Ciudad de México, 27 de febrero (SinEmbargo).– Activistas de Greenpeace se sumergieron en las aguas del Alto Golfo de California para mandar un mensaje al Presidente Enrique Peña Nieto debido a que la especie de la vaquita marina podría extinguirse en el 2018 si no se realizan acciones urgentes.
"Haz historia, salva a la vaquita marina" es lo que decía la pancarta para alertar sobre la urgencia de salvar de la extinción a la vaquita marina, una especie endémica de México y de la que sólo quedan 97 ejemplares, de acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva).
Los activistas se sumergieron en San Felipe, cerca de la Isla Consag, para urgir al gobierno de Peña Nieto a tomar medidas para proteger a esta especie de las graves amenazas que la acechan en el Mar de Cortés, donde habita.
Actividades como la pesca ilegal de totoaba y la pesca con redes agalleras, llevadas a cabo en las comunidades de San Felipe, Baja California, y Santa Clara, en Sonora, son las causantes de la disminución en poblaciones de esta especie.
Greenpeace explica que es posible salvar a la especie al implementar un acuerdo federal que prohíba la pesca con redes agalleras durante dos años en todo el hábitat de la vaquita, que constituye unos 5 mil kilómetros cuadrados. Esta previsto que el pacto se publique el 1 de marzo en el Diario Oficial de la Federación.
El convenio anticipa una compensación económica para las comunidades pesqueras que sufran este impacto, así como el uso de drones y lanchas rápidas que serán operadas por la Secretaría de Marina (Semar) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) con el fin de monitorear y vigilar la zona de veda.
Sin embargo, los dos años que contempla el acuerdo para prohibir la pesca con redes no son suficientes para salvar a la vaquita de la extinción, denuncia Greenpeace que pide que el proyecto sea permanente y con soluciones sustentables a largo plazo.
los pasados 23 de diciembre de 2014 y 3 de febrero de 2015, la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) publicó acuerdos para establecer esta prohibición, en los que otorgarán a las comunidades locales alrededor de 540 millones de pesos anualmente.
“El proyecto presentado el 3 de febrero establece como definitiva la temporalidad de dos años para la prohibición de pesca en la zona, esto es preocupante debido a que la vaquita no se puede recuperar en ese tiempo. Esta medida debe ser permanente”, de acuerdo con Silvia Díaz quien también expresó su preocupación por las comunidades pesqueras en el sentido de que la veda les permita vivir dignamente a largo plazo y de forma sustentable, más allá de obtener una compensación económica temporal.
Durante décadas, la comunidad científica ha llamado la atención del gobierno mexicano, alertando por la principal amenaza para la vaquita: la captura incidental en redes de pesca.
"Lamentablemente, se han hecho de oídos sordos y las medidas definitivas para revertir el proceso de extinción de esta especie única en el mundo no han llegado", denuncia la organización no gubernamental internacional fundada en 1971.
Las medidas propuestas responden a las recomendaciones del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva), las cuales urgen al gobierno mexicano a tomar acciones para evitar la desaparición definitiva de esta especie endémica de México, por lo cual el Gobierno Federal deberá mantenerlas en el documento final.
LOS ESFUERZOS
A pesar de los esfuerzos realizados, CIRVA estima que la población de la especie disminuye un 18.5 por ciento cada año. Las vaquitas mueren luego de ser atrapadas en estas redes, diseñadas para estrangular peces y mariscos, pero aquí caen por accidente otros ejemplares marinos.
Durante los últimos cinco años, el gobierno invirtió más de 30 millones de dólares para prevenir la disminución de ejemplares de este animal, pero no fue una inversión exitosa.
La pesca ilegal de la totoaba, un pez gigante también bajo amenaza, representa un peligro para la vaquita marina. La totoaba es cotizada en mercados ilegales por su vejiga que se exporta a China y se utiliza como ingrediente en un platillo, además que se cree que tiene valor medicinal.
Los pescadores reciben hasta 8 mil dólares por cada kilogramo de vejiga de totoaba que vendan, valor que representa media temporada de actividades legales para estos trabajadores.