropolitan.
–¿Cómo fue la convivencia con tus compañeros de La Voz?
–La verdad es que se creó un equipo buenísimo en general. En el hotel todos comíamos y cenábamos juntos. Incluso con mi competidor más directo, conocíamos nuestras fallas y nos dábamos consejos mutuamente.
–¿Pensaste que podías ganar el concurso?
–No, ni siquiera soñaba con durar tanto. Había gente con mucho talento y muchos años de preparación. Para mí ganar fue cuando se dio vuelta la silla de Ricky Martin y poder avanzar superó todas mis expectativas.
–¿Qué significa ser cantante juvenil?
–Te voy a ser sincero, desde el principio hablé con mi manager para no ser un artista plástico, de mentira, creado sólo por las redes sociales. Hay chavos que publican cosas bien raras en Internet y sólo por eso tienen medio millón de seguidores. Eso no es para mí. Cuando vas a las compañías discográficas te dan consejos para que hagas cosas en ese sentido, pero eso no dura, no es mi onda y no tiene nada que ver con la música. Yo quiero hacer música, subir a un escenario y saberme defender. Cantar algo digno que justifique el gasto del boleto. No alcanza con un tuit ingenioso. Puedo tardar más tiempo, pero quiero construir una base de verdad.
_¿Cómo es tu música?
–Soy bien romántico y creo que siempre le cantaré al amor con estilos muy variados.