Ciudad de México, 26 de febrero (SinEmbargo).– Numerosos ejemplares del delfín nariz de botella aparecen varados en las costas del Golfo de México, luego del más grande derrame de petróleo en la historia a cargo de British Petroleum (BP). Desde 2010 se registran cantidades récord de varamientos de esta especie de delfines, de los cuales el 90 por ciento fallece.
Los investigadores de la NOAA explican que se debe a los 4.9 millones barriles de petróleo derramado, sin embargo BP niega que tengan responsabilidad en las muertes de estos animales a pesar de la explosión el 20 de abril de 2010 en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon.
Se trata de un Evento Inusual de Mortandad (UME, por sus significado en inglés), lo cual significa que no son normales las tasas de las muertes de esta especie, de acuerdo con un estudio publicado en el diario científico Plos One que reporta este evento extraordinario entre enero de 2010 y junio de 2013.
La investigación estuvo a cargo de Stephanie Venn-Watson de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos, fundada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
De los 1035 ejemplares de delfines de nariz de botella que se quedaron varados en las playas del Golfo de México desde febrero de 2010 al presente, por lo menos el 94 por ciento de estos animales estaban ya muertos.
Esto significa la muerte masiva más grande que se haya registrado en el Golfo. La cantidad de delfines más grande que se registró de 2010 a 2011 fue en Luisiana, muy cerca de donde ocurrió el derrame y la explosión; Mississippi y Alabama son los estados que siguen en estos eventos.
British Petroleum respondió en un comunicado que dicho estudio "reitera lo que otros expertos" declaran: dicho evento de mortandad dio inicio tres meses antes de la explosión de Deepwater Horizon y las causas o la causa no están determinadas.
"El estudio no muestra que el accidente impactó de manera adversa las poblaciones de delfines, los investigadores sugieren que varios factores contribuyeron a dicho suceso", afirma la compañía de energía.
De acuerdo con el comunicado de BP, estas muertes de delfines "no son inusuales" y que durante los últimos años se han registrado varios eventos parecidos alrededor del mundo sin conexión a derrames petroleros.
Ryan Fikes, científico restaurador de Vida Silvestre Nacional en el golfo dijo en una declaración sobre el reciente estudio que entre más investigan, más se da a conocer que el derrame continúa impactando la vida silvestre en el Golfo de México.
"Los ejecutivos de BP necesitan dejar de ignorar a la ciencia -y a los investigadores- y aceptar la responsabilidad de compañía. Es tiempo para BP de dejar de estancarse para empezar la restauración del lugar", explicó Fikes.
Este estudio es el último que se publicó, pues existen varias investigaciones anteriores sobre las muertes de estos animales. Como en 2014, un estudio de Lori H. Schwacke de la NOAA que dio a conocer los síntomas consistentes de delfines en Luisiana y que se relacionaban directamente a la exposición al petróleo, como enfermedades de pulmón y pérdida de dentadura.