“Para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; más al menos no se esconde ni la esconde; la contempla cara a cara con paciencia, desdén o ironía”,
Octavio Paz, Laberinto de la Soledad.
Ciudad de México, 27 de febrero (SinEmbargo).- El origen de la deidad de la Parca, se remonta del latín y en la mitología se trataba de tres viejas "hermanas" que hilaban: Cloto, Láquesis y Átropos. La primera hilaba, la segunda devanaba y la tercera se encargaba de cortar el hilo que representaba la vida del hombre.
Gabriel Serra Argüello encontró la historia de Efraín, un trabajador de un rastro en el Estado de México, o la historia lo encontró a él.
“La película es una forma de cómo yo veo la muerte, lo interesante es que se acerca a una realidad que sólo los mexicanos pueden vivir o pueden tener, esta relación tan intensa que tienen con la muerte, las tradiciones culturales, es un tema que pertenece a México y también a mí, por mi historia”, explica Serra Argüello en entrevista desde Los Ángeles.
Gabriel Serra nació en Managua, Nicaragua y realizó sus estudios en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) en México. “La Parka” es el documental de 29 minutos que formó parte de un taller del CCC. La tarea cinematográfica fue nominada al Oscar junto con 5 producciones más en todo el mundo en la categoría de Cortometraje Documental por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos celebrado el pasado 22 de febrero.
El documental muestra la historia de Efraín, quien trabaja en el rastro frigorífico de Los Reyes en el Estado de México desde hace más de 25 años, donde asiste seis días a la semana y mata diariamente cerca de 500 toros.
Media hora de un proceso en automático, que alimenta a millones de personas en el país y que al final habla del hombre que se encuentra detrás de la muerte de una cantidad impresionante de animales.
“Su historia hizo que se me apareciera una imagen como metáfora de esta ciudad; millones de cabezas de ganado y millones de seres humanos comiéndoselas; al mismo tiempo me surgió una pregunta, ¿cómo es posible alimentar a tantas personas en esta ciudad, de dónde sale tanta carne para todos estos millones de habitantes? “, analiza Gabriel, también licenciado en comunicación.
LA MUERTE MEXICANA
“He estado cerca de la muerte, y nada me ha pasado, pero tampoco pude ayudar. Creo que me vi reflejado con La Parka”, dice.
Gabriel asegura que sentía el deseo de conocer cómo el trabajo u oficio de las personas se vincula de manera consciente e inconsciente con la vida, las decepciones, aspiraciones, traumas, culpas y conciencia.
“Desde pequeño con mi bisabuelo, cuando yo lo vi y él estaba muerto le tocaba la piel. Efraín de alguna manera es el reflejo de algo que yo pienso sobre la vida o muerte. El tema de la muerte siempre ha estado cerca de mi vida, perdí a mis mejores amigos y a mucha gente especial, de manera inesperada y trágica a edades muy cortas, dejándome secuelas muy fuertes, hasta el grado de hacerme sentir como mediador entre la vida y la muerte”, revela el joven cineasta sobre su trabajo.
La génesis del documental fue a través de Agustín, quien trabaja como chofer de una empresa de transporte a productoras de cine, televisión y publicidad, esclarece Gabriel. Antes de esto, Tyson, como le dicen de cariño, trabajó con su padre en una carnicería, donde se encargaba de negociar con los mataderos de res, de ir a recoger la carne, pesarla, vigilar que la limpiaran bien y que le dieran lo que él pedía.
“Después de mucho tiempo de reflexión y conversaciones con mis asesores y amigos me fui encontrando con que yo quería hacer un documental sobre la muerte y no sobre la industria de la carne, ésta era un pretexto para un tema más fuerte que me interesaba. Entonces conocí el rastro La Paz, Los Reyes y a Efrain ‘La Parka’ y decidí hacer el proyecto”, evoca el nicaragüense.
En la cuestión técnica, el nominado relata que fue un proceso complicado, porque eran sólo cuatro personas, a veces había que estar muy cerca a los animales y a todo lo que ocurría. Incluso admite que fue medio riesgoso a veces, pues podían salir golpeados por un toro, o una de las reses “que se andaba moviendo por toda la línea de la producción”.
ACEPTACIÓN EN MÉXICO
Gabriel admite que “La Parka” ha tenido una aceptación regular en México, quien esperaba una mejor recepción en varios festivales nacionales como el Festival Internacional de Cine en Morelia, el Festival de Cine de Guanajuato, pero nada.
Para el joven cineasta, los festivales íntimos y pequeños son mejores que los grandes ya que el público es más acertivo porque van a ver pocas películas, pero buenas películas. Sin embargo, pocas personas acudieron a la proyección de “La Parka” en la Cineteca Nacional el pasado 12 de febrero.
“Llegó poca gente, así ha sido, y yo lo respeto. Me hubiera gustado que más público en México la hubiera podido ver. No ha sido tan excepcional como podría creerlo yo, como había esperado, ha estado mejor afuera. No sé, será que porque ya están tan acostumbrados a ver ese tipo de cosas o porque están acostumbrados a consumir mucha carne o están acostumbrados a esos temas”, comenta.
Por otra parte, Gabriel confesó que la nominación significa para él y su equipo de producción una responsabilidad grande para todos.
“Es una gran alegría, es una gran emoción, pero recordemos que también estamos empezando, todos andamos entre los 25 y 30 años, es una oportunidad para seguir creciendo y tener proyectos grandes que nos llenen el espíritu y el alma como la parte económica”, indica el cineasta.
De haber ganado , “La Parka” hubiera sido la tercera producción del CCC en recibir el Oscar estudiantil extranjero: el primero fue Javier Bourges con El último fin de año en 1993 y Rodrigo Plá con El ojo en la nuca en 2001.
Gabriel se convirtió, en tanto, el primer nicaragüense en estar nominado a los Premios Oscar con "La Parka".
“La Parka” se ha presentado en 35 festivales nacionales e internacionales, en el evento New Directors / New Films organizado por el Museo de Arte Moderno y el Film Society of Lincoln Center en la Ciudad de Nueva York, en el festival especializado en cinefotografía, Camerimage en Polonia. El corto lleva 11 premios y menciones a nivel nacional e internacional incluyendo el Premio José Rovirosa otorgado por la UNAM y premios en Alemania y Estonia.
Para él y su equipo de trabajo, tener esta nominación es un buen ejemplo para los jóvenes sin siempre estar pensando en objetivos de recibir dinero o ganar festivales, pues asegura, a veces salen las películas más sinceras y honestas.
“Hay que hacer las cosas porque te nacen del corazón, si hay algo que te llama internamente para hacerla y es lo que he creído siempre e ir poco a poco, paso a paso. Porque este proceso de llegar a una madurez en una película, es de paciencia de perseverancia, de estudiar mucho, de platicar mucho y de tomar las mejores decisiones”, comenta Gabriel.
Gabriel Serra cursó sus estudios de primaria y secundaria en Managua, estudió la carrera de Comunicación Social donde se especializó en Radio y Televisión y posteriormente trabajó en una productora audiovisual que se llama Erimotion como fotógrafo y editor de comerciales y documentales. Posteriormente ingresó al Centro de Capacitación Cinematográfica a cursar la especialidad de cine fotografía.